El gran secreto a voces del peronismo cordobés desde hace meses es la candidatura al Senado de Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti y actual diputada nacional.
La Primera Dama provincial cumple mandato en la Cámara baja en diciembre próximo y todos los caminos del PJ local la conducen rumbo a encabezar una campaña de equilibrio. Sea cual fuere el lado para el que caigan las negociaciones con el Gobierno nacional, en lo único que no cederá Schiaretti será en la candidatura de su esposa a la Cámara alta. "De ahí en más, hay margen para seguir conversando", coincidieron dos funcionarios provinciales en diálogo con PERFIL CORDOBA esta semana.
En el peronismo que se abroquela detrás del gobernador existen dos bibliotecas que, en orden de prevalencia, se acomodan de la siguiente manera: los que descartan por completo un acuerdo con el Frente de Todos, aunque se conserve identidad y sello locales; y los que aún dejan abierta una puerta para seguir conversando. Pero siempre con los referentes de Casa Rosada con los que hay sintonía como, por ejemplo, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro.
Por lo tanto, entre los que cierran filas en base al distanciamiento con Balcarce 50, al mismo tiempo impulsan el armado de una boleta fuerte de nombres y con el modelo de gestión Córdoba como bandera. Esa nómina, tendrá a la omnipresente Vigo al tope de la boleta a la Cámara alta.
La diputada es fija en todos los actos -presenciales o virtuales- de los que participa el gobernador. Aunque no es todo, son varias las teclas que toca la diputada nacional. Mantiene el contacto semanal con su mesa chica, a veces vía Zoom, las menos personalmente; conserva el vínculo con la militancia en la Ciudad, y sigue de cerca la gestión municipal.
“En Capital está al tanto de todo. Tiene desde directores de CPC que le responden, hasta funcionarios en el gabinete, pasando por concejales de línea directa”, reconoció un dirigente que además admite “sabe cuando alguno intenta cortarse solo con algo y se lo hace saber”.
Ministro de peso. Para acompañar en ese tramo de la boleta a Vigo, en el Centro Cívico barajan desde hace algunas semanas el nombre del ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei. Schiarettista paladar negro, conoce a los intendentes -aliados y opositores- y desde el 2019 le viene mostrando los dientes a los peronistas que estaban en la estructura provincial y se fueron a las filas del albertismo.
A cargo del ministerio de Gobierno hasta diciembre del 2019 suena cada tanto para retornar a esa cartera y hasta se barajó el año pasado en medio de los cambios de la Policía por el asesinato de Blas Correas, la chance de volver a unificar con Seguridad para que quedara nuevamente en su órbita. Es de los que habla todos los días con Schiaretti.
La pata joven. “Hay que ver cómo arman las listas los de arriba. En base a eso, vamos a ver si quieren renovación o no”. La frase la lanzó en los últimos meses del 2020 un conocedor del termómetro peronista en Córdoba y hacía referencia a “no repetir los mismos nombres de siempre”.
En base a ese análisis que se repitió entre varios de los sub-45 que tiene el PJ local, la estrategia desde el Centro Cívico es contener a las nuevas generaciones en el tramo a Diputados.
Y allí, el principal candidato a encabezar la boleta es el vicegobernador Manuel Calvo. Todavía con dudas acerca de si asumirá o no en caso de alcanzar el escaño –“hoy lo más probable es campaña sí, pero seguir en Córdoba”, sostienen algunos-, al titular de la Unicameral ya le avisaron.
“Es orgánico. Si es una decisión del ‘1’ va a estar. Aparte, a nadie le viene mal una campaña”, razonó un dirigente con peso.
Detrás del hombre de Las Varillas, la que tiene muchas chances es la legisladora provincial Natalia de la Sota. Hay quienes afirman que esto no esmerila la relación de la hija del exgobernador con Nación, donde habla habitualmente con Sergio Massa, De Pedro y Máximo Kirchner, aunque sostienen que “de no haber acuerdo, no va a terminar alineada con Casa Rosada” e ir en contra del PJ provincial. “Nunca pensó en competir contra el armado que creó el padre”, sostuvo un dirigente.
Recorrido y presencia en la Capital, apellido de fuste en el interior y militancia. Propia y heredada. El combo que suma Natalia de la Sota al armado.
Hacia abajo comienzan las dudas de varios. Se habla del ministro de Gobierno y exintendente de Alta Gracia, Facundo Torres; la incidencia del titular de Martín Llaryora, con los nombres que pueda colocar en la boleta; y hasta de algunos intendentes del interior con peso. Entre los que suena el hombre de San Francisco, Ignacio García Aresca.
“A lo mejor, se apela a la misma receta que se usó con Llaryora en 2013. A la boleta y después al gabinete para empezar a armar la transición en San Francisco”, dijo un peronista.
En tanto, la otra mujer que suena con firmeza en la boleta de la gestión Córdoba es Laura Jure, la ministra de Promoción del Empleo, una de las funcionarias provinciales de más alto perfil en el último tiempo y de relación directa con Schiaretti y Vigo. “Tiene encima casi toda la gestión”, dicen de Jure y agregan: “sacando obra pública, el resto de los programas los administra ella. La gestión pasa por ella y (Silvina) Rivero”, dicen por la ministra de Coordinación.
Con una campaña enfocada en la Capital, el Gran Córdoba, Punilla y Río Cuarto, el primer borrador de los schiarettistas para salir a defender la gestión, pero haciendo equilibrio en la relación institucional con Nación, pasan por ahí.