“Nunca tuvimos claro cuál era el medio de vida de Pablo Esser, porque la financiera la tiene desde no hace mucho tiempo, pero de ahí a que esté involucrado en una causa de narcotráfico… La verdad es que esto fue un baldazo de agua helada para San Francisco”.
El testimonio pertenece a un experimentado periodista de la ciudad del este cordobés y refleja el impacto social que tuvo la noticia de la detención del presidente de Sportivo Belgrano.
“La institución no tiene nada que ver”, se apuraron a decir varios interlocutores, aunque eso es motivo de investigación: el propio Luis María Viaut -el mismo fiscal que en 1994 intervino en Zapala en el célebre Caso Carrasco- admitió que “a la plata la contaban en las oficinas del club”.
Aunque en los últimos tiempos tomó vuelo propio en el mundo del fútbol, Esser –quien supo desempeñarse como marcador lateral izquierdo en el equipo Verde- aún es señalado en San Francisco como “hombre de Carlos Granero”, el abogado santacruceño que fue mecenas de Sportivo en los albores del Siglo 21.
Con un lejano antecedente de delantero en Huracán de Puerto San Julián, Granero llegó al fútbol grande en los ’80 de la mano de Carlos Quieto, el intermediario de confianza de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, por entonces “capos” del Cartel de Cali y dueños del América de Colombia. De estrechos contactos en la política, fue testigo y anfitrión, en su restaurante de San Telmo, del lanzamiento de la fórmula Néstor Kirchner-Daniel Scioli para las presidenciales de 2003.
Granero le dio el puntapié inicial al resurgimiento del club más popular del este provincial, con Esser como fiel ladero y presidente el incondicional apoyo del gobierno municipal. Luego el empresario “K” desembarcó en Talleres y designó a Esser como su mano derecha. Los caminos de ambos se bifurcarían, al menos en apariencia, tras el traspaso de ese gerenciamiento a Carlos Ahumada.
En supuesto tándem con Máximo Kirchner, Granero acercó a los colombianos Gio Moreno y Teo Gutiérrez a Racing en 2013 y cuatro años más tarde apareció en Newell`s de Rosario como representante del DT Juan Llop y del futbolista Brian Sarmiento. En abril de 2019 Esser inició en Sportivo un segundo gobierno que terminó abruptamente esta semana.
Amparado en el estatuto del club, que contempla la causal de “ausentismo”, el vice 1º Juan Aróstegui añadió a su condición de ídolo la “chapa” de máxima autoridad.
En su primer discurso tomó distancia de Esser, aunque evitó opinar sobre la investigación que se lleva adelante en Tribunales Federales, donde el fiscal Viaut tiene como uno de sus más estrechos colaboradores a un ex Sportivo. Se trata de Darío Rivarola, quien supo ser entrenador de arqueros y años atrás se marchó del club por diferencias con Esser. Las vueltas del fútbol.