La presentación de los F-16 en el Área Material Río Cuarto no sólo marcó un salto estratégico para la defensa nacional: también dejó expuesto un gesto político que resonó hacia el interior de Córdoba. Según informó Puntal, ninguna autoridad provincial ni local fue invitada por el Gobierno nacional a la ceremonia encabezada por Javier Milei, lo que derivó en una escena tan simbólica como elocuente: referentes institucionales siguiendo el acto desde afuera del predio, mezclados con los vecinos.
Aun así, lejos de escalar el conflicto, las autoridades consultadas le bajaron el tono a la situación. La vicegobernadora Myrian Prunotto, el flamante presidente provisorio de la Legislatura y exintendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, y el intendente de Las Higueras, Gianfranco Luchessi, coincidieron en que la exclusión no altera la relación institucional y que prefirieron vivir el momento “entre la gente”.
El punto de encuentro fue el corralón municipal de Las Higueras, un espacio preparado por el Municipio para el avistaje de las aeronaves. Allí se concentraron vecinos, funcionarios y militantes de la aviación, mientras el cielo marcaba el ingreso formal de los cazas daneses que integrarán la Fuerza Aérea Argentina.
Milei presentó los F-16 y los convirtió en bandera de su narrativa militar
Libertarios y militares
Los tres dirigentes remarcaron que la expectativa social por el desembarco de los F-16 supera cualquier gesto político y destacaron el valor simbólico que la llegada de los aviones tiene para el sur provincial, donde la aeronáutica forma parte de la identidad local.
Pese al hermetismo del Gobierno nacional sobre los criterios de la convocatoria, en Córdoba interpretan la decisión como otro capítulo en el vínculo frío entre la administración libertaria y las provincias, aunque sin escalar a la categoría de conflicto. Para Luchessi, la prioridad era que los vecinos pudieran disfrutar del espectáculo: “Lo importante es que la comunidad viva este hecho histórico”, señaló.
El acto, transmitido por cadenas oficiales, mostró al presidente junto a la conducción de la Fuerza Aérea y enviados estadounidenses. Desde Córdoba, el mensaje político quedó puertas afuera del Área Material: autoridades siguiendo el vuelo inaugural sin invitación, pero ante los ojos de la ciudadanía que buscaba registrar el momento.