El 2017 fue
el año de la consolidación de una herramienta que se concibió inicialmente para
impulsar el mercado de los créditos hipotecarios, pero que luego tuvo una
amplia expansión. Hoy se puede comprar un auto de gama media o alta, sacar un
crédito para construir o comprar inmuebles u obtener créditos productivos para
las pymes actualizadas por UVA (Unidad de Valor Adquisitivo). En Córdoba, por
caso, Bancor selló acuerdos con empresas desarrollistas para ofrecer créditos
atados a UVA’s con plazos que pueden ir de 5 a 20 años y con montos que
permiten conseguir hasta $2,5 millones a una tasa anual del 4,9%.
La
posibilidad de contar con un instrumento que permite actualizar las cuotas fue
la llave para la reaparición del crédito hipotecario, luego de muchos años sin
respuestas concretas en ese campo. El otro atractivo que introdujo el esquema
UVA es que posibilita a las entidades financieras un horizonte de mayor
previsibilidad, lo que abre las puertas para poder otorgar mayores montos, en
oposición a otros productos financieros.
Un trabajo
del sitio especializado Inversor Global en función de datos del Banco Central
da cuenta de que desde mayo de 2016 a octubre de 2017 los créditos UVA
ascienden a $51.775 millones, de los cuales el 69% corresponden a hipotecarios,
el 29,5% a personales y el 1,5% a prendarios. En ese marco, y apartándose de la
euforia generalizada que se ve en torno a los créditos UVA, ya comenzaron a
escucharse algunas voces advirtiendo sobre las contraindicaciones de este
sistema. PERFIL CORDOBA dialogó con José Simonella, presidente del Consejo
Profesional de Ciencias Económicas, para conocer más sobre los créditos UVA y
las precauciones que hay que tener a la hora de tomarlos.
Cotización. “Es una buena noticia que haya crédito
hipotecario y a mucha gente le sirve. Dicho esto, creo que no está bien
explicado el alcance que tiene un préstamo, que está copiado del modelo
chileno, un país con una inflación muy baja. En Argentina es distinto. Se
definió a fines de marzo de 2016 cuánto valía el m2 de una construcción típica
y a partir de ahí un porcentaje de ese valor es el UVA. Desde allí ese valor se
actualiza todos los días por CER. Es decir que todos los días es un poco más
alto que el del día anterior, porque tenemos inflación alta. Si se observa el
valor del UVA desde que se creó, subió un 50%. Se creó en $14,05 y para el 26
de diciembre de este año valía $21,09”, subrayó Simonella.
El
economista advierte, en esa línea, que “los argentinos estamos formateados de
otra forma. Sacamos un préstamo, donde la cuota no pasa del 25%, 30% del
salario, en general con tasa fija, pero como siempre hay paritarias y el
salario va creciendo eso hace que esa proporción inicial cada vez sea menor.
Estamos acostumbrados a ver que la incidencia de la cuota del préstamo en
nuestro salario va perdiendo importancia. Se va licuando. Eso no va a pasar con
la UVA, que se actualiza todos los días y el interés que se cobra es sobre el
capital actualizado. Si una persona sacó un préstamo UVA en marzo de 2016, hoy
debe un capital del 50% más. Se cobra el 4,5% real sobre UVA. En un principio
se pagaba 4,5% sobre $1 millón y ahora pagarías 4,5% sobre $1 millón y medio.
Los salarios han crecido lo mismo punta contra punta. Pero hay un problema
financiero, porque los salarios aumentan una vez o dos veces al año. El salario
pega dos saltos, pero el préstamo UVA crece todos los días. Financieramente,
entre punta y punta hay unos meses que, quedas descalzado, es un tema
financiero que con inflación alta, no es un tema menor”, graficó Simonella.
Cuesta arriba. El de la actualización permanente y el
descalce financiero que puede producir frente a salarios que se actualizan por
tramos (por lo general dos veces al año) es uno de los aspectos para tener en
cuenta. La fuerte incidencia de la cuota sobre el salario que por ello implica
el préstamo UVA sería otro aspecto delicado del esquema: “Esto hay que
explicarlo porque en la historia crediticia argentina no pasó ni con los
préstamos personales. Tenían tasa alta, pero si se podían pagar las primeras
cuotas, la cuota 20 iba a implicar menos de los ingresos. El tomador de
préstamo en UVA tiene que saber que si el préstamo es a 30 años, le va a exigir
un esfuerzo por 30 años, va a tener que pagar una cuota tan significativa como
la inicial, salvo que la situación laboral mejore por algo más allá de la
actualización salarial paritaria”, afirma Simonella.
Recálculo negativo. La recalibración de la expectativa de
inflación para el próximo año y el horizonte de endeudamiento que el Gobierno
difundió el pasado jueves puede significar otras complicaciones para los
tomadores de deuda, según el análisis que hacen desde el CPCE: “La redefinición
de las metas de inflación demuestra que el Gobierno no puede dominar la
inflación. Hubo dos noticias para los tomadores de UVA que no son buenas. La
primera es que la inflación va a seguir siendo alta, con lo cual este proceso
de suba de UVA todos los días va a seguir, y además el Gobierno está empeñado
en pelear contra la inflación y es difícil eso con salarios que se indexen por
encima de la inflación. Hoy yo recomendaría un préstamo a tasa fija”, concluyó Simonella.
Negocio para los bancos. “Los bancos tienen más información
que nosotros, por lo general. Y tienen la posibilidad de ofrecer plazos fijos
en UVA. Ahora, yo pregunto cuántos bancos ofrecen plazo fijo en UVA. Los
tienen, pero no los ofrecen porque no les conviene. El banco te toma el plazo
fijo a tasa fija y te da el préstamo en UVA, cuando podría tomar te el plazo
fijo en UVA ¿Si el banco se endeuda en tasa fija, por qué a uno le convendría
endeuda r se en UVA? Ofrecen un producto que ellos no usan”, advierte
Simonella.