Todos los poderes del estado que tienen esta problemática en agenda, así como las organizaciones de la diversidad, coinciden hace años que es urgente contar con información y políticas públicas –en particular para atender las demandas de empleo, salud y vivienda– para un colectivo de personas identificadas como trans -y que en la provincia de Córdoba serían más de 1.000- cuya situación de vulnerabilidad se agrava por la violencia y discriminación que padecen.
En ese contexto, las idas y vueltas en el Concejo Deliberante del proyecto de inclusión laboral trans al actual cupo se remontan a ocho años atrás.
El Consejo Participativo de diversidad le pidió, por primera vez, al legislativo municipal que se ocupen de la problemática. Luego se dieron otras instancias de presentación, con variantes. Algunos quedaron en el camino. Lo mismo pasó en el ámbito de la Unicameral.
El proyecto que está por votarse el próximo jueves comenzó su recorrido el año pasado y es motivo de una seria polémica, dada la relevancia que tienen las urgencias de esta población históricamente invisibilizada y marginada.
De la inserción al cupo. "Tantos años de cajoneo es una lástima, porque hablamos de inclusión laboral, más allá del cupo", dice Ivanna Aguilera, presidenta de Devenir Diverse, movimiento social, político y cultural que lucha por la inclusión y la igualdad de las personas LGBTIQ+ y las mujeres.
"Es raro que durante ocho años esta gestión no haya discutido el proyecto, siendo mayoría, y que ahora lo hagan cuando están de salida. Calculamos que la próxima gestión se ocupará", agrega.
"Nos llama la atención que a dos meses de irse esta gestión salgan con el proyecto del cupo, y lo aprueben. Nos parece fantástica cualquier política para esta población, y te hablo como mujer trans sobreviviente. Cualquier política de inserción es importantísima. El cupo no es una inserción completa, sino para un grupo. La pregunta es qué hacemos con las otras y otros", analiza Aguilera, y suma: "Bienvenido sea el cupo, pero nos parece conveniente trabajar para la inclusión, porque nuestra inserción laboral no puede darse solo en el ámbito municipal, necesitamos que se abra el juego para tener trabajos también en el sector privado".
Vulnerabilidades. "La expectativa de vida de una persona trans es de 32 a 38 años, imaginate cuál puede ser la situación vivencial: sin salud, sin justicia, sin vivienda y sin trabajo. Nuestro único lugar es la calle, con lo que conlleva el ejercicio de la prostitución, a las trans y travestis nos mata", sintetiza con dureza Ivanna, quien también trabaja en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC.
"No queremos que la prostitución sea una imposición, como única salida, queremos poder elegir en qué trabajar, vos te definís o visualizas trans y tu destino es la calle", completa.
El original y el de despacho. El proyecto presentado por Unión Por Córdoba el año pasado, denominado “Programa de inclusión laboral para personas trans”, propone “promover y garantizar el derecho de las personas trans a trabajar en igualdad de condiciones con las demás personas, facilitando las herramientas de capacitación y el acompañamiento necesario para la efectiva inserción laboral, a fin de igualar oportunidades de empleabilidad tanto en el ámbito público como en el privado”.
Entre otras funciones, procura la creación de un registro de aspirantes y también de empresas privadas que ofrezcan trabajo al colectivo, instrumentar herramientas para acompañar y facilitar la inserción laboral, brindar apoyo educativo para terminar el nivel medio, crear espacio de capacitación y formación laboral y profesional.
Por su parte, la propuesta de despacho, que se tratará esta semana, plantea como objetivo garantizar el acceso, permanencia y desarrollo de las personas trans en el municipio. El modo es a través de un cupo del 3% de la totalidad de su personal a trans, que reúnan y cumplan los requisitos de idoneidad exigidos para el cargo. Esto alcanza no solo a la administración del estado sino también a organismos descentralizados, los entes públicos no estatales, las empresas del Estado, las empresas privadas con participación mayoritaria del Estado Municipal y las empresas privadas concesionarias de servicios públicos.
Nadia Fernández, concejala de Unión por Córdoba y autora del primero, es contundente al argumentar que van a continuar lo coordinado con las organizaciones que participaron del proyecto original: "Es la creación de un programa de inclusión laboral para trans y travestis, que supone una política pública desde el estado municipal para contener al colectivo, para incluirlo desde distintas facetas: sanitaria, laboral y educativo, en articulación con distintos sectores de la sociedad".
"A nuestro criterio, el proyecto de (Miriam) Acosta vació el nuestro de contenido y emitió un mensaje engañoso diciendo que el de ella es de inclusión cuando es de cupo. En principio, creemos que el cupismo es insuficiente, porque el Estado no puede ser un mero dador de empleo. Hay que impulsar una política que contenga al colectivo y que, gradualmente, genere condiciones de mayor equidad".
Sobre cómo va a darse la votación, anticipa: "Vamos a proponer nuestro despacho en minoría y si no existe la posibilidad de volverlo en comisión al proyecto de Acosta, vamos a votar por el tratamiento y la aprobación de nuestro proyecto”.
La respuesta. La concejala de Juntos Por Córdoba, Miriam Acosta, advierte que los distintos proyectos de ordenanza presentados "no eran pertinentes porque trataban de modificar algunas cuestiones que son de injerencia provincial y nacional. No podemos modificar, por ejemplo, la ley de contrato de trabajo".
"El despacho no coincide con el proyecto inicial, como suele ocurrir. Pero llamamos a todas las organizaciones para que opinen en el marco de este proyecto, y modificarlo era faltarles el respeto", explica y añade: "Me parece que el problema es que esta ordenanza que va a salir la va a tener que hacer cumplir el próximo intendente, pero esto se viene trabajando desde antes de las elecciones".
Qué es trans Se utiliza como un concepto “paraguas” para abarcar a diferentes identidades y expresiones de género/s. Se aplica a las personas cuya identidad de género no coincide con la asignada al momento del nacimiento. Incluye a personas transexuales, transgénero, travestis, cross dressers, no géneros, multigéneros, de género fluido, queer.
LGBTIQ+. El término está formado por las siglas de las palabras lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer. El símbolo + para incluir a quienes no estén representados en las siglas anteriores.
Censo 2020, inclusivo. Hace unas semanas, el Indec informó que los formularios oficiales del Censo 2020 incluirán las variables “identidad de género” y familias LGBTIQ+. En concreto, el Censo que se realizará el 28 de octubre del año próximo, en la sección que releva los datos sobre población, se preguntará sexo e identidad de género, entre las que se menciona: mujer, varón, mujer trans/ travesti/ varón trans, otro e ignorado. Además, le darán continuidad a la publicación de datos sobre hogares compuestos por parejas del mismo sexo. La Provincia de Córdoba, antes de conocerse esta noticia, instrumentó un relevamiento voluntario de la población trans de Córdoba. El estudio, de tipo cualitativo y sobre el cual aún no hay un informe final, determinó que son 1.044 las personas trans en Córdoba.