Cuando en Argentina, y en Córdoba de manera particular, todo estaba listo para disfrutar de las vacaciones de verano con relativa tranquilidad sanitaria, una variante surgida en Sudáfrica llegó para ratificar, por si quedaba alguna duda, que la pandemia no estaba terminada.
En pocos días los contagios comenzaron a multiplicarse de manera exponencial, la curva de nuevos casos empezó a apuntar al cielo y aún parece no haber alcanzado su punto más alto a pesar de que ya orilló los 12.000 casos, un número récord en estos dos años de convivencia con el coronavirus.
Ómicron y su potencia hipercontagiosa generó en Córdoba momentos en los que se vio un verdadero desborde sanitario. Interminables filas de personas aguardando un turno para hisoparse (y muchas otras yéndose), fueron las primeras postales que generó la llegada de esta variante de preocupación a la provincia. Las imágenes de personas con reposeras aguardando varias horas para lograr acceder a un test se repitieron día tras día.
El pasado viernes, algunos laboratorios privados, que aseguran contar con respaldo de entidades oficiales, colgaron el cartel de ‘cerrado’ antes del mediodía y explicaron que dejaban de hisopar porque se les habían terminado los reactivos, insumo indispensable para poder continuar con los análisis.
Frente al crecimiento descomunal de casos y al impresionante número de personas aisladas, las autoridades de Salud dispusieron nuevas condiciones de aislamiento en búsqueda de que esa fuerza de trabajo en condiciones de aislamiento no genere un impacto tan contundente en la economía ni en los centros de salud, en caso de trabajadores de este rubro.
También hubo anuncios en materia de vacunación: con el fin de potenciar la inmunidad colectiva se dispuso la reducción de tiempos de espera para la colocación de terceras dosis en distintos grupos poblacionales. Esto generó nuevas y extensas filas, esta vez no en los centros de testeo sino en los vacunatorios, que vieron su capacidad al límite, situación que obligó a las autoridades a abrir nuevos lugares para atender a la población.
¿Pudo preverse toda esta situación? La respuesta divide aguas entre expertos en materia sanitaria: algunos aseguran que Ómicron tuvo características propias que la hicieron impredecible. Otros, en cambio, aseguran que la foto que mostró Europa debió servir para anticipar escenarios en nuestro país, y en Córdoba en particular, que fue la primera provincia en registrar transmisión comunitaria entre su población.
Enero abre nuevos interrogantes. El principal es si bajarán los casos tras las masivas reuniones de fin de año y que fueron parte de la explicación del abrupto incremento de contagios. La segunda es si se extenderán las medidas restrictivas que culminan el próximo martes. En principio, no se excederían esa fecha con la idea de tener una temporada veraniega casi normal. Sin embargo, en este momento ninguna opción se descarta en caso de que el tan temido número de camas críticas, que se ha mantenido en niveles muy diferentes al de los contagios, comience a aumentar.