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CóRDOBA
UN AÑO DEL ASALTO EN NUEVA CORDOBA

La Justicia aún no pudo demostrar si Romagnoli tenía una cueva financiera

Sospechan que entre los cheques robados había valores de Luz y Fuerza, el Sep y el Surrbac. Nada se sabe sobre cuánto dinero tenía en el departamento, ni dónde terminó el botín sustraído.

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GUIDO ROMAGNOLI. Tras el violento asalto, abandonó el departamento de Nueva Córdoba para ir a vivir a la casa paterna en cercanías de Av. Fuerza Aérea. | Cedoc Perfil

La semana pasada se cumplió un año del atraco al departamento de Guido Romagnoli en calle Rondeau 84, de barrio Nueva Córdoba. Aún no se pudo probar si en el 8A funcionaba una financiera ilegal, a pesar de que existen sobradas sospechas al respecto. 

Una semana después del asalto, el 23 de febrero, la fiscal federal, Graciela López de Filoñuk, inició una investigación de oficio para desentrañar si Romagnoli operaba una cueva, como se denomina vulgarmente a las financieras que operan de manera ilegal. A esa altura, ya se habían perdido las pruebas principales. Romagnoli había declarado tras el robo que administraba propiedades, pero informes de Afip demostraron gastos inconsistentes con sus ingresos en blanco. 

Al día siguiente del asalto, su novia retiró documentos y pruebas para llevarlas a un banco. Cuando se hicieron los allanamientos, los investigadores no encontraron nada. 

Sin imputados el expediente permanece activo y acumula 6 cuerpos. El 5 de febrero incorporó la última información solicitada por oficio.

Sin embargo, fuentes consultadas por PERFIL CORDOBA admitieron que hay indicios de que, entre los “clientes” con cheques en la financiera habría tres gremios: Luz y Fuerza, el Sindicato de Empleados Públicos (Sep) y el Sindicato Unico de Recolección de Residuos y Barrido de Córdoba (Surrbac). Aunque se desconocen los montos fue llamativo que a menos de tres meses del asalto, el sindicato lucifuercista sufriera el rechazo de 88 cheques por falta de fondos. El monto era de $7,5 millones y ese listado de valores ya fue incorporado a la causa.

¿Cuánto se robaron? Hasta el día de hoy no se puede saber con certeza el monto. Romagnoli declaró que esa noche se llevaron $300 mil y cheques por $2,3 millones; pero la cifra no cierra atento a los pergaminos delictivos que ostentaban los cerebros del asalto, Ricardo Serravalle (53) y Ricardo, el Ciego, Hidalgo (62). Nada se sabe, tampoco, sobre el destino del dinero. Quedó flotando la duda sobre si, así como desapareció el arma mortal que llevaba el primero de los delincuentes abatidos esa noche, habría sufrido la misma suerte el botín del asalto.

Un plan trunco.  Cinco ladrones accedieron con copias de llaves originales alrededor de las 21 del jueves 15 de febrero de 2018 y esperaron, agazapados, la llegada del dueño de casa y su novia, Melisa Sosa, que se produjo a la medianoche.

Sorprendidos, Romagnoli y Sosa lograron refugiarse en un baño. El ruido de un disparo que realizó uno de los asaltantes alertó a una vecina que convocó a la Policía a través del 101. Ese llamado desmoronó el plan que habían diseñado los cacos. Uno huyó por los techos de edificios colindantes y otros tres bajaron por las escaleras. Serravalle e Hidalgo cayeron abatidos en la vereda.
El policía Franco Ferraro (29) también resultó muerto por balas 9 mm, ejecutado por Serravalle.

El arma de la que emergió el disparo fue robada de la escena del crimen y aún no fue encontrada. La intensa balacera se desencadenó en medio de transeúntes y asistentes a bares de la zona.

La causa por el asalto y la muerte del policía fue elevada a juicio por el fiscal provincial, Rubén Caro, confirmada por la jueza de Control, Anahí Hampartzounian con los siguientes imputados: Ariel Gramajo (43), Ariel Murúa Rodríguez (43) –ambos capturados meses después en Lomas de Zamora y Gálvez- y Diego Tremarchi (32), el único aprehendido el día del asalto. Dos tíos abuelos de este último, Teresa Mitre (69) y Miguel Ángel Mitre (65), son sospechosos de haber facilitado datos y las llaves a los delincuentes. Por apelación de los defensores, el expediente está actualmente en la Cámara de Acusación.