Bastaron menos de dos horas en las que cayeron 140 milímetros de agua para que la lluvia, con la crecida de ríos, provocara destrozos y evacuación de personas en Villa Giardino, Huerta Grande y La Falda. El cauce de los ríos se vio desbordado con una fuerza inusitada, arrastrando a su paso viviendas y autos, sin provocar víctimas fatales, pero ocasionando gravísimos daños materiales.
Ante ello, la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente (Funam) emitió un comunicado ayer señalando que el Gobierno de Córdoba y municipios deben asumir la responsabilidad “en la disminuida capacidad serrana para amortiguar lluvias intensas” como la ocurrida el viernes. Puntualizó una serie de factores que hacen de Córdoba una provincia “mal administrada ambientalmente”, como los recurrentes incendios forestales –el año pasado se quemó el récord de 340 mil hectáreas–, las 6.000 hectáreas promedio desmontadas en el quinquenio 2014-2019, la expansión de cultivos industriales y la destrucción de cuencas hídricas.
Funam señaló que es una realidad de “vulnerabilidad extrema” la que posee Córdoba y que provoca la ausencia de biodiversidad y por ende el agua de lluvia no se absorbe y provoca inundaciones de magnitud o prolongadas sequías durante los inviernos. “Si el gobernador Juan Schiaretti sigue con su actitud autista de promover obras faraónicas en lugar de proteger las cuencas hídricas y los ambientes nativos, Córdoba quedará cada vez más desprovista de biodiversidad protectora, el cambio climático global aumentará dramáticamente su impacto negativo y se volverá a repetir, pero aumentada, la tragedia de 2015, cuando las inundaciones en Sierras Chicas provocaron nueve muertes y destruyeron más de 2.000 viviendas”, puntualizó el biólogo Raúl Montenegro, titular de la entidad.
El especialista también criticó una acción de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC. “Proveerá 30 kilogramos de semillas de algarrobo –un millón de semillas aproximadamente– y 15.000 plantines”, señaló, “y se hace creer a la sociedad, maliciosamente, que la reforestación impulsada desde la Secretaría de Ambiente creará biodiversidad”.
Autovía y canal. Montenegro volvió a formular objeciones a la ahora nueva traza de la Autovía 38 porque ingresaría ilegalmente a áreas naturales protegidas y provocaría la destrucción de yacimientos arqueológicos. “En realidad los 100 millones de dólares que cuesta la obra faraónica impulsada por Juan Schiaretti debería asegurar el funcionamiento de las cuencas hídricas porque sin agua tampoco habrá turismo. ¿Lo entenderán? De no ser así. ¿Cuántas crecientes y cuántas muertes deberán ocurrir para que lo entiendan?”, se preguntó. Por último, señaló que en lugar de apurar un canal de agua Paraná (Entre Ríos) – Córdoba se debería haber privilegiado el funcionamiento participativo de los Comités de Cuencas Hídricas.
