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CóRDOBA
Soledad Salas

“La brecha de género en el mundo tecnológico es un problema de hostilidad”

La fundadora de Mujeres en Tecnología (MET) cuenta cómo se reconfigura el panorama de género en los ambientes tecnológicos. Afirma que hay una “falta de oportunidades de acceso” por parte de las mujeres.

19-6-2022-Soledad Salas
SALAS. Para la fundadora de MET, “es necesario derribar todos los estereotipos y estimular a las mujeres a dedicarse a la ciencia y la tecnología”. | CEDOC PERFIL

Soledad Salas es politóloga especializada en innovación educativa. Sin embargo, su camino profesional fue mutando hacia el área de la educación y el emprendedorismo tecnológico, lo que derivó en la fundación de Mujeres en Tecnología (MET), una asociación civil sin fines de lucro que busca promover la participación de mujeres en el área tecnológica potenciando su desarrollo y fomentando la visibilización de su trabajo.

Su camino trajo aparejado grandes saltos para las mujeres en el sector IT, quienes encontraron un espacio para nuclearse, aprender y crecer. Por ese motivo es que la carrera de Salas, junto a este espacio, representa un avance significativo en materia de género y tecnología.

Un recorrido. Sus primeros pasos en la profesión no estuvieron relacionados a esta temática. “Me especialicé en innovación educativa y desde ahí trabajé siempre en proyectos educativos con impacto social con grupos en situación de vulnerabilidad. El tema del género siempre estuvo ahí: trabajaba con muchas mujeres”, señala.  

“Eso me fue llevando a meterme en el área educativa en tecnología, siempre vinculado a academias de startups y proyectos relacionados, hasta que encontré un programa de género y tecnología que me voló la cabeza. Era como juntar todo lo que me gustaba: trabajar con género, porque les enseñaban a mujeres de zonas muy vulnerables a programar en 6 meses, con un área en crecimiento como es la de la tecnología, donde había trabajo genuino y posibilidades de empleo reales”, añade.

Sin embargo, cuenta que en Córdoba no había muchos espacios así. Por lo tanto, su apuesta fue ponerlo en marcha. Así fue como Salas comenzó el camino para fundar un espacio de encuentro, crecimiento y formación de mujeres con intereses y conocimientos en tecnología: así comenzó MET.

“Empezamos a reunirnos con algunas cientistas de datos del FAMAF. Yo me acerqué a ellas y les dije: ‘necesito mujeres que realmente trabajen en tecnología para arrancar esta movida de género’. Y se prendieron”, destaca Salas.

“El 26 de julio de 2018 nos juntamos por primera vez unas 30 mujeres y desde entonces esto no paró de crecer. Hoy somos más de 1.300 en una comunidad activa”.

Mujeres en Tecnología. Ejemplos de desigualdades respecto a la brecha de género en estos espacios sobran: por caso, la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la UNC muestra que en 2022 tan solo el 14% de los ingresantes a la carrera de Ingeniería en Computación fueron mujeres.

En lo que concierne a espacios laborales, los indicadores muestran una situación similar. El Monitor TIC del Cluster Córdoba Technology señala que las empresas tech cuentan con un 20% de mujeres colaboradoras en roles técnicos. A su vez, la Agencia Córdoba Innovar y Emprender advierte que, en 2021, solamente el 1,2% de las startups tenían founders mujeres.

Frente a este panorama, Salas reflexiona que no se está frente a un “problema de las mujeres”, sino más bien ante “una cuestión de hostilidad y falta de oportunidades de acceso a los ambientes tecnológicos”.

“Estudios nos confirman lo que venimos escuchando en nuestros espacios: las mujeres se enfrentan constantemente a diferentes hostilidades en el campo de la tecnología. La falta de reconocimiento de sus aportes técnicos, la arrogancia de hombres que asumen saber más sobre estos temas o la visible brecha salarial, son algunos de muchísimos casos”. Para la fundadora de MET estas hostilidades se convierten en un “sesgo” o “inconsciente” de que “las mujeres no son buenas para la tecnología”, que genera “mecanismos de exclusión, discriminación y falta de oportunidades”.

Por ello es que, en este contexto, MET cobra relevancia. Salas recalca que la organización no funciona como espacio de núcleo y encuentro de mujeres con intereses similares: sus tareas se proponen desafíos complejos y estructurales en la materia.

“La visibilización es uno de los temas más importantes a la hora de pensar género y tecnología. En las conferencias era muy común ver ‘all male pannels’ o, paneles de solo hombres. Sin embargo, desde que empezamos a trabajar se abrieron espacios de discusión sobre el lugar de las mujeres en la tecnología por un lado, y conferencias con speakers mujeres por el otro. Ese ha sido uno de los trabajos más importantes que hicimos. Visibilizar que hay mujeres trabajando en este ámbito y que están haciendo cosas importantes”, sostiene.

“También permite que ellas se conviertan en ejemplo para que otras se puedan identificar con esos roles, con esos puestos. Se trata de normalizar que las mujeres se dedican a la tecnología y la ciencia”, añade.

Trabajo en equipo. Como resultado, pero también como motor de esta visibilización, desde agosto de 2021 MET forma parte del espacio “Mujeres Tec”.

Se trata de un coworking y pre incubadora de emprendimientos tecnológicos liderados por mujeres -gratuito y público-, desarrollado junto al Ministerio de Desarrollo y el Ministerio de la Mujer de la Provincia. Esta infraestructura representa para Salas un “hito” en términos de avance en la materia. Aquí no solo confluyen todos los proyectos relacionados a género y tecnología de todas las agencias de la Provincia, sino que también se invita a las empresas a involucrarse en la temática.

“Es un trabajo muy amplio el que tenemos por hacer a nivel social y tiene que ver con los y las docentes, las familias, la comunicación de todos los ecosistemas, del Estado, de las empresas, escuelas y la cultura. Es necesario derribar todos estos estereotipos y estimular a las mujeres a dedicarse a la ciencia y la tecnología”, finaliza Salas.