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CóRDOBA
NARCOTRÁFICO/SITUACIÓN EN CÓRDOBA

Grandes despliegues para investigar narcomenudeo pero pocos recursos para detectar el narcolavado

No abundan las investigaciones federales sobre la faz económica, clave del fenómeno criminal. En contraposición, hay profusa actividad del fuero especial provincial. Lo positivo es que crece la sinergia entre fiscales de ambas jurisdicciones.

Secuestro de drogas
3.000 KG DE MARIHUANA. Fue el mayor secuestro de drogas en Córdoba en los últimos años, en 2017. La llamada banda del “Enano” Torres transportaba el cargamento desde Misiones. | Cedoc Perfil

La violencia descontrolada en Rosario con cuatro asesinatos de civiles y mensajes mafiosos de narcos, disparó todas las alertas en Córdoba. Hay 52 puntos fronterizos que la separan de Santa Fe. El gobierno provincial pidió a la Nación que refuerce la presencia de fuerzas federales en los puntos más calientes, pero hasta ayer no hubo respuestas.

Si se pisa el hormiguero en un lado, el narco busca otro. El fenómeno es esencialmente territorial. No reconoce diferencia de jurisdicciones ni de fueros. En Córdoba, hasta ahora, las bandas trasladan y distribuyen principalmente marihuana y cocaína. La primera llega desde Paraguay. La segunda, desde la Región Andina (Colombia, Perú y Bolivia) e ingresa al país a través de Salta. El mapa no es estático.

Son toneladas, centenares de kilos que tienen destino a la Provincia de Córdoba que, por ser mediterránea, no tiene instaladas –o al menos se desconocen- grandes bandas que luchan por el territorio como ocurre en Rosario, poseedora de un puerto que permite el ingreso de los cargamentos. Ahí radica la diferencia en el nivel de violencia que se vive en Rosario y Córdoba. Mientras en la provincia vecina hay luchas intestinas por los liderazgos, acá “la violencia urbana responde más a la problemática del consumo que a la lucha territorial”, señala Carlos Gonella, fiscal General ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2).

No deja de ser un problema muy serio, que requiere de prevención e intervención sanitaria. Las cárceles están repletas de internos con problemas de adicciones.

Desde hace 12 años, cuando fue creado el Fuero de Narcomenudeo, la provincia de Córdoba adhirió a la desfederalización y comenzó la persecución penal de los kioscos. A lo largo de los años, las modalidades fueron mutando. Del kiosco detrás de fachadas de comercios de diferente índole o instalados en casas particulares, hoy la transa se concreta a través del delivery. Pululan motos que van a domicilio o entregan los pedidos en la calle. El contacto se hace vía Telegram y los pagos en billeteras virtuales.

Existe un aceitado vínculo con Coelsa, la Cámara Compensadora Electrónica, para detectar el recorrido del dinero. Por el paso de los años, los fiscales están notando la reincidencia. Son narcomenudistas investigados, condenados, que cumplieron las penas, salieron y volvieron a la misma actividad.

La semana pasada hubo 25 personas condenadas por la Cámara 7ª del Crimen por narcomenudeo en barrio San Jorge. Había verdaderas pymes familiares dedicadas a la actividad delictiva, varios integrantes reincidentes.

Con la creación de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), dependiente de la Fiscalía General, las investigaciones de narcomenudeo son prácticamente irrefutables. Lo demuestran altos índices de juicios abreviados iniciales y de condenas en las Cámaras del Crimen. El fuero funciona y es muy efectivo.

Pero si no se traspasa el techo del narcomenudeo, no habrá un combate real y decisivo al negocio de la droga en la provincia. Se aborta la venta minorista sin saber quiénes son los proveedores.

Lavado de activos. Los fiscales federales de Córdoba han adoptado una práctica en todas las causas de narcotráfico. Apenas se detecta transporte o distribución, indagan sobre la faz económica de la banda. Inversiones en autos e inmuebles son el denominador común. Más aún los autos que los ponen a nombres de terceros: hijos, parientes, amigos.

