Marzo, junio, septiembre y diciembre. Esos son los meses para los que está pautado el incremento de los impuestos para los dióxidos de carbono y los combustibles líquidos según el calendario establecido por la Ley 27.430. El décimo aumento de las naftas que se concretó ayer tuvo, sin embargo, otro condimento: el salto en el tipo de cambio que generó subas por encima de las estimadas. Así, operó un doble fenómeno para encontrarse con aumentos que fueron desde el 1,6% al 12%, según las marcas. “En septiembre teníamos el aumento de impuestos por ley. Se actualizaba en las naftas el 1,6% y en el diésel el 1,2%. Es una actualización que hace el Gobierno. En diciembre toca otra actualización por esta vía. De ahí hay otro porcentaje que se actualiza de acuerdo al valor del crudo, del dólar y de los biocombustibles y que lo definen las petroleras”, explicó Gabriel Bornoroni, titular de la Federación de Expendedores de Combustibles de Córdoba.
En esa línea, el ejecutivo explicó que el atraso en los precios previo a la devaluación era del 14 o 15%. Ahora, pese al aumento de precios, esa brecha es del 25%. “El último aumento fue el 19 de agosto y el dólar estaba en $30,57. Ahora han quedado desfasado en un 25%. Las petroleras pueden aumentar lo que quieran, lo vienen haciendo entre un 4% y 6% todos los meses, y eso era lo que se esperaba. YPF aumentó menos y Shell duplicó el aumento, son cuestiones estratégicas de cada una de las marcas”. Ayer Puma subió 1,6% el precio de sus productos, YPF subió un 2.5% la nafta súper, 2.13% la Infinia, 1.7% el Diésel y 1.4 la Infinia Diésel. Shell, en tanto, incrementó los precios de todos sus productos en un 12%.
