La palabra “escándalo” se le apareció una tarde de domingo como si fuera un cartel luminoso. Ese mismo día decidió escribir La intimidad pública, un libro que aborda los escándalos de los famosos.
Así, se adentró en las redes hasta que se dio cuenta que la base de su investigación debía partir de la televisión y de las revistas de papel, donde encontró la síntesis de los escándalos.
En la presentación de su libro en Córdoba, en el marco de la Feria del Libro y el Conocimiento, Beatriz Sarlo realizó un análisis sobre esta narrativa, su impacto en los consumidores y desmenuzó la palabra “famoso”: “Los escándalos -entendidos como una forma hiperbólica de presentar un conflicto- se dan en el mundo de los famosos y no en el de las grandes estrellas o los actores establecidos. Los famosos son aquellos de quienes es difícil saber su cualidad; en alguno de los casos tuve que averiguar qué hacía, a qué se dedicaba ese famoso”, dispara.
Sarlo sostiene que los escandalosos son aquellos que viven de lo que producen como escándalo y que los protagonistas son más mujeres que hombres. La razón radica en que las mujeres, además de ser más atractivas -tanto para hombres como para mujeres-, son las grandes productoras: “Los escándalos están basados en el sentimentalismo y tradicionalmente son las mujeres las forjadoras de lo sentimental”, explica.
Señalado como el gran inventor de esta dimensión escandalosa, Jorge Rial, desde sus gestiones en La Casa del Gran Hermano, supo ganar muchos adeptos hacia esta narrativa que atrae a un gran segmento de la sociedad: “Yo tengo una interpretación sobre esto y es que vivimos en sociedades en las que entender otras historias es muy complicado. Por ejemplo: yo no puedo ni empezar a explicar cómo es el sistema financiero si alguien me pregunta; y soy una persona que lee mucho la prensa. En el mundo, no solo en la Argentina, las cuestiones de la política se han vuelto más complejas y las historias del escándalo son muy sencillas, tienen tres capítulos: me enamoré de vos, me traicionaste y nos separamos (o nos volvemos a juntar). Entonces entenderlas es muy fácil”, finaliza.-