Sacha Mistol inauguró su tercera muestra con Simón Ibáñez Durán

Luciana Taravella es bisnieta de Emilio Olmos y nieta de Ambrosio Taravella y junto a Luis Luchetti (artista dedicado a la música electrónica) están a cargo del Sacha Mistol Art Hotel & Gallery.

Tras haber planificado todo el 2020 y sin haber podido inaugurar ninguna de las muestras que tenían pensadas, este año retomaron las exposiciones.

La apertura estuvo a cargo de Claudio Roncoli –artista ganador de dos Grammys por arte de tapa– y sus obras siguen en exposición en el espacio. A esa muestra le siguió Pablo Lavezzari, un autómata maker cordobés cuyas piezas son muy requeridas en el exterior, y el viernes pasado quedó inaugurada la tercera muestra, con obras de Simón Ibáñez Durán. 

“En realidad, Sacha Mistol es la empresa madre y hay varias unidades de negocio. Pero hoy hay activas tres: el hotel, la galería y las residences (departamentos temáticos en Nueva Córdoba); luego hay otras unidades que hoy por la pandemia no están funcionando, como por ejemplo la renta de espacios en el edificio para meetings, coworking, reuniones de trabajo y producciones fotográficas”, explica Luchetti.

El espacio. Ubicado en Rivera Indarte 237, Sacha Mistol se emplaza en lo que otrora fuera la residencia de Emilio Felipe Olmos (exgobernador de la Provincia de Córdoba). El edificio fue inaugurado en 1927 con una arquitectura muy innovadora para la época.

“Emilio Olmos era un gobernador bastante transgresor. Hizo esta casa vertical cuando, en ese entonces, se usaba más lo horizontal. La casona presentaba una serie de innovaciones para el momento, estaba planteada como una unidad de vivienda y oficinas. Entonces, en el primer piso estaban las oficinas y en el segundo, la casa oficial. La planta baja era el garaje y los servicios. Se entraba por el pasillo y las puertas estaban siempre abiertas. Se dejaba el auto adelante y en la parte de atrás vivía el casero”, detalla Taravella.

Actualmente, las habitaciones del hotel boutique y el spa funcionan en el primer piso, mientras que en la planta baja lo hace la galería de arte. “El primer piso siempre fue como la trastienda, pero ahora lo inauguramos como galería también para aprovechar la circulación: la gente sube, baja, se mueve”, dice Taravella. 

Obras. Los artistas que están actualmente en exposición son Guille Leal, Pablo Lavezzari, José Saccone, Simón Ibáñez Durán, Gisela Banzer, Claudio Roncoli y en la Trastienda hay obras de Elba Torres, Vero Escalante y otros artistas argentinos.

“Gisela Banzer es una artista que trabaja la temática de la extinción de la fauna en el antropoceno. Su obra es a partir de fotos que saca y luego dibuja encima. Es muy interesante su trabajo, hizo un estudio sobre el cierre del zoológico en La Plata y sobre estos animales que quedan en una especie de limbo porque no pueden adaptarse al entorno natural; entonces, quedan como semidomesticados por haber convivido con el hombre”, detalla Taravella.

La muestra de Simón Ibáñez Durán, cuya obra se asienta sobre hierro oxidado y soldado, está ubicada en la galería principal y el espacio fue ambientado como si fuese un paseo por un bosquecito.

En Sacha Mistol todas las obras expuestas están a la venta. “Tratamos de ser explícitos porque en general, en las muestras, no existe esa idea de comprar también. Así que cada obra tiene su precio”, dice.

Al respecto, Luchetti agrega que en Córdoba hay “mucho tabú con el tema del dinero y nosotros somos muy norteamericanos en ese sentido”.

Lo que viene. “Aun no podemos dar el nombre de la artista porque estamos en tratativas, pero en septiembre y aprovechando el marco de la Feria de Arte, vamos a inaugurar la primera muestra en el salón insignia de Sacha, que está ubicado en el segundo piso”, dicen.

Las reservas para visitar Sacha Mistol se realizan vía WhatsApp en su recepción virtual.

Habitaciones con impronta artística
Diversidad es el común denominador de las nueve habitaciones que componen el hotel boutique de Sacha Mistol. Y no solo en las intervenciones que tiene cada una de las habitaciones sino también en el formato de las mismas. “Cada una es completamente distinta, eso es lo que nos diferencia”, dice Luchetti.

En ese sentido, Taravella señala que cada habitación está intervenida por un artista de la galería: “Ellos empiezan a trabajar con nosotros y luego les damos habitaciones para que las intervengan”. Además, los pasillos que conectan las habitaciones también son parte de la galería y tienen sus obras en exposición. 

Actualmente, el hotel está abierto al público con el cupo del 30% “pero hay tan poco movimiento que no es necesaria esta restricción. Así que estamos aprovechando en trabajar los eventos para darle más visibilidad a la galería porque antes el día a día del hotel no nos permitía tener este nivel de producción”, finaliza Taravella.