La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos en Diputados generó un nuevo cimbronazo dentro de la alianza oficialista. El titular del PJ bonaerense fundamentó su decisión en “no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el FMI”, anunciada como una victoria por parte del Ejecutivo nacional y con, incluso, el visto bueno de dirigentes opositores.
Pero la onda expansiva de la ruptura aún no llegó hasta Córdoba, donde reina el hermetismo, el silencio y la cautela respecto a la decisión tomada por el hijo de Cristina Kirchner. Consultados por PERFIL CÓRDOBA, distintos referentes y allegados a la pata local del kirchnerismo coincidieron en no brindar declaraciones públicas.
Inclusive, un intendente se animó a trasladar el sigilo hacia el propio Gabinete presidencial: “La verdad nadie dice nada. Estuve en Buenos Aires en varios ministerios y nadie se animó a emitir opinión”. El mismo jefe comunal del Frente de Todos sostuvo, además, que sus pares en la provincia buscan “mantener la unidad a toda costa” y para ello es importante abstenerse de tomar partido a favor o en contra del acuerdo con el Fondo Monetario.
“Todos están a la espera de cómo sigue, hay que mantener la unidad a toda costa, eso es lo que se dice, y no tomando partido”, destacó. Es que, mientras se resquebrajan los hilos que unen a las distintas fuerzas del frente, pensando en 2023, el kirchnerismo dentro del distrito más anti K del país sabe la importancia de mostrar homogeneidad, no solo ante la amenaza de partición, sino también ante la avanzada de Juan Schiaretti para desterrarlos del PJ provincial.
El mandatario brindó instrucciones para no negociar, a diferencia del 2020, cuando la ‘lista de unidad’ se veía plausible y ya habían arrancado las reuniones, previo al aislamiento obligatorio. Desde el entorno del diputado Eduardo Fernández, en tanto, sostuvieron también que mientras se “acomodan las fichas” y en pos de la “necesaria unidad”, el legislador no brindará declaraciones.
En su cuenta de Twitter, Fernández criticó al gobernador por instruir a sus diputados a dar quórum pero a abstenerse cuando se trate el acuerdo en la Cámara baja. “No tomar partido en 2018 convirtió a Schiaretti en cómplice
de Macri, no hacerlo ahora, cuando está muy claro a dónde nos llevó la irresponsabilidad macrista, lo convierte un especulador que una vez más pretende dejar a Córdoba afuera de los grandes debates nacionales”, tuiteó.
“Creo que todos respetan la decisión. No escuché críticas”, afirmó otro importante dirigente K de Córdoba, que asimismo fue el único que adjetivó la decisión del exjefe de bloque: “La carta es elocuente”.
Es que el referente de La Cámpora aclaró, en su extenso escrito, que la negociación con el Fondo fue “llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación”, y destacó que “nunca” dejó de hacerle saber su negativa a Alberto Fernández.
Cómo sigue. Si el directorio del FMI aprueba el acuerdo, el Gobierno nacional por ley debe elevarlo al Congreso. Por una cuestión de tiempos, lo más probable es que se trate a partir de marzo, pero antes del 21 de ese mes porque ese día el país debería afrontar un vencimiento de 2.800 millones de dólares. Los propios legisladores frentetodistas, incluidos los cordobeses, esperan ver “la letra chica” antes de analizar su voto.
“Justamente, no hay líos hasta que se acomode todo. Hay silencio”, remarcaron.
Ignacio Martín