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JUNTOS POR EL CAMBIO

La lista de Macri en Córdoba y el desafío de recuperarse de la seguidilla de derrotas

En casi cuatro años, los socios cordobeses de la coalición nacional perdieron bancas en la Unicameral, en el Concejo e intendencias. La imagen presidencial, única alternativa.

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DESAFÍO. Los candidatos de Macri en Córdoba con el objetivo de recuperarse de los últimos comicios. | Cedoc Perfil

Sabido es que Córdoba se convirtió en 2015 en el distrito que depositó a Mauricio Macri en el despacho principal de Casa Rosada. El rechazo al kirchnerismo, como así también el contundente respaldo al líder del PRO, se mantienen incluso cuatro años después. Con algunos números menos en la imagen positiva del presidente, es cierto; pero también con índices negativos que se mantienen con respecto a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. 

Sin embargo, salvo en las Legislativas nacionales de 2017, en los comicios provinciales y municipales nunca la imagen de Macri pudo traccionar de manera positiva a los candidatos locales. La prueba más reciente fueron las elecciones del 12 de mayo, comicios en los que el líder del PRO se mantuvo prescindente pero en los que decidió apostar con la llegada de dirigentes de su entorno. 

El interrogante que se abre es si aquellos candidatos que no fueron acompañados en mayo por el electorado son capaces de revertir esos resultados desde la lista de legisladores nacionales que acompañará a Macri. Y la primera respuesta, tal vez la dio Miguel Pichetto en su primer cara a cara con los funcionarios nacionales en los que se habló del ‘Caso Córdoba’. “¿Tenemos alguien mejor?”, disparó el senador tras levantar la famosa cláusula de no repetir candidaturas. 

De la lista que representará a Macri, Mario Negri fue el reciente candidato a gobernador y cayó por más de 30 puntos; Soher El Sukaría, perdió como postulante a legisladora por Capital; Hugo Romero, representa a un mestrismo que quedó tercero; Leonor Martínez Villada, va por la Coalición Cívica y Luis Juez perdió la elección a la intendencia por segunda vez consecutiva. 

Las pérdidas en la Provincia. En abril de 2015 en territorio cordobés se selló la alianza Juntos por Córdoba con la que se presentaron a los comicios provinciales del 5 de julio de ese año. 

La lista que encabezaron Oscar Aguad y Héctor Baldassi consiguió un 33,7% y terminó a seis puntos de la fórmula Juan Schiaretti-Martín Llaryora (39,8%) que resultó electa. Sin embargo, el exiguo margen le permitió la creación de un interbloque en la Unicameral de 24 legisladores con mayoría del radicalismo. 

La distribución inicial -después tuvo cambios por el fallecimiento de Jorge Font, el paso al oficialismo de Adriana Oviedo y la renuncia de Juan Pablo Quinteros- quedó de la siguiente manera: 14 radicales, siete del Frente Cívico y tres del PRO. 

Sin embargo, la reciente caída de los socios cordobeses de Macri que llegaron divididos en dos listas dejó a un PJ con mayoría agravada, cuando hace cuatro años había perdido el quórum propio. 

En mayo, Schiaretti obtuvo el 57%, Negri el 19% y Ramón Mestre, con la lista del radicalismo, se quedó con un 11%. Pero además, ganó en 25 de los 26 departamentos y allí se quedó con las bancas. Por caso, en 2015 el respaldo a la lista apadrinada por Macri fue superior en varios distritos a la del peronismo; y el departamento Capital donde en 2015 Juntos por Córdoba arrolló al PJ, esta vez quedó para el oficialismo provincial. 

El más de millón de votos de Hacemos por Córdoba dejó al oficialismo provincial con 52 bancas en la Unicameral mientras que los actuales integrantes de lista nacional del macrismo tendrán 14 bancas que aún no saben cómo se manejarán. Si habrá interbloque -dependerá de la elección nacional- o si se dividirán 8 negristas y seis mestristas, como fueron electos. 

En la Capital, también. Aquellos que tienen línea directa con funcionarios nacionales cuentan que nada los enojó más que perder la capital cordobesa. A la que en varios casos la habían calificado como una “mini provincia”. 

En 2015, en alianza entre el PRO y la UCR, el macrismo llegó a colocar al vice Felipe Lábaque y sumar dos bancas en el Concejo que se quedó con la mayoría automática. 

Cuatro años más tarde, no solo se perdió a manos de Martín Llaryora (40%), sino que las listas de Luis Juez (19%) y Rodrigo de Loredo (16%) dejaron con seis bancas cada uno en el Legislativo municipal. También sujeto a la posibilidad de interbloque, pero dependiendo del plano nacional. 

Los números del interior.  No solo los actuales candidatos de la lista de Macri vienen de derrotas recientes. Aquellos que quedaron afuera del armado, como los dirigentes del PRO orgánico, tampoco exhibieron triunfos. 

El macrismo ortodoxo comandó en estos cuatro años el foro de intendentes desde donde quiso disputarle poder a Mestre, líder de los jefes comunales radicales. Sin embargo, esto no se tradujo en éxito: perdieron ciudades que administraban como Jesús María y Oliva; y también sumaron derrotas en aquellas que pretendían gobernar a partir de este año como Villa María o Villa Dolores. 

Con estos precedentes, la estrategia del Gobierno nacional en Córdoba será apelar una vez más a la imagen de Macri porque, tal cual reconocen aquellos que están adentro como los que se quedaron mirando el acuerdo por la ventana, los votos son de él.