El club del barrio, el que le da empuje a la comunidad, que sabe de levantarse, el que mantiene con ilusiones a aquellos que, a veces, la pierden... “El patio grande de los vecinos”, el Club Atlético Villa Siburu Central.
A tal punto es todo eso y mucho más para esa barriada, que, ahora, en el contexto de adversidad producido por la pandemia, el club abrió sus puertas para alimentar a los deportistas y vecinos.
¿Cómo fue? A la semana siguiente de que el presidente Alberto Fernández anunciara el aislamiento obligatorio, social y preventivo, en la institución ‘villera’ decidieron hacer una olla popular, ya que observaban que en el barrio la crisis económica estaba pegando muy fuerte, producto de que la mayoría se sustenta de la recolección de cartón o son albañiles, vecinos que viven al día.
Primero empezaron con la entrega casa a casa de viandas de comida, pero tal fue la demanda que al comienzo se entregaron 12 viandas, y en la actualidad se reparte en el club 215 porciones. El indicio de lo que es la realidad actual.
La olla popular se realiza de lunes a viernes, y se sirve a las 20.30. Son seis personas del club que desde las 16, con todas las precauciones sanitarias, ya están en las instalaciones preparando todo para cuando llegan los vecinos a buscar su porción.
El poder solidario. El club estuvo desde el 2006 al 2014, desafiliado de la Liga cordobesa y cerrado. Una imagen que pocos quieren recordar. Pero hace seis años vecinos y simpatizantes reabrieron sus puertas y le dieron vida; y un empuje tremendo. Tan es así que previo a la cuarentena ampliaron las tribunas del lado visitante del estadio.
“Estamos sosteniendo una olla popular de lunes a viernes para bancar a nuestra gente... Está muy complicado, si no existieran las ayudas sociales, los clubes de barrio, los comedores, que están acompañando en cada territorio a las personas más necesitadas, esto hubiese sido mucho peor”, le explicó Mariela Carreras, presidenta del club, a PERFIL Córdoba.
Villa Siburu lejos está de ser un club con dinero y rico. Todo lo contrario. “Estamos haciendo ventas de empanadas, el 1 de mayo hicimos una venta de locro muy grande, al igual que el 25 de mayo que también hicimos una pollada. Todas estas ventas son pura y exclusivamente para poder mantener el club. Nosotros hemos seguido avanzando en las cuestiones edilicias, ya que nuestro club está muy deteriorado. En infraestructura siempre le queremos hacer alguito para que esté un poquito mejor”, narró la dirigente.
En ese marco se inscribieron en las ayudas que anunciaron tanto el gobierno nacional como el provincial. Pero, hasta el momento, no han obtenido respuesta de ninguno de los dos programas.
En obras
Desde que Villa Siburu regresó a la Liga cordobesa no ha podido recibir público visitante. Por tal motivo se trabajan en la refacción del estadio. Se amplió la tribuna, se hicieron baños nuevos, se hizo el portón que da a una calle independiente del barrio. Le resta realizar el pulmón para que la Liga les habilite esta opción. ¿Por qué es importante para el club? “Si bien nunca hemos tenido mucho déficit porque la gente nos acompaña mucho a la cancha. Nunca tuvimos ganancia. Entonces, nosotros recibiendo visitantes podríamos hacer unos pesitos más. Es una tarea que nos propusimos”, explicó Carreras.
La presidenta Carreras
La presidenta de Villa Siburu, Mariela Carreras, es la única mujer con ese cargo en la Liga Cordobesa de Fútbol. A propósito, la directiva afirmó: “Necesitamos más dirigentes mujeres, más directores técnicas en los planteles de Primera, creo que, en lo personal, como mujeres nos debemos alentar más y unirnos para ocupar ciertos lugares”. Además sobre su experiencia al frente de la institución de la calle Igualdad al 3900 desde el año 2016 afirmó: “En Villa Siburu hay muchos dirigentes muy capacitados para poder comandar el club y ellos eligieron que sea yo quien esté al frente. La generosidad de los compañeros que laburan a la par tuya se ve en Villa Siburu”.