-Después del fallido de Alternativa Federal: ¿se puede pensar en armar un proyecto similar a aquel, junto al gobernador Schiaretti?
-Nos fue mal aquella vez, ya que cometimos errores y el contexto era muy diferente al actual. Un error es tratar de ordenar los espacios políticos a través de cuotas de poder o de los egos. Se fracasa siempre. Segundo: cuando sos tan conservador de no tratar de discutir la agenda sino de discutir posiciones de poder, se pierde, porque para eso ya están los que están. Entonces, hay que cambiar la agenda de poder actual, muy atada a una Argentina de una economía concentrada, de la especulación financiera y el preponderancia del Amba, por una Argentina de la producción, de la economía del conocimiento, de la minería, es decir otra lógica que nos saque de una discusión conservadora. En eso puede ser que haya mucho más espacio para discutir, aunque también tenemos que ser claros y tener en cuenta el hartazgo de la gente por un gobierno al que le está yendo muy mal y la alternativa de que vuelva otro gobierno al que también le fue mal en su momento.
-¿Se puede pensar en una tercera alternativa?
-Creo que sí.
-¿Tercera o cuarta alternativa? Porque está el kirchnerismo, Juntos por el Cambio, Milei y una cuarta opción que usted está tratando de armar.
-Coincido. Yo creo que ésta va a ser una elección que se va a parecer más a la del 2003, porque está roto el contrato social en la Argentina, el país hoy está entre la tristeza, la resignación y la bronca. Solamente están blindados los dos espacios principales por el odio y la confrontación al otro espacio. Argentina que requiere un cambio estructural, no de formas.
-¿Están haciendo cosas diferentes para reencauzar y que ahora les vaya bien?
-No solo estamos haciendo cosas diferentes sino que hay un espacio mucho más amplio ahora, porque uno no juega solo en la cancha. El kirchnerismo generó expectativas de una vuelta diferente y renovación pero (este gobierno) terminó siendo peor que el anterior; el gobierno de Macri también terminó mal, lo cual es otra decepción pero nos genera un espacio mucho más favorable que hace cuatro años.
-¿Quiénes están ahí? ¿Con quién trabaja?
-Junto con el gobernador Schiaretti estamos hablando con gente de otros partidos, como el socialismo, dirigentes de la Provincia de Buenos Aires, del norte y del sur, partidos provinciales. Más que nombres es ver si somos capaces de construir una alianza de poder diferente a la actual, porque si estamos discutiendo un lugar en el actual esquema de poder en el país somos marginales: somos la tercera o cuarta opción; si queremos discutir una agenda diferente, puede ser que pongamos sobre la mesa algo distinto y eso nos puede tornar más competitivos.
-¿Se vislumbra como candidato o como un armador de este nuevo espacio?
-Lo vital para que nos vaya bien es que no auto vislumbremos como candidatos sino que seamos parte de un proyecto colectivo y después los candidatos serán aquellos que sean más competitivos, que puede ser más de uno.
-¿Pero no van a cometer el mismo error de antes? Porque parecía que se habían focalizado en la construcción de un espacio y no un candidato.
-El problema es creer que se arma atrás de un candidato y yo creo que no hay que hacer lo mismo. Creo que hay que construir una gran idea fuerza y que los candidatos que sean más competitivos puedan ganarse ese lugar, por ejemplo utilizando las Paso que están vigentes en la Argentina. Porque la diferencia con la vez pasada era la restricción de algunos de no querer competir en la Paso y acordar desde una lógica de poder un candidato, yo creo que es un error. Hay que animarse a escuchar más a la gente.
-Usted habló que de Argentina está una etapa pre peronista. ¿Qué significa?
-La vulnerabilidad social de la Argentina es como la que tenía el país cuando apareció el peronismo: la mayor parte de los trabajadores por fuera del sistema, gente que trabaja y no llega a fin de mes y está catalogada por debajo de la línea de pobreza, inclusive en algunos casos con indigencia con empleos formales, es una barbaridad. La agenda que hoy se pretende generar desde algunos sectores que tienen la agenda del peronismo es un fracaso. Apelar a la lucha de clases es algo que no tiene nada que ver con el peronismo, tiene más que ver con el marxismo.
-¿Qué es lo peor que ha hecho el kirchnerismo?
-El conjunto, todo está mal… Inflación, institucionalmente la cosa está muy compleja, la confianza con la sociedad se rompió en mil pedazos, y por si eso fuera poco, vivimos en un país donde la agenda pasa por ver quién tiene la culpa del fracaso. En su haber no hay muchas cosas para decir que algo funcionó bien. No soy el más objetivo para decirlo pero esto parte de una dialéctica errónea que parte de amigo/enemigo.
-Eso es funcional para los dos grandes espacios…
-Sí, pero para ganar elecciones, después se termina destrozando al país. No se puede gobernar desde la lógica bélica.
-¿Cómo está su relación con Schiaretti?
-Tengo buena relación, pero más allá de lo personal, que es importante, siempre, lo importan es ver si somos capaces de expresar una agenda de una Argentina productiva y federal o no.
-A diferencia de aquella vez muchos ven a Schiaretti más decidido. Como candidato a como constructor de un espacio.
-Bárbaro, eso es clave para este espacio, que necesita varios candida… no candidatos no, referentes.
-Pero hoy tienen menos que antes: de Lavagna se sabe poco, Massa y Pichetto no están…
-Pero pueden aparecer nuevos. Yo estoy convencido de que si queremos generar un cambio en serio en la Argentina y una renovación de verdad, tenemos que empezar a pensar en nombres diferentes, en formas diferentes y en estructuras diferentes porque si yo voy a plantear, en una Argentina que está harta del sistema político, si vamos a llevar a los nombres de siempre, a los tradicionales, estoy en el horno porque la gente me va a hacer zapping.