Para el radicalismo se vienen semanas de máxima tensión de acá al final de un 2019 que, muy probablemente, termine con los mismos enfrentamientos que comenzó este duro año para el centenario partido. La dificultad de continuar siendo parte del oficialismo, sumado a las facturas que aún quedaron pendientes por las disputas en el territorio provincial, son la antesala de una guerra que tendrá por lo menos tres teatros de batalla: el arribo de los dos bloques a la Unicameral, la elección de autoridades del foro de intendentes, y bastante más allá, la interna partidaria con elecciones previstas para la segunda mitad del 2020.
Si a esto se agrega la rosca parlamentaria nacional de un partido que está más cerca de ser oposición, y el pedido de expulsión de algunos referentes provinciales que comenzará a correr después del 27 de octubre, el panorama que se avizora es inquietante.
Revival de pelea de caciques. La fractura del partido en la primera parte del año diezmó el poder de fuego en la Unicameral y serán ocho los legisladores que asuman de la boleta que el 12 de mayo encabezó Mario Negri, mientras que siete llegarán por la que impulsaba la candidatura de Ramón Mestre.
Con ambos enfrentados ahora de manera silenciosa, la unidad de las dos bancadas resulta prácticamente imposible. En primer lugar, porque llegarán seguramente precedidos de un pedido de expulsión en el partido para los que fueron en alianza con el PRO; y, en segundo lugar, porque son varios los que quieren presidir los bloques.
En el negrismo, Orlando Arduh, cuenta con el aval para seguir liderando la bancada. Algunos le ponen una ficha al riocuartense Juan Jure, pero todo indica que sería el de la capital el hombre que encabece el bloque de Córdoba Cambia.
La primera opción mestrista es Marcelo Cossar, enfrentado a Arduh y Negri, y tendrá la primera tarea de contener a dos legisladores que llegaron en su lista pero que ya fueron sondeados por Córdoba Cambia para dar el salto: Elisa Caffaratti y Raúl Recalde, el electo en Pocho.
Detrás de Cossar, las opciones son Antonio Rins y el exlegislador Dante Rossi, crítico del Gobierno nacional desde hace un par de años y cuyos cuestionamientos se acentuaron en el último tiempo ante algunos dichos de Miguel Pichetto y Patricia Bullrich.
Con la unidad casi descartada en la Legislatura, la definición arranca en noviembre y se plasmará el último mes del año.
La disputa por el foro. En diciembre Mestre concluye su mandato y deja la presidencia del foro de intendentes radicales. Allí, aparece una disputa entre los jefes comunales que sostienen que la reconstrucción del partido debe arrancar por el interior.
El primer conflicto se produce porque se filtró la versión de alguna intención por definir las autoridades antes de diciembre y con los intendentes actuales. Algo que descarta enfático el bellvillense Carlos Briner, reelecto en su ciudad con casi el 70% de los votos y candidato a encabezar el foro.
“Si alguno tiene la idea de adelantar esa elección que no pierda el tiempo, la orgánica no lo permite. Y voy a dar pelea”, le dijo Briner a PERFIL CORDOBA. Definición con la que coincide Daniel Salibi, el intendente de Mendiolaza.
Ambos se oponen también a que la elección tenga incidencia de referentes que no son jefes comunales. “Es lo mismo que nosotros definamos quiénes tienen que presidir los bloques. Una locura”, señaló Salibi.
Con poco más de 100 intendencias de las 427 que tiene la provincia, las opciones se dividen entre los que llevan más de un mandato o un cuerpo colegiado. En ese orden.
Escenario nacional. Si Cambiemos no retiene y se convierte en oposición, el plan B es quedarse con un bloque de 110 diputados. El comando de esa bancada es la disputa entre Negri y el mendocino Alfredo Cornejo.
Hay radicales que creen que el mestrismo condicionará su apoyo a su rival a un eventual acuerdo en cualquiera de los otros escenarios.
“Mario no necesita de esos votos, ya hizo el punteo y el poroteo le da para seguir”, repiten en el entorno del diputado y la respuesta de un intendente enfrentado con Negri es inmediata: “se queda Cornejo con el bloque. Vienen de darnos una lección de radicalismo”.
Disputa que tiene detrás, y una vez más, a Enrique “Coti” Nosiglia.
Las distintas posiciones
En varios sectores del radicalismo responsabilizan a Mestre por la derrota más dura del partido en una elección provincial. Y también están aquellos que piden un corrimiento de Negri, de los radicales que más puestos acaparó en las últimas décadas.
“No pasa por renovar, hay que reconstruir. Se tienen que terminar los ‘ismos’ en el partido y hay que trabajar en forma conjunta”, le dijo Arduh a este diario. Y apoya la idea de terminar con los núcleos internos que impulsa también el angelocista Javier Fabre.
“No digo que no sea importante la conducción del foro de intendentes, del partido o de los bloques parlamentarios, pero es seguro que eso no desvela absolutamente a ningún ciudadano. Y allí está el primer problema porque seguimos hablando de nombres propios y no de cómo lograr la representación de un electorado que hace un cuarto de siglo nos da la espalda”, agrega Fabre.
“La generación que está se tiene que correr y acompañar desde otro lado”, dice Briner al respecto.
En tanto, entre aquellos que piden romper la alianza con el PRO, está Dante Rossi. “No podemos seguir formando parte de una coalición que tiene a (Miguel) Pichetto y (Patricia) Bullrich. Terminamos avalando cada barbaridad que dicen”, señala Rossi.