Muchos cordobeses todavía no lo saben, pero en el terreno que hoy conforman las hectáreas del reciente inaugurado, Parque Bustos, Parque Chateau Carreras y Kempes yacen los restos de los túneles de un antiguo molino harinero construido entre 1869 y 1871.
Debajo del complejo Feriar, se extiende un túnel cavado de más de 400 metros de longitud, paralelo a las barrancas del río Suquía. Acueductos que utilizaba el molino harinero para abastecerse de agua, cuyas ruinas hoy podemos explorar y visitar en las inmediaciones del nuevo parque frente al Chateau Carreras.
Fue don Adolfo Roqué quien en 1857 le compra las tierras llamada “Baja de Ontivero” a su padre Juan Roqué. Tierra que se extendía por la zona del hoy estadio Mario Alberto Kempes.
Luego, entre los años ‘69 y ‘71, Adolfo Roqué construye el molino hidráulico, que hoy vemos como ruinas en las cercanías del río Suquía. La construcción utilizaba estos sistemas de túneles como acequias para proveerse de agua. Finalmente, el molino entra en funcionamiento en 1872.
Para 1877 Roqué termina vendiendo el molino a una sociedad formada por Enrique Gavier y su cuñado David Carreras. El mismísimo Carreras, quien años más tarde construiría la mansión que nosotros hoy conocemos como Chateau Carreras.
En los años previos a la construcción del Parque Bustos, muchas organizaciones y agrupaciones, preocupadas, exigieron la conservación y preservación de estas ruinas y túneles que tan importantes fueron para la historia de Córdoba. Si bien estas ruinas quedaron sepultadas bajo la tierra, luego de un gran trabajo de recuperación y mantenimiento, hoy podemos apreciarlas si visitamos el espacio verde.