En el marco de una crisis generalizada de la industria (agravada por la pandemia y el costo del papel, que es cada vez más elevado), Borde Perdido, Caballo Negro y Los Ríos se propusieron dar respuesta a la creciente avidez de los lectores, que se muestran cada vez más interesados en las producciones locales.
Así, durante el viernes 10 y el sábado 11 de junio en la sede de la Alianza Francesa, tendrá lugar ‘Tilde’, la primera edición de esta feria de pequeñas editoriales.
La iniciativa surgió por la afinidad de sus organizadores en cuanto a la mirada acerca del mundo editorial: “Es una propuesta que intenta, por un lado, pensar e intervenir en la ciudad desde acciones que tengan que ver con nuestro campo, y por otro, generar una vía de comercio directa y que le de otro marco al libro”, explica Matías Lapezzata, de Los Ríos.
Por su parte, Alejo Carbonell (Caballo Negro) indica que el objetivo es encontrarse bajo esa mirada compartida por los tres: “Las ferias no son todas iguales, el modo de curar una feria y de organizarla, hasta dónde se hace y qué se programa arroja una mirada. Nos interesan algunas puntas para reflexionar en torno a nuestra actividad y a nuestra disciplina. Queremos armar una genealogía de la edición cordobesa, por eso van a estar editoriales como Alción, que es muy importante en la historia de la edición de Córdoba y no se la ve mucho en ferias, y Llanto de Mudo, que es una bandera de nuestra generación de editores, con el remanente de libros que le quedan”, sintetiza el editor.
Con un despliegue editorial más que interesante –después de Buenos Aires, Córdoba es la provincia que más libros edita, donde hay más editoriales y donde los autores cobran relevancia–, el sector sortea los reveses generales de un país en crisis. “Sale muy caro hacer y comprar un libro, no somos un artículo de primera necesidad y por ahí cuesta un poco. Pero en términos generales, hemos estado peor”, señala Carbonell.
Siguiendo este razonamiento, Sebastián Maturano, de Borde Perdido, observa dos cosas: “Por un lado, un mercado afectado por la crisis que todos conocemos y la mayoría vivimos: precios que suben en costos de papel, imprenta y todo lo relacionado con vivir, desde pagar un alquiler o la luz, a trasladarse por la ciudad. Y por el otro, una gran avidez de lectores que se interesan por nuestros libros, por la producción local, por lo que se está escribiendo. Y eso sucede acá, pero también fuera de Córdoba, los proyectos cordobeses generan interés. Con el paso de los años, aún con las limitaciones de las denominadas editoriales independientes o pequeñas, se ha ido generando no solo la posibilidad de lo que se llama bibliodiversidad, sino una circulación de estéticas y poéticas diversas y en tensión”.
Aunque todavía existen discusiones pendientes en torno al rol del Estado (presupuestos, convocatorias y proyectos que ayuden a impulsar la edición local) y a las dificultades en cuanto a la distribución, Lapezzata indica que “una de las salidas directas para cualquier proyecto editorial son las librerías. Creo que en Córdoba la presencia de libros de editoriales locales ha crecido mucho y hay libreros y libreras que conocen muy bien el campo, con lo cual, traccionando desde ambos lugares, se puede ver un interés real por hacer crecer y visibilizar el trabajo local”.
Editoriales invitadas. Con una línea curatorial que busca poner sobre la mesa proyectos muy puntuales, desde la organización invitaron a Cartografías, “una editorial de Río Cuarto que tiene muchísimos títulos y, sin embargo, en Córdoba ha sido tratada con un poco de desdén. Nosotros los valoramos mucho, por lo que han hecho territorialmente y por cómo han dotado de literatura a lectores de la zona. Es un caso testigo para pensar las políticas editoriales”, cuenta Carbonell.
Además, desde Buenos Aires llegarán Zindo&Gafuri, Nebliplateada y Blatt&Ríos, sellos muy particulares, con catálogos muy refinados y experimentales. “De la misma manera, invitamos a Eloísa Cartonera, que es la primera editorial cartonera del mundo y es un emergente de la crisis política del 2001”, reflexiona.
Desde Rosario llegarán también tres editoriales con catálogos muy sólidos: Neutrinos, Iván Rosado y Danke.
En lo que hace a las editoriales locales, Nudista, Hiedra, De la terraza y Documenta/Escénicas, son solo algunas de las 40 editoriales que estarán presentes en la feria.
Actividades
“Al revés de lo que podría ser un festival de literatura o de poesía, estas serán actividades pensadas para traccionar sobre diferentes públicos hacia la feria”, dice Carbonell.
Así, el viernes a las 18 se proyectará ‘La madrugada’, de Francesco Garbo, y a las 21 habrá música en vivo con Nadia Sapag.
En tanto, el sábado a las 17 están previstas lecturas de poesía, a las 19 se presentará el libro Otro país (de Nicolás Prividera) y a las 21 Santiago Moraes tocará música en vivo.
Cuándo
Viernes 10 y sábado 11 de junio, a partir de las 16 en la Alianza Francesa (Ayacucho 46), con entrada libre y gratuita.
CONTINUIDAD. Tras su primera edición, buscarán darle continuidad en el tiempo y realizarla cada seis meses o una vez al año. Han sido invitadas editoriales de Buenos Aires y Rosario.