Desde su entrada en vigencia, a fines del año pasado, la Ley Pyme ya canalizó un paquete de beneficios de distinto tenor que, según fuentes oficiales, supera los $3500 millones. En ese escenario sobresale un dato que se conoció por parte de funcionarios de la Secretaria Pyme de la Nación que comanda Mariano Mayer y que depende del Ministerio de Producción. Del total de esos beneficios el 60% fueron captados por pymes de Córdoba, un valor muy por encima al de la mayoría de los indicadores económicos, sociales y demográficos con que se suele representar la incidencia de Córdoba en los valores estadísticos del país.
El dato abre la puerta a varias lecturas. En primer lugar, se contrapone con el discurso de dirigentes y empresarios pymes que en muchas oportunidades elevan reclamos ante la falta de apoyo concreto por parte del Estado. En segundo plano habla de la necesidad de muchas pymes que están sedientas de apoyo financiero y fiscal para encarar procesos productivos, planes de inversión, no afectar su cadena de pagos o simplemente llegar a fin de mes. En tercer lugar, y algo que intentan combatir y disimular desde la Nación, enciende una luz amarilla ante el poco impacto que la Ley ha generado en otros distritos con fuerte presencia de pymes. Por algún motivo, la Ley y sus beneficios no prendieron de la forma en que lo hizo en Córdoba.
Fuerte categorización. Damian Testori, subsecretario Pymes de la Nación confirmó a PERFIL CORDOBA estos datos y planteó que una de las explicaciones de la captación de beneficios de la Ley Pyme en la provincia tiene que ver con la fuerte categorización que tienen las empresas cordobesas. “Córdoba tiene la particularidad de que su porcentaje de pymes industriales es bastante más grande que la media del país. El otro dato es que hay una alta categorización de sus pymes, ya que Córdoba tiene unas 82.000 pymes y la mitad están categorizadas, tienen su certificado pyme, un registro que en la media del país es del 30%”, señala. A principios de este mes Córdoba era una de las tres provincias con mayor porcentaje de pymes categorizadas como tales (51,25%), según los registros de Afip.
Entre las ventajas de la ley, una pyme puede diferir IVA por 90 días, deja de pagar impuestos a la Ganancia Mínima Presunta, puede descontar el impuesto al cheque y Ganancias de las inversiones productivas que encare. “Todo eso viene a responder a la alta presión impositiva que tenían las pymes. Entre 2004 y 2015 la presión impositiva subió 10 puntos sobre el producto, se ha incrementado mucho la presión impositiva y a las pymes esto les afecta principalmente”, detalló Testori.
Qué pasa con la Ley del Emprendedor. La ley que promueve un nuevo marco legal para la creación de empresas en 24 horas (a partir de un nuevo tipo de sociedad, las Sociedades de Acción Simplificadas) y que propone varias líneas para el financiamiento de nuevas empresas entrará en vigencia en Capital Federal desde septiembre, pero está más retardada en otros distritos. “Uno de los temas en los recorridos en las provincias es que reglamenten y adhieran a esa Ley. Hace falta una reconversión, mínimamente el sistema tiene que estar preparado para procesarlo y además se tiene que acoplar a un sistema nacional. Los deberes a nivel nacional están hechos, y cada provincia tiene que hacer su capítulo para estas inscripciones”.
