La Cumbre se dispone a reafirmar su histórico vínculo con la cultura mediante la 33ª edición de la Noche de Arte, un evento que tras casi dos décadas de vigencia se ha vuelto el epicentro de la actividad creativa en la región.
El encuentro se desarrollará el 3 y 4 de enero y en respuesta al crecimiento sostenido de asistentes, presentará una transformación estructural en su dinámica: el formato “Noche y Día”.
Esta propuesta extenderá el recorrido a dos jornadas, permitiendo al público transitar el circuito de 10 a 13 y de 18 a 23 en la mayoría de sus puntos de exhibición.
La organización, bajo la coordinación general de la Secretaría de Cultura municipal, y la curaduría del colectivo In.Site, integrado por Milagros Ortiz y Claudia Andrea Pino, ha diseñado una experiencia que integra más de 250 obras y 50 artistas en unos 30 espacios.
Entre museos y talleres
El circuito artístico de este año permite ingresar a la intimidad de la creación local a través de los ateliers de artistas residentes. Espacios como Kohan Gallery, el taller de cerámica de Paula Carlota Grunig y Rastro Indio se integran a una red que conecta lo institucional con lo doméstico.
La tradición se respira de manera particular en el Museo Luis José Pisano, el Museo Ocampo y el emblemático Museo Mujica Lainez-Galería “El Paraíso”, puntos de referencia que custodian la herencia literaria y pictórica del pueblo.
Un vacío calculado que interpela al paisaje cordobés
La identidad de La Cumbre como refugio creativo se manifiesta también en las casas-taller de habitantes históricos que abren sus puertas para esta ocasión.
Así, el público podrá visitar los espacios de María Pumar, la Casa Rancho de Matías Mischung y el atelier de Eliu Canelo, donde la obra se presenta en el mismo sitio donde fue concebida.
Esta edición suma, además, la participación de artistas jóvenes y personas que, tras años de producción privada, exponen sus piezas por primera vez en un marco público.
Multiespacios y gestión colectiva
La arquitectura institucional y comercial del pueblo también se pondrá al servicio del arte durante este primer fin de semana de enero.
La Biblioteca Rusznak funcionará como un nodo colectivo donde convergerán las obras de Julieta Quijano, Valeria Inchaurza, María Sol Mut Coll y Mónica Martinon.
De igual manera, la histórica Sala Caraffa y el Centro Comercial —que reabre especialmente para dar visibilidad a artistas locales sin espacio propio— se consolidan como las postas fundamentales de la zona céntrica.
El recorrido comercial y asociativo incluye puntos como La Urraca, la Sociedad Italiana, el Colegio de Arquitectos y el local de enmarcación y fotografía Volver a Verte, de Martin Rubibi.
La propuesta se diversifica hacia el sector gastronómico y hotelero, con muestras en el hotel Casa Toledo, el restaurante Buddhi, la cafetería Fábula y locales de decoración como Hilando Fino y OAK.deco.
El legado de Remo Bianchedi y la proyección nacional
Uno de los hitos de esta edición será la inauguración de Casa Bianchedi, la vivienda de quien fuera uno de los artistas más trascendentes del país.
Su viuda, Eugenia Romero, ha gestionado una sala de exhibición que servirá de antesala para la muestra póstuma y retrospectiva que llegará en marzo al Museo Evita – Palacio Ferreyra en la ciudad de Córdoba.
El evento combinará fotografía, escultura, grabado, arte textil y otras disciplinas, con la participación de figuras como Washington Riviere, María Victoria López, Guillermo Daghero, Juan Canavesi, Ana Gilligan y Carlos Lista, entre otros.
Un mercado de arte abierto y diverso
Más allá de la contemplación, Noche y Día de Arte se posiciona como una oportunidad para el mercado cultural, con una oferta que incluye desde propuestas lúdicas hasta piezas de gran formato, con un abanico de valores que oscila entre los $15.000 y los U$S30.000.
