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ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL

El homicidio de Joaquín Sperani reabre el debate sobre la edad de imputabilidad

El abogado de la familia, Raúl Frencia, dijo que la madre pugna para que el crimen de su hijo se convierta en “un antes y un después” en Argentina, sobre la ley que fija en 18 años el límite para atribuir responsabilidades penales. Ella también admite sus dudas sobre la participación de otras personas.

Madre de Joaquín Sperani
LA FAMILIA DE JOAQUÍN. La madre del adolescente asesinado reclama que se baje a 14 años la edad de imputabilidad. | Cedoc Perfil

El brutal y aún inexplicable crimen de Joaquín Sperani reabrió el debate sobre si los menores de 18 años en nuestro país pueden o no ser responsables penales de sus actos y, por lo tanto, ser castigados con pena de prisión cuando cometen delitos graves.

El abogado Raúl Frencia, querellante por la familia del adolescente asesinado, dijo que la madre de Joaquín está reclamando que se modifique la ley para que se baje a 14 años la edad de imputabilidad de los menores.

En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, el letrado agregó: “Si una persona con 14 años armó un plan para matar a su amigo premeditadamente, significa que su desarrollo cognitivo alcanzó la capacidad de discernimiento; no puede ser que sea inimputable, que lo entreguen a los padres y quede libre con un hecho tan aberrante”.

Frencia aclaró que “hay una ley que lo protege hasta ahora, pero que las cámaras de Diputados y Senadores deberían modificarla, como hizo Uruguay y Chile para bajar la edad a los 14 años”. “Ese es el norte que deberíamos seguir”, acotó.

El planteo público pretende impulsar un debate nacional, tal como sucedió con otros casos que terminaron en modificaciones legales, como la Ley Blumberg, la Ley Micaela, entre otras. A partir de hechos paradigmáticos que conmueven a la sociedad, se instalan debates que desembocan en reformas penales.

Con argumentos diferentes hay quienes cuestionan que un menor de edad, que cometió delitos, no tenga la posibilidad de defenderse en un juicio, con todas las garantías que posee un adulto.

Comunicado familia Sperani
LEY JOAQUÍN. En un comunicado de prensa de la familia, se pide la baja de la imputabilidad y que la ley lleve su nombre.

Un homicidio inexplicable. El jueves 29 de junio, alrededor de las 15, Joaquín Sperani salió de su casa hacia el Ipem 278 Malvinas Argentinas, de Laboulaye. Iba más tarde de lo habitual porque había un taller docente.

Su madre, Mariela Flores, envió un mensaje a la escuela advirtiendo que llegaría sobre la hora. La preceptora tomó lista pero Joaquín no se presentó a clases. Su bicicleta sí estaba en el establecimiento.

Según una cámara cercana a la escuela, la víctima junto a un amigo de la infancia se dirigió a una casa abandonada ubicada en Sarmiento 480, a 100 metros del establecimiento, en la misma manzana. Es la última imagen que se tiene de él.

Ese mismo día, después de las 18.30, al ver que no regresaba de la escuela, la madre denunció su desaparición y se originó la búsqueda, a cargo de la fiscal Walter Guzmán. A la par de la imagen que permitió ver a Joaquín alejarse de la escuela, hay otra, minutos más tarde del mismo día, en la que se observa a su amigo regresar solo.

Recién el domingo al mediodía, las primas de Joaquín encontraron su cuerpo sin vida en la vivienda abandonada, sobre la cual ahora todos abonan teorías y abundan en referencias sobre las reuniones ocasionales de adolescentes. La investigación de la fiscalía pasó de inmediato al Juzgado con competencia en materia Penal Juvenil de Laboulaye, a cargo de Sebastián Moro, con la hipótesis principal de que el autor del crimen sería su amigo, un adolescente de 13 años.

En el Complejo Esperanza. El magistrado declaró secreto de sumario y ordenó su traslado al Complejo Esperanza de nuestra ciudad, donde llegó el lunes por la madrugada. El joven está solo, “no aislado” –precisaron fuentes a este medio– en el Centro de Diagnóstico. Está contenido y acompañado por personal técnico. No se muestra comunicativo, ni receptivo.

El juez Moro tomó contacto con el joven por videoconferencia y designó defensora pública a Mariana Ferreyra, como representante complementaria, quien el jueves viajó a Córdoba para entrevistar presencialmente al joven.

La información que comunicó a la prensa el Juzgado Penal Juvenil da indicios de que la principal hipótesis es que el homicidio de Joaquín fue cometido por su amigo, actualmente alojado en el Complejo Esperanza.

La madre de la víctima, no obstante, insiste en manifestar dudas sobre la ejecución solitaria del crimen. No es la única. Fuentes con acceso a las múltiples intervenciones judiciales, periciales y estatales tienen la misma sensación. ¿Por qué? ¿Cómo? Son dos preguntas claves a dilucidar.

Sepelio Joaquín Sperani
UN ANTES Y UN DESPUÉS. El caso de Joaquín Sperani asesinado por uno de sus mejores amigos de 13 años de edad plantea el debate sobre la edad de imputabilidad.

Los padres no dejan de averiguar y reunir pruebas junto a su abogado. ¿Con quiénes estuvo Joaquín en los días previos? ¿Qué pasó en la escuela donde hubo actas porque era víctima de bullying?

El abogado Frencia señaló que hay muchas razones para dudar que el joven señalado actuó solo, “pero de ahí a que se encuentren pruebas hay un trecho”, comentó.

La última decisión del juez Moro, el viernes pasado, fue habilitar la feria para continuar la investigación.

¿POR QUÉ MATAR?

A la hora de explicar por qué un niño o una persona adulta traspasan el límite del “no matarás”, las explicaciones son complejas. La psicóloga y docente en Criminología, Belén Gauna, habla de “múltiples factores”, como “cuestiones orgánicas, neurológicas, afecciones en el lóbulo frontal, temporal, una desregulación química”. “Son aspectos –señala– que inciden en los impulsos o el desarrollo de la empatía, son todas cosas que tienen que ver con el plan cerebral”.

Belén Gauna
BELÉN GAUNA 

La especialista menciona, además, trastornos antisociales de la personalidad pero aclara que éstos se delimitan en la adolescencia tardía o en las primeras etapas de la adultez. Desde un enfoque criminológico, Gauna sugirió que sería necesario analizar o preguntarse “si realmente fue el niño quien lo mató y en ese caso, si hubo alguien que lo manipuló, lo sobornó”.

A la consulta si puede ser una acción repentina o la decisión de matar se puede advertir previamente, la especialista señaló que todo depende del caso porque puede ocurrir por una cuestión de oportunidad o una falla orgánica y también puede ser el resultado de algo planificado que responde a otro orden, como son los rasgos de la personalidad.

“No deja de ser un niño –reflexionó sobre el caso en particular–, hay inmadurez biológica, emocional, es una persona en desarrollo; no debemos perder la perspectiva de la infancia”, y agregó: “La prisión perpetua no garantizará nada, el punitivismo tampoco lo resuelve”.

Esta es una de las razones por las cuales un menor de edad es inimputable.