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LA CULTURA SE REINVENTA

Teatristas y músicos monetizan sus disciplinas en plataformas virtuales

Mientras salas de teatro y espacios para conciertos continúan cerrados, el mundo del teatro y de la música busca salidas para paliar el impacto del aislamiento social preventivo obligatorio.

Salta teatro virtual
CUARENTENA. Músicos, escritores, poetas, artistas y artesanos miran a las redes sociales como escenarios virtuales en los que poder darle continuidad a su trabajo y paliar el impacto del aislamiento social preventivo obligatorio. | Cedoc Perfil

Aquello que al principio se veía como una situación de excepción que no duraría más de 15 días se ha prolongado en el tiempo sin fecha de finalización, lo que supone serios perjuicios económicos para la industria cultural.

En este marco, los sectores más precarizados empiezan a monetizar sus disciplinas en plataformas virtuales para hacerle frente a la situación.

Si bien en sus inicios las acciones de músicos y escritores buscaban llegar a la gente con el espíritu de acompañar, ahora miran a las redes sociales como escenarios virtuales en los que poder darle continuidad a su trabajo.

Así, la Agencia Córdoba Cultura propone una grilla diaria de actividades artísticas en su cuenta de Facebook con obras de teatro, narraciones, recitales en vivo, escritores, poetas y artesanos, priorizando a quienes están más necesitados.

Desde el Teatro Real -que viene trabajando con algunos registros que ya tenía filmados- piensan en la vuelta de los elencos y el trabajo -aún a puertas cerradas-, de generación de contenidos: “Como línea no está todavía oficializado, pero la idea es hacer algo similar a Teatrix, por ejemplo, que supone un protocolo y la aprobación de regencia sanitaria. Para grabar contenidos para plataformas virtuales se necesitan de 18 a 20 personas, además de los actores y actrices y la prioridad hoy es cuidar la salud. Pero creo que de a poco vamos a poder ir haciendo cosas”, explica Raúl Sansica.

Una sala virtual con casi 1.000 seguidores. Mientras tanto, la Asamblea de Red de Teatristas puso en práctica una sala virtual, donde se generan contenidos a la gorra. "Empezamos hace tres semanas con grupos de teatristas que viven juntos y que tenían la necesidad inmediata. En la primera función había 50 personas conectadas -que para el teatro independiente es un montón-, pero luego ese video superó las 500 vistas. En la segunda función la gente ya empezó a aportar; el promedio de aportes más bajo ha sido de 200 pesos y hay grupos que han recibido gorras de hasta 2.000 pesos. El viernes pasado, que estuvo BiNeural (ver más abajo) llegamos a los 500 espectadores en vivo y la gorra tuvo un reflejo inmediato, similar a la cantidad de visitas”, detalla Mariano Muñoz, docente y parte de la Asamblea.

Salas como estudios de grabación. La buena noticia, señalan, es que la Municipalidad habilitó las salas (sin espectadores) con lo que estas podrían convertirse en estudios de grabación que generen contenidos. “Ahora la calidad de los escenarios es muy casera, así que con la posibilidad de hacer funciones en los teatros, vamos a mejorar mucho el nivel. También se logró que Epec no cobrara la luz en todas las salas por seis meses”, explica Muñoz, y señala que lo único que falta es que habiliten los permisos para salir.

Con funciones de teatro los viernes (a las 22), sábados (19 y 22) y domingos (17 horas), la Sala Virtual generó un espacio de contención y visibilización de la problemática que vive hoy el sector, a la vez que genera ingresos que funcionan como un atenuante en la condición de muchos artistas.

Con la música a otra parte. En materia musical, cantautores locales encontraron la veta para monetizar sus shows y conciertos. Por caso, Enrico Barbizi lleva tres conciertos realizados (dos en Instagram y uno en Facebook), dos de los cuales fueron en el marco de festivales solidarios. “El primero estuvo muy bueno porque había que juntar unos 140 mil pesos y se juntó casi todo. El otro, para la Fundación Alegría, también fue exitoso. Yo tuve entre 40 y 120 personas conectadas en vivo, pero luego mucha gente viéndolo en las publicaciones o historias”, dice Barbizi.

Lucas Heredia también ha participado en varias de estas puestas en escena, algunas compartidas y otras propias. El músico, que dicta clases en línea y sigue grabando a distancia, señala que en Instagram ha tenido unas 300 personas conectadas, número muy parecido a lo que llevaba en los últimos shows. “En Facebook es distinto porque al quedar colgado un show que ha tenido 150 conectados, en dos o tres días termina sumando 5.000 personas y de distintos lugares del mundo”.

Económicamente hablando, dice que en lo particular a él le está funcionando muy bien: “Cuando toco en vivo el riesgo es altísimo, por la movilidad y el transporte de los equipos. Con esta modalidad si recaudaste mil pesos, te rinde mucho más”.

