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Al borde del colapso hospitalario

Malestar entre sanitaristas del Ministerio de Salud por el regreso de las flexibilizaciones

Los profesionales no ocultaron su malestar por los anuncios del pasado viernes. Reuniones familiares, una de las medidas que más enojo causó. Ayer, cónclave caliente en el Complejo Pizzurno.

Ministerio de Salud Córdoba
REUNIÓN CALIENTE. El encuentro que las autoridades sanitarias mantienen cada sábado, fue de alto voltaje. | Cedoc Perfil

El anuncio realizado el viernes en El Panal por el vicegobernador Manuel Calvo, rodeado de funcionarios de primera línea del Gobierno provincial –entre ellos el Ministro de Salud, Diego Cardozo– fue observado con estupor por los principales referentes sanitarios de la Provincia.

Nunca, a lo largo de toda la pandemia, hubo diferencias tan marcadas entre el ala sanitaria y el ala política.

En la reunión que se llevó a cabo el sábado en el Complejo Pablo Pizzurno, donde funciona el Ministerio de Salud, se produjo una discusión muy caliente, con enojos a flor de piel y cuestionamientos duros. Uno de los puntos más controvertidos fue la habilitación de las reuniones familiares de hasta ocho personas.

“Uno puede entender la habilitación del trabajo, por la cuestión económica; también la escolaridad presencial, porque la escuela brinda contención emocional y hasta alimentaria para muchos niños, pero las reuniones familiares y sociales es devastador para muchos”, sintetizó un sanitarista que participó de la reunión y que encabeza la cruzada contra el virus desde el primer momento.

Respecto a un posible escenario con este esquema de aperturas, nadie se atrevió a anticipar cuál puede ser el pico de casos en las próximas semanas.

“Ya, más camas críticas no se pueden agregar. Se sumaron todas las que se podían y es un recurso finito que sin importar cuantas agreguemos, en algún momento se ocuparán”, agregó con extrema preocupación la misma fuente.

“En la primera hora había que cuidar a nuestros adultos mayores. Hoy, con las nuevas cepas, no importa la edad o las comorbilidades, todos pueden cursar un cuadro grave de esta enfermedad”, completó.

Acciones. Con el objetivo de que el paciente no llegue en estado crítico a una guardia, las acciones se centrarán en acudir lo más rápido posible a los centros prehospitalarios que se irán sumando con el correr de las horas. La idea es que la persona en el momento que obtenga su resultado de hisopado positivo, acuda a un centro prehospitalario, principalmente aquellas personas con algún tipo de comorbilidad y a partir de allí se le haga un seguimiento de su enfermedad.

Una mirada desde el Clínicas. Rosana Trucchia, infectóloga del Hospital de Clínicas y docente en la Facultad de Ciencias Médicas, se mostró sorprendida por el nivel de apertura anunciado: “Se cerró con menos casos y se abrirá con 5.000 casos diarios. No parece tener mucha coherencia la acción. Las medidas que se toman en general, tienen impacto a los 15 días, por una cuestión biológica del virus y sus períodos de incubación. Una semana nos parecía poco y ahora plantear la apertura en este momento epidemiológico de tantos casos reportados en los últimos días, lo cuestionamos”, comentó la profesional. “Por otro lado uno entiende la situación social. La gente desde el punto de vista económico está muy ajustada, sabemos que hay sectores que están devastados por la pandemia, pero el sistema está agotado o agotándose. Hay mucha gente internada y con necesidad de internarse. La demanda es mucha. Aquí, en el hospital, estamos con altísima demanda en las camas dispuestas para Covid”.

Cuarentenas intermitentes. La opción sanitaria que más consenso recibe en este momento tan difícil, tanto por epidemiólogos locales como nacionales, es la propuesta de cuarentenas intermitentes con inicios y finales bien definidos. La misma está bajo estudio por autoridades sanitarias nacionales y también provinciales.

 

“Una decisión peligrosa”

La docente e investigadora Soledad Retamar, una de las voces más autorizadas del país en materia de estadísticas, definió como peligroso el nivel de apertura que se vivirá en todo el territorio nacional. “Pensar en una apertura lo entiendo desde el punto de vista económico y social, pero no desde el sanitario. El año pasado teníamos restricciones más duras con 600 casos diarios. En ese momento el objetivo era fortalecer el sistema de salud. Eso dio tiempo a que hoy tengamos otro tipo de herramientas. Ahora estamos en una situación mucho más crítica, pero con otras condiciones de contexto”, señaló la especialista. “Estamos frente a un escenario muy complejo. Bajar la cantidad de casos con este nivel de contagio es doblemente más difícil, ya que son más personas contagiando y además hay nuevas variantes que lo hacen más contagioso”. Retamar comentó que seguramente esta semana se verá un descenso de casos, como consecuencia de las restricciones aplicadas algunos días atrás, lo cual se debe a demoras en la carga de datos. “Hay mucha gente que interpreta que el récord de casos de los últimos días está pasando en el momento y entonces entiende que las restricciones no tienen sentido. Es algo importante de explicar. La semana que viene deberíamos ver un descenso de casos por las restricciones de una semana atrás, pero eso no será debido a la apertura, sino a una demora en la carga. Lo mismo pasa con los fallecidos. Estamos viendo un número de personas fallecidas que se contagiaron 15 días atrás y lamentablemente es probable que ese número crezca, al igual que la ocupación de terapia”, completó la especialista.