Isabel Martínez dirige, junto a sus hermanos, las empresas familiares Fumiscor, Famma Automotive y Servicios Industriales S.R.L., dedicadas, las dos primeras, al rubro de las autopartes, proveedoras de las terminales automotrices y la última a la fabricación de embalajes, carros y racks para la industria automotriz, como también a obras civiles.
A su vez, es ex presidenta y actual vocal de la comisión directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos, segunda vicepresidenta de la Unión Industrial de Córdoba y participante del comité de presidencia de ADIMRA, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina, donde preside las comisiones de Equidad y Automotriz. Por lo tanto, si de profesionales con trayectoria en la industria metalúrgica e industrial hablamos, Martínez es una de las referentes.
Primeros pasos. Comenzó su camino como estudiante de la Licenciatura en Química Farmacéutica, profesión que ejerció por algunos años. No obstante, en 1995, la empresa familiar tocó su puerta. Su padre, Domingo Martinez Barnes, fundador de Fumiscor, la convocó para trabajar mano a mano. Desde entonces, su carrera giró en torno a la industria metalúrgica.
A medida que el negocio familiar se expandía de la mano de Famma y Servicios Industriales, Martínez lo hizo también. En 2004 se vinculó por primera vez a la actividad gremial como representante de la empresa en la Cámara de Industriales Metalúrgicos, espacio que llegó a presidir diez años después.
“Cuando me incorporé a la Cámara de Industriales Metalúrgicos fui la primera mujer de la Comisión Directiva. Eso ha ido cambiando: las mujeres comenzamos a participar mucho más en estos espacios gremiales empresarios, y actualmente, el 40% de los participantes de dicha comisión son mujeres”, comenta.
Su carrera en el ámbito metalúrgico e industrial no solo permite descubrir su talento y experiencia empresarial. Demuestra también que la presencia de mujeres en el rubro es una realidad.
Sin embargo, no se puede ignorar que nos encontramos frente a uno de los sectores donde la presencia masculina es abrumadora. Según el primer informe de ADIMRA Equidad, en marzo de 2021 las mujeres representaban un 11% de los trabajadores de empresas metalúrgicas y de este total, únicamente el 32% realizan tareas operativas.
Este mismo estudio arroja otros datos que ayudan a pintar el panorama del sector. Tan solo el 17% de las empresas encuestadas están lideradas por mujeres y el 64,4% reconoció no incentivar la contratación de las mismas en actividades no tradicionales. Una de las razones es no tener posibilidad de adaptar la infraestructura, como vestuarios, baños, etc.
El camino hacia la inclusión. Actualmente, la tendencia indica que las industrias nucleadas en el rubro metalúrgico apuestan por políticas de inclusión y de género. Pocos meses atrás, empresas de renombre como Nissan y Renault anunciaban la convocatoria a mujeres para cubrir cargos de operarias en su planta de Santa Isabel. De los 300 nuevos puestos de trabajo, se espera que al menos la mitad sean cubiertos por mujeres.
Por otro lado, el mismo relevamiento realizado por ADIMRA arroja que al 69% de las empresas encuestadas le interesaría recibir capacitaciones y charlas en torno a género e inclusión, el 33% considera importante trabajar en líneas de financiamiento especiales y el 27% se interesan en participar de espacios específicos para trabajar el tema.
A su vez, casi la mitad de las empresas encuestadas están interesadas en recibir capacitaciones sobre oficios orientadas a mujeres y liderazgo femenino, mientras que el 32% cree conveniente realizar charlas de prevención y lucha contra la violencia en el lugar de trabajo y el hogar. Se trata de porcentajes muy alentadores, en un mundo que supo ser “poderío de hombres”.
Para Martínez, estas iniciativas y resultados son la traducción de una “toma de conciencia en la importancia de la inclusión. Ya no hablamos solamente de los equipos de dirección, donde realmente ya se balancea la toma de decisiones: hablamos de mujeres en roles técnicos”.
“Hemos avanzado mucho y eso se debe principalmente a que nos hemos animado a intervenir y a ocupar los lugares disponibles. Con la participación vamos demostrando que las mujeres estamos en iguales o mejores condiciones que los varones. Si uno ve las estadísticas, el 60% de los egresados de las universidades son mujeres. Podemos decir que estamos preparadas”, agrega.
Sin embargo, reflexiona que aunque se trate de “un camino, éste es recién el comienzo. Creo que es un trabajo permanente que tenemos que hacer en todo el sector empresarial, y en la industria metalúrgica en particular. Pero creo que este es el camino para la incorporación de más mujeres en el mundo del trabajo”.
Por el momento se puede afirmar que nos encontramos frente a “una industria que está dispuesta a incorporar mujeres.”. Sin embargo, para Martinez “es importante hacer un trabajo de sensibilización, que las mujeres se sientan capaces y se presenten a los cargos frente a una búsqueda laboral”. Y para ello, será siempre “necesario que el tema se converse y esté permanentemente en discusión”, concluye.