Ana Robles, por su parte, utilizó otros recursos para monetizar su trabajo: lanzó un libro digital con sus canciones y una campaña en Spotify. “Lo del libro es muy fácil de monetizar, ya que está orientado a un público muy amplio. Ya me generó un ingreso para este mes que ni con shows hubiera podido generar”, cuenta.

El libro está disponible en anarobles.net y desde el exterior puede descargarse desde la plataforma Gumroad. “Y también lancé una campaña de seguidores en Spotify. A cada usuario que se suma a la campaña se le desbloquea una canción inédita mía, con una historia detrás”.


Audiotour para hacer en casa 

Con una nueva función a beneficio del Fondo Solidario para trabajadores de las artes escénicas, hoy domingo -entre las 12 y las 23- estará disponible en su canal de YouTube una nueva función del grupo BiNeural-MonoKultur.
De eso te tenía que hablar es una audio-obra interactiva; un audiotour individual que cada uno hace en su casa.
Para participar, solo hay que ponerse unos auriculares, seguir las instrucciones que recibe por el audio y entrar en la historia.
“La obra está libremente inspirada en La caída de la casa Usher, de Edgar Alan Poe y con aires de Robinson Crusoe, de Daniel Defoe y propone un pequeño viaje por el interior de nuestro hogar”, explican.
Para participar solo se necesitan auriculares y un celular con conexión a internet.
La entrada es a la gorra virtual con el precio sugerido de $ 200.


La música y la danza se unen en Instagram

Musica y danza

Otra de las incursiones del músico Enrico Barbizi está vinculada a su pasión por unir la música y la danza. “Hicimos una movida con bailarines cordobeses (algunos que viven acá y otros afuera) que es muy linda. Yo les paso mis obras y ellos se dejan llevar, juegan, arman una historia; luego me pasan el material en bruto yo lo edito y lo cuelgo en Instagram. 
Y salen unos videos hermosos. Hoy subí el capítulo 26 y van a ser más de 40 en total”, detalla.


OPINIÓN
¿Qué es la práctica teatral?

Por Facundo Dominguez*  

A la hora de analizar registros teatrales grabados habría que pensar primero en qué es la práctica teatral, puesto que esta tiene una característica clave: se trata de una reunión de cuerpos presentes en un espacio-tiempo determinado, donde hay un cuerpo que genera poesía y construye metáforas y por otro lado un cuerpo que mira, decodifica y configura mundos posibles.

Y es en esa práctica cuando se genera una energía colectiva. Si eso sucede, hay práctica teatral; si no se logra, no es una práctica teatral sino algo que existe desde 1895, cuando los hermanos Lumière crearon el cine. Entonces, ¿en qué se diferencia ver una serie o una película de una obra de teatro grabada? En nada.

La práctica teatral tiene la posibilidad de empatizar con la otredad a partir de las energías colectivas, como lo es la risa.
En teatro existen determinadas convenciones: el teatro no se puede pausar, no se puede dejar a medio mirar, irse y después volver. 
Entonces, todas esas estrategias que usan hoy personas de teatro para intentar replicar una práctica teatral es absolutamente ineficaz. Yo preferiría que hagan buenos registros y se dediquen a hacer cine o televisión a que intenten replicar una experiencia tan compleja como lo es el teatro.

La necesidad de encuentro que estamos teniendo hoy las personas no puede ser observada con el grado de negatividad o de distopía que circula sobre la muerte de ciertos espacios de reunión de cuerpo presente.
Confío en que el espíritu gregario de la humanidad va a hacer que cuando nos podamos reunir de nuevo, los teatros sigan teniendo la misma eficacia que han tenido siempre. Hacemos teatro desde el siglo V antes de Cristo; no sabíamos plantar una semilla al lado de la otra y ya hacíamos teatro.

El teatro es el único arte que requiere sí o sí del cuerpo presente. Se han inventado máquinas y artefactos tecnológicos pero con el teatro no han podido. Y eso es lo que lo mantiene vivo: su vinculación con lo humano. Por eso, tecnología mediante, se vuelve ineficaz. Porque es necesaria la fogata alrededor de la cual reunirse.

Entonces, creo que debemos pensar si esas plataformas nos están devolviendo la intensidad en el espacio y en el tiempo con la que se vive la práctica teatral.

Dicho todo esto y entendiendo que mi mirada está puesta en perspectiva de lo humano y no de lo económico, las estrategias económicas son otro vector que influye y ahí sí debemos analizar estrategias de subsistencia de las salas y de las arquitecturas teatrales. Así como también qué políticas podemos establecer como pequeño sector que tiene un sistema de subsistencia muy particular y autosustentable; y que -exceptuando el apoyo del Instituto Nacional del Teatro- cuenta con una recepción casi nula por parte del sector estatal.

*Director teatral.