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CóRDOBA
ANÁLISIS Y PERSPECTIVA

Soren y Regina

1-11-2020-Logo Perfil
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Fruto de la exasperación moralista y autopunitiva, el existencialista Søren Kierkegaard repasa en “Diario de un seductor” (Dinamarca 1843) su tormentosa relación con Regine Olsen. El pensamiento del gran danés, no obstante, trasciende lo autobiográfico de sus obras.

Tributo a la figura del seductor de la novela decimonónica, la obra narra la relación entre Juan, “el seductor” -hábil en las artes del engaño -, y la joven e ingenua Cordelia. Sin embargo, más allá de la trama literaria, abundar en la psicología del seductor no es sino un bello recurso que el filósofo utiliza para reflexionar sobre el “hombre estético”: el que está atrapado por la fuerza de la inmediatez y el goce sensual; el que vaga por la vida víctima de sus instintos y sin poder ver en lo que le rodea nada más que un medio para satisfacer sus apetencias.

Sin embargo, lo más interesante de Kierkegaard en esta obra es el contraste armonioso entre el seductor sensual y el intelectual. Éste último es más complejo que aquel, pues, mientras el primero termina su faena con la posesión de la mujer, el segundo –de sensibilidad refinada- busca el goce en el sometimiento espiritual, en un campo más propicio para el sexo femenino.

El “exacerbatio cerebri” del “homo ludens” trasciende la conquista femenina y se proyecta en el sometimiento atemporal del espíritu universal.

De las etapas sorensianas de pensamiento (estética, ética y religiosa), la conquista corresponde a la del hedonismo estético. Soren ya advierte que en cualquier caso, el conquistador de la etapa primaria tiene planeado su retiro. En el estadio ético el pensador refina moralmente sus ideas, las que ya sometieron al intelecto de las minorías selectas. El retiro se vive religiosamente.

Lamentablemente, a casi todos, la muerte nos sorprende en el estadio estético de conquista: es más, ni Søren Kierkegaard -dominante por su inteligencia- pudo completar su triunfo en vida.

Su victoria fue post-morten: Simone de Beauvoir, Martin Buber, Albert Camus, Martin Heidegger, Karl Jaspers, Jean-Paul Sartre, Carl Schmitt, Miguel de Unamuno y toda la Generación del 98, sucumbió a su intelecto. Filósofos contemporáneos como Emmanuel Lévinas, Jacques Derrida y Jürgen Habermas, aunque han sido a veces muy críticos, también han adaptado los puntos de vista de Kierkegaard. Jerry Fodor ha escrito que Kierkegaard “fue un maestro y jugaba fuera de la liga en la que jugamos el resto de los filósofos”.​

Kierkegaard también tuvo una considerable influencia en la literatura del siglo XX. Algunos de los autores en los que más influyó fueron  Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Hermann Hesse, Franz Kafka y David Lodge.

El danés también tuvo influencia en la psicología y fue el fundador de la psicología cristiana y de la terapia y la psicología existenciales. Entre los psicólogos y terapeutas existencialistas (los llamados “humanistas”) se encuentran  Erich Fromm, Carl Rogers y Rollo May. May basó su libro “El significado de la ansiedad” en el concepto de ansiedad de Kierkegaard.

Algunos apuntes: La obra “Dos épocas” ofrece una interesante crítica a la modernidad; el danés es también considerado un importante precursor del posmodernismo; en la cultura popular ha sido el sujeto de programas de radio y televisión.

Kierkegaard predijo su fama póstuma y vaticinó que su obra se convertiría en objeto de intenso estudio e investigación. En sus diarios escribió: “Cuando yo haya muerto bastará mi libro Temor y Temblor para convertirme en un escritor inmortal”.

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