Caballeriza
CABALLERIZA. En una causa narco vinculada a barrabravas de La Fiel se detectaron inversiones en caballos de carrera importados.

Un ejemplo es el expediente donde se investiga a Raúl Alberto “el Tuerto Cacho” Cuello, con múltiples condenas por narcotráfico. La pesquisa detectó que con dinero obtenido de la venta de drogas compró 50 vehículos (motos y autos) y un inmueble. Hay una larga lista de testaferros a cuyo nombre fueron inscriptos los bienes. La causa fue investigada por el fiscal, Enrique Senestrari, la elevó a juicio y se encuentra en el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1). Los bienes fueron valuados en 440 mil dólares, expresados en moneda extranjera para evitar que el paso del tiempo erosione el capital y lo mantenga en valores de mercado.

De "delincuentes" en campaña a socios para gobernar

En esa misma fiscalía hay otra causa que arroja indicios de vínculos con Los Monos de Rosario. Diómedes Carbone, el hombre que compró la empresa Corphone, un call center que funcionó en el centro de la ciudad. En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, Carbone se despegó de la sospecha. Dijo que adquirió la firma con dinero obtenido de la venta de una rotisería; pero en la Justicia Federal no abandonan la pesquisa.

El secuestro de 1.600 kilos de marihuana en el 2022 en el que terminaron implicados barrabravas de La Fiel, del Club Atlético Talleres, tuvo un capítulo notorio cuando se detectó un stud de 20 caballos de carrera, importados de Brasil, que habrían adquirido con dinero del narcotráfico.

En la Fiscalía Federal 2, a cargo de Carlos Casas Nóblega, se investiga a un clan familiar con antecedentes de narcotráfico que se dedica a lavar dinero con la compra de vehículos, de inmuebles en los barrios donde realizan transas y comercios de diferentes rubros para justificar movimiento de dinero.

Estas son algunas causas por narcolavado que hay en los tribunales federales cordobeses. Parecen pocas frente al enorme caudal de procedimientos, secuestros, detenciones y condenas que tiene la Justicia Provincial por narcomenudeo.

Refuerzos en San Francisco. La semana pasada estuvieron en la ciudad del este provincial el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y los jefes de la Policía de Córdoba, Leonardo Gutiérrez, y de la FPA, Adrián Salcedo. Hubo recambio en la cúpula policial, tras la recepción de amenazas invocando a Los Monos en la comisaría local. Asumió el comisario Rubén Caporelli en reemplazo del comisario Pedro Maldonado. Salcedo, además, anunció que a los tres equipos de la FPA que trabajan en esa zona se sumarán dos más, llegando a contar con 55 efectivos para profundizar la investigación criminal del narcotráfico.

Lozada y Delgado
SINERGIA. Los fiscales generales, Juan Delgado y Alberto Lozada, impulsan espacios para sumar comunicación entre ambos fueros.

Por primera vez, sintonía y articulación
Por iniciativa de los fiscales generales Alberto Lozada (federal) y Juan Manuel Delgado (provincial) el año pasado se generó un espacio de intercambio entre ambas jurisdicciones.

La idea es establecer un punto de fusión que rompa la desconfianza existente desde hace años. El celo por la información es una barrera, pero si no hay sinergia y conexión entre quienes investigan el narcomenudeo y los que deben detectar a las grandes bandas, el trabajo será en vano. De nada sirve cerrar un kiosco, detener un delivery, el último eslabón de la cadena, si no se detecta a los que transportan y distribuyen los cargamentos de drogas y cómo lavan la ganancia obtenida.

El viernes 8 de marzo hubo una reunión de los fiscales provinciales y los federales en los que se acordaron tres líneas de trabajo. La gestión de la información, trabajar casos comunes y capacitar en lavado de activos procedentes del narcotráfico.