El viernes se produjo la segunda detención en la causa en la que se investigan ataques a bebés recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal de nuestra ciudad. Liliana Asís, exdirectora del establecimiento, fue apresada en el marco de un nuevo allanamiento a su domicilio.
La medida dispuesta por el fiscal de Instrucción, Raúl Garzón, valoró dos cuestiones: el comportamiento que tuvo Asís frente a los 13 episodios identificados en los que cinco bebés murieron y ocho sobrevivieron a pinchazos con potasio, por un lado, y su conducta hacia la investigación judicial, por el otro. Este segundo aspecto es lo que también le permite medir el riesgo procesal para ordenar que esté en prisión.
Las querellas, a cargo de Carlos Nayi y Daniela Morales Leanza, habían planteado la existencia del delito de encubrimiento. Se advertía en la evolución de la instrucción penal que se sumaban hechos para agravar su situación procesal. Ahora irán por más, pedirán que también sea detenido el exministro de Salud, Diego Cardozo.
A prisión. El fiscal Garzón analizó la prueba y pidió una orden de allanamiento al Juzgado de Control. Con la autorización del juez, el último viernes se concretó el procedimiento. Según fuentes que intervinieron en el operativo, Asís se mostró “ofuscada” cuando llegó la Policía a su vivienda. Le proporcionaron apoyo psicológico. Ahora su imputación quedó redefinida del siguiente modo: encubrimiento por ocultamiento y destrucción de prueba agravado por la calidad de funcionaria pública –es el delito que se sumó–, omisión de deberes de funcionario público y falsedad ideológica.
Asís tiene 74 años. Es probable que su defensor, Franco Vitozzi, pida de inmediato la prisión domiciliaria, aspecto que no se descarta en la Fiscalía. Solo cambiaría lugar de cumplimiento de la medida cautelar, porque quienes transitan tribunales saben que no se ordena una detención para dar la libertad al día siguiente. Lo más seguro es que en los próximos días se dicte su prisión preventiva.
Diálogos grabados. Uno de los aspectos que más se recrimina a quienes eran autoridades del Hospital Neonatal y del Ministerio de Salud es no haber denunciado ante la primera y mínima sospecha que las muertes y descompensaciones de bebés no tenían explicación médica aparente. Todos nacían en buen estado, sus madres eran sanas y habían tenido embarazos controlados.
En la investigación quedó claro que, desde que se produjo el primer deceso, el 18 de marzo del año pasado, saltaron las alarmas internas. Pero no dimensionaron o, quizás, ocultaron la gravedad de los hechos que colocan ahora al hospital provincial en una acotada casuística mundial de asesinatos en serie en establecimientos sanitarios, agravado por la condición de extrema vulnerabilidad de las víctimas: bebés recién nacidos.
Cinco meses después del primer episodio, con cinco muertes y ocho bebés descompensados, recién fue detenida la enfermera Brenda Agüero, acusada de 13 ataques. Ni siquiera con semejante estadística, Asís ni Cardozo, ni los otros cuatro exfuncionarios imputados, denunciaron judicialmente los sucesos.
No sólo eso. El 19 de agosto, mientras Agüero era aprehendida, se produjo un diálogo telefónico entre Liliana Asís y el entonces ministro de Salud, Diego Cardozo, en el que interviene un tal Pablo, posiblemente Carvajal, segunda autoridad de la cartera sanitaria. Fue incorporado al expediente.
En esa conversación y en otras, hay indicios de que coordinan qué decir cuando sean convocados por la Justicia.
Cercanía. A Liliana Asís no le fue extraño ninguno de los 13 casos reportados. Tomó conocimiento de cada uno de ellos y no activó medidas para dar participación a la Justicia. Se le endilga la misma omisión a Cardozo.
En aquella conversación, Asís le comentó al exministro que la división Homicidios le había allanado su casa y le habían notificado la imputación firmada por el fiscal Garzón. Cardozo le responde: “Vamos a salir de esta, vamos a presentar todas las pruebas; las cosas se van a encaminar”. Ella agrega que no hay nada que esconder pero hacia el final del diálogo incorporado a la causa, ella expresa desconcierto respecto a qué tendrá que responder cuando la interroguen en la Justicia.
Además, nunca entregó el teléfono que usaba como directora del Neonatal porque “desapareció”.
“Vamos por un escalón más”. Carlos Nayi, abogado que representa a gran parte de las madres que perdieron a sus bebés, destacó la decisión del fiscal Garzón de ordenar la detención de Liliana Asís. “Participó de reuniones para pautar respuestas para fundar pactos de silencio”, señaló a este medio respecto a la exdirectora del Hospital Materno Neonatal.
El letrado también dijo que hasta diciembre había elementos para producir su detención pero que ahora se sumaron otros para visibilizar que el exministro de Salud y el resto de los funcionarios tuvieron actitudes similares. “Igual camino debe seguir Cardozo y otros funcionarios que sabían y que encubrieron”, dijo y agregó: “Están en una situación de riesgo procesal similar a la de Liliana Asís”.
Morales Leanza, por su parte, aseveró que hay elementos en el expediente que permiten sospechar también del resto de los funcionarios.
¿CONFIRMARÁN A GARZÓN?
La próxima semana el Juzgado de Control, a cargo de Juan Manuel Fernández L ópez, se pronunciará sobre si el fiscal de Instrucción, Raúl Garzón, debe ser apartado o continuar al frente de la investigación. Defensores de Brenda Agüero lo acusaron de falta de objetividad y de haberla prejuzgado e intimidado, poniendo en riesgo el principio de inocencia. Garzón ya sorteó el desdoblamiento del expediente. De los siete imputados que tiene, hay seis exfuncionarios públicos que plantearon que deben ser investigados por el Fuero Anticorrupción. La posibilidad fue rechazada y confirmada por el juez de Control.
SIETE IMPUTADOS
Brenda Agüero (enfermera) Liliana Asís (exdirectora del Hospital Neonatal) Marta Gómez Flores (exjefa del Servicio de Neonatología) Adriana Morales (exjefa del Servicio de Neonatología) Alejandro Escudero Salama (vicedirector de Gestión Hospitalaria del Neonatal) Diego Cardozo (exministro de Salud de Córdoba) Pablo Carvajal (exsecretario de Salud de Córdoba)