El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó casi 8 puntos y se ubicó en -48, su peor registro desde marzo de este año, aunque está mucho mejor que en noviembre del 2020 cuando estaba en -78.4 puntos. La caída de noviembre estuvo anclada en una fuerte pérdida del índice de condiciones locales mientras que el índice de condiciones financieras internacionales tuvo una leve mejora. Esa es una de las primeras conclusiones del último reporte del ICF que elabora el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas.
Cabe recordar que el Índice de Condiciones Financieras busca resumir el estado de las condiciones financieras que prevalecen en la economía argentina, a efectos de contar con un indicador de fácil lectura que identifique el modo en que las condiciones financieras influyen sobre los niveles de actividad financiera y económica. Apunta a reflejar la disponibilidad y el costo del financiamiento para el Gobierno, las provincias, las empresas y las familias argentinas.
El ICF tiene dos subíndices: el de condiciones locales (Liquidez de largo plazo, Riesgo legislación, Confianza en bancos, Liquidez de corto plazo, Acciones, Tasa de interés, Inflación, Riesgo país, Depreciación esperada, Brecha cambiaria) y el de condiciones externas (Inflación esperada en EEUU, Monedas emergentes, Acciones emergentes, Liquidez global, Confianza entre bancos, Riesgo europeo, Riesgo emergente, Acciones EEUU, Bonos EEUU, Commodities).
Según el último reporte, el subíndice de condiciones locales se ubicó en -85.5 puntos, su quinta caída consecutiva. En junio estaba en -60.8. La caída de noviembre fue la peor de todas. “Las tres variables que más contribuyeron a la caída fueron la brecha cambiaria, el riesgo de legislación medido por la diferencia de rendimiento de bonos de ley argentina con ley extranjera y las expectativas de devaluación medidas a través del mercado de NDF. La caída en los depósitos en dólares contribuyó al hundimiento del índice, pero no fue tan significativa”, explicó el trabajo.
En tanto, el subíndice de condiciones externas mejoró 3.1 puntos en el mes y se ubica en 37.5 puntos. Desde julio del 2020 las condiciones internacionales están en zona de confort.
“La economía argentina lleva 38 meses operando en zona de stress financiero. La última vez que el ICF local estuvo en terreno positivo fue en agosto de 2018. De todas maneras, los primeros 12 de estos 38 meses de sufrimiento el stress era moderado, mientras que ahora llevamos 26 meses de stress severo, aunque es justo decir que desde el pico de stress de abril 2020 con el surgimiento del Covid-19, la mala onda se redujo considerablemente desde -138 a -85 puntos. De todas maneras, la Argentina está lejos de acceder al mercado de crédito internacional. Quizás un puñado de compañías podrían hacerlo, pero tampoco lo hacen ya que la brecha cambiaria no lo hace muy interesante para los potenciales deudores”, remarcan desde el IAEF.