El festejo de los 18 años de trayectoria de la banda de cuarteto Q’ Lokura, se realizó este sábado en el estadio Mario Alberto Kempes. Lo que había comenzado como una noche de baile y celebración no terminó de la mejor manera, ya que pasadas las cuatro de la mañana la banda tuvo que suspender el show debido a la intensa lluvia. De más está decir que esto generó un fuerte descontento entre los asistentes.
El público de Nicolás Sattler y Facundo “Chino” Herrera expresó su malestar al retirarse del lugar, especialmente cuando comenzaron a circular en redes sociales rumores de que el espectáculo se había cancelado para que los músicos pudieran presentarse en un evento privado en un boliche cercano.
Córdoba: encendieron el árbol de Navidad más grande de Argentina
Diego Canales, integrante del equipo de comunicación de Q’ Lokura, explicó que la decisión de detener el show fue tomada por razones de seguridad: “La municipalidad no dejó que continuará el show por una cuestión de seguridad. El show era de alto riesgo por la lluvia, los instrumentos y todo eso. Dos invitados se quedaron sin poder cantar y subirse al escenario”.
Además, Canales negó rotundamente que la suspensión estuviera relacionada con el evento privado: "se planteó de muchos lados que la banda se había ido a propósito para irse a un show privado. La verdad es que ese show ya estaba previsto antes e iba a ser después del Kempes. Es irrisorio pensar que íbamos a dejar el Kempes con la capacidad que tenía para irnos a un lugar mucho más chico. La banda en ningún momento se bajó para irse a otro lado. Lamentablemente, la municipalidad no nos permitió continuar por cuestiones de seguridad".
Un cordobés en la Copa Intercontinental de la Fifa
Por otra parte, la banda le confirmó a PERFIL CÓRDOBA que el show estaba previsto de 00 a 04 de la mañana.
La seguridad debe estar primero
Es importante reflexionar sobre esta situación: garantizar la seguridad del público, los trabajadores y los artistas debe ser siempre la prioridad. Continuar un espectáculo en condiciones meteorológicas adversas podría haber puesto en peligro a miles de personas. Si se hubiera permitido que el show siguiera y ocurriera una tragedia, hoy estaríamos cuestionando por qué no se suspendió.
Hace tan solo unas semanas, durante la Fiesta Nacional de la Música en Wheelwright, Santa Fe, el viento derrumbó parte del escenario lo que provocó la muerte de una mujer de 73 años y dejó cuatro personas heridas. La tragedia obligó a suspender la 58ª edición del evento.
En diciembre de 2023, la fiesta Bresh en el Hipódromo de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, también se vio afectada por un temporal de lluvia y viento. Las ráfagas hicieron volar parte del escenario dejando más de 20 personas hospitalizadas con politraumatismos, fracturas en tórax y traumatismos de cráneo.
Estos incidentes refuerzan la necesidad de tomar decisiones responsables cuando las condiciones climáticas representan un riesgo para el público. La decepción de los asistentes es comprensible, pero decisiones como esta no deben ser vistas como un capricho, sino como una medida responsable que evita posibles accidentes. La seguridad debe estar por encima de cualquier celebración.
