Si goles son amores, como suele decirse, habrá que convenir que hay cuatro jugadores del fútbol de Córdoba que se han ganado un lugar en el corazón de los hinchas en la primera mitad de la temporada 2019/2020.
Nahuel Bustos (Talleres), Pablo Vegetti (Belgrano), Mateo Bajamich (Instituto) y Bruno Sepúlveda (Estudiantes de Río Cuarto) se destacaron ampliamente sobre el resto de sus compañeros: fueron los autores de 32 de los 84 tantos (38%) que sus equipos registran en la Superliga y la Primera Nacional.
La eficacia de estos “Cuatro Fantásticos” fue determinante para las campañas de sus clubes, que además de valiosos puntos podrían sumar una buena cantidad de dólares a sus tesorerías si prosperan los intereses que intermediarios y entidades ya les han hecho conocer por sus artilleros.
Segundo semestre
“Terminó Nahuel Bustos su fugaz aventura por Pachuca”, tituló el diario mejicano Criterio en su edición del pasado 16 de julio. Apenas 10 días más tarde, el delantero de 21 años, que completó seis meses sin goles ni gloria en el fútbol azteca, se puso otra vez la camiseta de Talleres. Sumó minutos ante Vélez y Rosario Central, y desde el partido contra Central Córdoba se aferró a una titularidad que no dejaría más en la Superliga y que le daría visibilidad para ser convocado al seleccionado Sub 23.
Sus ocho conversiones (algunas de gran factura, como ante River y Racing) lo pusieron en la cima de la tabla de goleadores y en la mira de otros clubes. “Sé que detrás de él hay varios cuerpos técnicos, como los de River y Boca”, reveló Andrés Fassi, el presidente de la “T”, quien además reconoció “tratativas” con instituciones de Alemania y España.
El dirigente ya avisó que al menos un jugador se irá de barrio Jardín en este receso por la necesidad de sumar recursos a las arcas de la institución. El pase de Bustos fue “blindado” con una cláusula de rescisión de 18 millones de euros.
Goleadores en ascenso
En un año para el olvido, Belgrano encuentra algo de consuelo en los goles de Pablo Vegetti. El santafesino, de 31 años, refrendó con creces sus antecedentes más recientes en Instituto y Boca Unidos de Corrientes, y marcó nueve de los 18 goles del Pirata en su regreso a la segunda división. “El Tanque” está en el radar de un par de clubes de la Superliga y por sus servicios también hubo sondeos desde Brasil y Colombia. En la “B” tiene contrato hasta 2022 y fue declarado intransferible. Recién en junio próximo el jugador podría activar una cláusula de salida que tiene a su favor.
Más incierta es la situación de Mateo Bajamich, el juvenil de Morrison que explotó en los últimos meses con la camiseta de Instituto. Con 20 años y ocho goles en el presente campeonato, Bajamich fue tentado para sumarse a Unión de Santa Fe, que lo quería a préstamo por seis meses. El futbolista se quedaría hasta el final de la temporada, aunque la “sustentabilidad” declamada por el titular albirrojo Roberto Castoldi (objetivo sostenido hasta el momento por un fuerte recorte en la planta de empleados), podría acelerar los tiempos de una transferencia. Aunque el jugador es manejado por José Scozzari y Lucas Rimoldi, la directiva de “la Gloria” le otorgó al empresario Adrián Castellanos un poder para que lo negocie en Europa. ¿Pretensiones? 2,4 millones de dólares por la totalidad del pase.
Otro delantero que llama la atención con su desempeño en la Primera Nacional es Bruno Cristian Sepúlveda, quien aportó siete tantos a la sorprendente campaña de Estudiantes de Río Cuarto. El delantero rionegrino, de 27 años, fue clave en la obtención del título del Federal A 2018/2019, con 12 anotaciones, y en el Imperio del Sur aseguran que su permanencia en “el León” está garantizada hasta junio de 2021.