Schiaretti no se aparta de su manual y busca profundizar el modelo de obra pública y gasto social

El gobernador Schiaretti bus­ca su tercer mandato al fren­te de la Provincia. Encabeza sondeos propios y ajenos. Sus rivales se dividen, hacen de­claraciones incendiarias y se provocan daño autoinflingido. Controla todos los resortes del aparato estatal, sobre el que asienta su campaña electoral. Puede resultar paradójico, pe­ro a pesar de la poca alternan­cia de partidos y dirigentes en la gobernación de la Provincia desde el retorno de la demo­cracia, si Schiaretti triunfase el 12 de mayo, sería apenas la tercera vez que un gobernador se suceda a sí mismo: Eduardo Angeloz lo hizo dos veces, en 1987 y 1991, y José Manuel De la Sota en 2003.

No han sido muchas, enton­ces, las oportunidades en que el gobernador en funciones ha podido plantear su propia continuidad. Por ello, la pla­taforma del nuevo Hacemos por Córdoba para las eleccio­nes provinciales tiene pocos matices respecto de la gestión diaria del antiguo Unión por Córdoba. Quizás esto mismo explique el cambio de marca. A falta de nuevas ideas, se re­fresca la imagen.

Propuestas. Las numerosas propuestas que plantea el ofi­cialismo están brevemente mencionadas en su sitio web en no más de tres líneas. Las acompañan 32 microvideos en los que Schiaretti las enuncia. Allí se puede ver al goberna­dor hablando como máximo 11 segundos para presentar cada uno de los ejes de su futura gestión, que general­mente implican ampliar el alcance de políticas ya imple­mentadas.

La amplia visibilidad de las propuestas contrasta con su bajo nivel de detalle. Tampoco hay un principio articulador que las aglutine y le otorgue sentido a la plataforma, más allá del tácito “continuar ha­ciendo”. El protagonismo de Schiaretti es total. Si bien está claro que todo el equipo de gestión del poder ejecuti­vo está detrás de la campaña, no sobresale ningún nombre por fuera de los candidatos que encabezan la fórmula. A continuación, algunos ejes destacados de la plataforma schiarettista.

Políticas sociales. El oficialis­mo insiste en que mantendrá sus programas sociales de transferencias o asistencia: Plan Primer Paso, Pila, Por Mí, PIP, Vida Digna, Salas Cuna, Mujeres productoras, Paicor y los Boletos Educati­vo, Obrero, Adultos Mayores y Social. A estos se suman los créditos del Banco de la Gente y una promesa de quintuplicar la financiación a emprendedores de la eco­nomía popular. No quedan dudas de que el Gobierno seguirá ampliando el gasto social para hacer frente a la crisis, como lo viene haciendo desde hace siete meses. Queda pendiente determinar por qué semejante volumen de recur­sos no revierte las condiciones estructurales de la pobreza en la provincia, que superan el promedio nacional.

Coparticipación. En los últi­mos años se redujo sustancial­mente el volumen de recursos de distribución discrecional desde la Provincia hacia muni­cipios y comunas. Actualmen­te prevalecen los mecanismos de reparto automáticos, pero persiste la utilización de cri­terios que no revierten las inequidades en el desarrollo regional.

Los fondos se distribuyen principalmente de acuerdo a la cantidad de habitantes, pe­ro está claro que los habitantes del agreste norte provincial no tienen las mismas necesidades que los cordobeses radicados en la cuenca sojera. Ni los mu­nicipios de una y otra región tienen la misma capacidad tri­butaria. En lo que va de la cam­paña no se han explicitado ni sugerido cambios en este tema.

Deuda pública. El gobernador relativizó esta semana el peso de la deuda, al afirmar que no supera el 7% del PBI provin­cial. Haciendo una estimación de acuerdo al último dato pu­blicado por el Ministerio de Finanzas, los compromisos de la Provincia ascendían a US$ 2.500 millones en diciembre de 2018. Sólo por efecto de la devaluación, en lo que va del año la deuda se incrementó en casi $20.000 millones. Ra­tificando la serenidad con que el Gobierno afronta el asunto, esta semana la Legislatura provincial autorizó un nuevo endeudamiento por US$200 millones para la construcción de viviendas.

Infraestructura productiva. Se destacan la red secundaria de gas, nuevos parques industria­les, el acueducto desde el río Paraná, la pavimentación de caminos rurales y un segundo anillo de Circunvalación para el área metropolitana de Córdoba. Schiaretti sigue apos­tando a la obra pública como un sello de su gestión, a la que promete sostener a pesar de las dificultades para su financia­miento que se podrían derivar de la crisis que afronta la economía del país.

Kolektor. Desde el inicio de su vinculación con el gobierno provincial, la empresa acumu­ló cada vez más tareas. Empe­zó a cargo de la procuración fiscal de deudas con Rentas y sucesivamente fue incorpo­rando el recupero de gastos en hospitales públicos, cobro de multas de Policía Caminera y funciones en Catastro. Consi­derando que el contrato vigente con la empresa finaliza en la gestión del próximo gobernador se consultó acerca de su posible renovación. No hubo respuesta.

--

Al igual que en notas anteriores con los candidatos de Cór­doba Cambia o la Unión Cívica Radical, PERFIL CORDOBA remitió una serie de preguntas sobre temas centrales de la economía cordobesa. Funcionarios actuales del área de economía desistieron de comentar las propuestas de campaña, alegando que están enfocados sólo en la gestión. Los responsables de la campaña de Hacemos por Córdoba, por su parte, remitieron a “lo que está publicado en redes”.