La variante Delta ya está presente en las aguas residuales de Córdoba. La novedad publicada por este medio el pasado domingo, luego confirmada desde el Ministerio de Salud, obligó a diagramar nuevas acciones sanitarias para evitar que esta variante se transforme en la dominante, espacio que en este momento es ocupado por la variante Gamma (Manaos).
Sanitaristas provinciales explicaron a PERFIL CÓRDOBA que el desafío hoy es identificar en qué barrios de la ciudad puede estar presente Delta. Por tal motivo el estudio comandado por el Instituto de Virología Vanella, que en un principio se centró en la planta de Bajo Grande, ahora se trasladará hacia los diferentes efluentes barriales que se conectan a la red general. Desde el momento en que se encuentre Delta en alguno de estos conectores se llevarán adelante acciones masivas de testeos en esos barrios para intentar cercar lo más posible a esta mutación, detectada por primera vez en India.
Técnica innovadora. La estrategia de cercar al virus o, en este caso, a una determinada variante, se viene realizando en el mundo entero. Gloria Sánchez, principal investigadora de aguas residuales en España explicó que “en Europa se analizan colectores, sectorizando ciudades, barrios y también en edificios críticos, como por ejemplo residencias de ancianos”. “Para no hacer análisis tan frecuentes a todos los residentes, en vez de hisopar a quienes habitan la residencia se combina el análisis de las aguas residuales y si se encuentra algún positivo, recién ahí se realiza el testeo a todo el personal médico de la institución y a las personas alojadas en ese lugar”, amplió Sánchez.
Instituto Vanella, clave en la detección. La aparición de la variante Delta se logró gracias al trabajo del Instituto de Virología José María Vanella, que depende de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC. ‘El virológico’ se transformó en un aliado clave del Ministerio de Salud y un número importante del desarrollo científico que se realiza en Córdoba en torno al SARS-CoV-2, tiene como protagonista a esta institución. En el estudio de aguas residuales, la profesional que encabeza estos trabajos es Gisela Masachessi, quien el 1 de agosto explicaba en este diario la importancia de este tipo de investigaciones: “Una cosa es buscar las nuevas variantes en la clínica y otra es buscarlas en las aguas residuales. Esta técnica nos permite comprender qué virus están circulando en la población”.
Y agregó: “Con los nuevos reactivos podemos aplicar la tipificación de variantes, también en las aguas residuales que están dando positivas para Sars–CoV-2. De esta manera podremos saber qué es lo que está sucediendo. Este estudio refleja la curva epidémica basada en casos clínicos y es predictiva. Cuando detectamos un positivo en cloacas nos anticipamos una o dos semanas a lo que ocurrirá con el virus, algo que ya pudimos comprobar tanto en la primera como en la segunda ola”, subrayó Masachessi.
El monitoreo en aguas residuales logró dar con Delta como fruto de la masificación de la búsqueda de variantes generada tras la llegada de los reactivos internacionales TaqMa SARS-CoV-2, incorporados por el Laboratorio Central.