La decisión del gobierno nacional de decretar un confinamiento estricto hasta el 30 de mayo y los próximos 5 y 6 de junio cayó como un baldazo de agua fría para muchos sectores de la economía en general, pero principalmente para comerciantes y trabajadores independientes e informales que dependen del flujo de caja diaria que generen en sus negocios y emprendimientos.
La Fase 1 está generando mucha crispación entre los comerciantes alcanzados por las restricciones. Un pico de tensión se vivió por la mañana del viernes cuando un grupo de comerciantes, dueños de bares y restaurantes se manifestaba en el centro. Cuando la Policía llegó para despejar el tránsito hubo desmanes y empujones entre los manifestantes, la Policía y también taxistas y automovilistas que reclamaban que se despejen las calles.
El comercio, vale recordarlo, está entre los sectores más afectados desde el inicio de la cuarentena en marzo del año pasado. La caída en las ventas arrastra meses en terreno negativo, al tiempo que se perdieron, sólo en Córdoba, cerca de 1.800 empleadores y unos 53 mil empleos entre asalariados y autónomos.
Bajo la consigna “El Comercio no contagia”, la Federación Comercial de Córdoba afirmó que el sector productivo sigue pagando la ineficiencia de quienes deben tomar decisiones. “Después de un año tan doloroso, lamentamos que la experiencia no haya sido útil para generar medidas más asertivas. Tras la peor crisis de la historia económica y sanitaria, quienes creamos empleo genuino y nos esforzamos por invertir y cumplir con los protocolos, nos enfrentamos nuevamente a la peor incertidumbre”.
“Todos los trabajos son esenciales. Sin ellos, no hay más lugar para el pago de cargas sociales, sueldos, impuestos de ninguna índole, ni servicios. Tampoco de los créditos asumidos hace un año para afrontar una situación que ha vuelto a punto cero”, apuntaron. Y denunciaron que la desconexión entre los sectores públicos y privados es abrumadora: “la improvisación en la toma de decisiones no es la salida. La discusión entre economía y salud ya no tiene lugar. Tampoco la falta de previsibilidad”.
La Cámara de Comercio de Córdoba, en tanto, lanzó una serie de peticiones para la Municipalidad, la Provincia y la Nación. Exigió la exención de la tasa de industria y comercio municipal, la eximición en el pago del Impuesto a los Ingresos Brutos que cobra la gestión provincial, la prórroga en el pago de los servicios públicos, la reducción de las contribuciones patronales y la suspensión de la aplicación de regímenes de retención y percepción impositivos.
Comerciantes rebelados. En simultáneo con la manifestación de comerciantes de ayer que derivó en algunos incidentes desde la Red de Comerciantes Unidos adelantaron que no acatarán la vigencia y el alcance del confinamiento y que están dispuestos a abrir sus locales. “Nuestros comercios son seguros, la gente se contagia en las reuniones familiares. Nos cerraron casi 5 meses, los contagios siguieron, no se prepararon y no compraron vacunas. Usaron el tiempo para perjudicar al Área Central con el adefesio urbanístico de las Súper Manzanas y sacando el transporte público. Abriremos nuestros locales igual porque no aguantamos otro cierre. ¡El libre Comercio es un derecho!”, expresaron desde las redes sociales de la agrupación.
Legislador pide no cobrar Epec. En este marco el legislador del PRO Darío Capitani difundió un proyecto de ley para que se suspenda el cobro de la boleta de Epec a pymes de la provincia. El proyecta plantea que el plazo para el no cobro sea entre el 22 de mayo y hasta el 30 de mayo, con posibilidad de prorrogarse en caso de que se extienda la medida de confinamiento dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional.