Cuando esta semana el jefe de Gabinete de la Nación afirmó, en declaraciones a los medios, que las provincias y los municipios siempre estuvieron habilitados para negociar la adquisición de vacunas para prevenir los contagios por Covid-19 muchos se sorprendieron. Uno de los primeros en reconocerlo fue el intendente del partido bonaerense de Vicente López, Jorge Macri. El primo del expresidente Macri admitió que “no sabían” que esa posibilidad existía. La consulta le llegó luego al ministro de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Fernán Quiróz, quien fue tajante y dejó flotando una definición con intención de dar por concluido el asunto: “es una discusión abstracta porque los Estados que producen, Rusia y China solo negocian con otros estados nacionales y los laboratorios ya tienen comprometida su producción”.
La apreciación del ministro de CABA es correcta. Pero se escucha casi un año después de que la mayoría de los clientes –los estados nacionales- comenzaron a gestionar por la posible compra de vacunas con los distintos laboratorios en el mundo. “La diplomacia de las vacunas es algo lógico, ante un bien escaso no alcanza con avivarse antes y tener plata, hay que entrar a los codazos”, señaló en un reciente entrevista con Perfil Córdoba el investigador y director del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (Ceics), Eduardo Sartelli, en clara alusión a que los clientes de un bien escaso deben negociar agresivamente para lograr las vacunas por las que pelea todo el mundo.
No está claro si eso fue así en todos los casos. Si las provincias siempre pudieron compras vacunas, ¿por qué empezaron tarde estas gestiones? Un repaso por el raid de las negociaciones que el gobierno nacional encaró con los distintos laboratorios permite recordar que las primeras gestiones comenzaron entre funcionarios del ministerio de Salud de la Nación y las empresas en junio del año pasado. La primera gestión fue con los representantes del laboratorio Pfizer y a principios de julio se concretó la reunión entre el presidente Alberto Fernández y el gerente general del laboratorio en Argentina, Nicolás Vaquer, tal como reconstruyó recientemente el periodista Hugo Alconada Mon. Tras esa negociación fallida, le siguieron muchas otras con la propia Pfizer y con otras alternativas.
No obstante, no hay registros de que las provincias hayan comenzado gestiones para adquirir vacunas con la misma celeridad que la Nación. Y en el caso de Córdoba, esas gestiones comenzaron casi 5 meses después, hacia noviembre de 2020.
El dato lo terminó confirmando el propio Gobierno de la Provincia de Córdoba, que desde su cuenta en Twitter confirmó que: “A través de las autoridades sanitarias hemos mantenido conversaciones, desde noviembre de 2020, con laboratorios productores de vacunas tales como AstraZéneca, Pfizer y Elea, en procura de conseguir comprar dosis de vacunas para ser aplicadas a los ciudadanos de la provincia”. En otro tuit se amplió: “En todos los casos los representantes comerciales de los laboratorios manifestaron su buena predisposición, pero aclarando que, para poder cumplir con los compromisos asumidos con los Estados nacionales no estarían en condiciones de proveer de vacunas antes de finales de 2021”.
A fines de noviembre Perfil Córdoba publicó que el gobernador Schiaretti le confirió la misión de salir a comprar las vacunas que hagan falta para complementar los envíos de Nación a Rodolfo Rodríguez, el director del Instituto de Investigación y Planificación Sanitaria de Córdoba, quien, desde ese momento, inició las gestiones. Este medio intentó comunicarse con Rodríguez para tener más detalles de esa negociación.
Finalmente, el propio gobernador redobló la apuesta en la apertura de sesiones legislativas en febrero de este año cuando prometió vacunar al 70% de la población –unos 2,6 millones de cordobeses- y aseguró que la Provincia comprará de modo directo las vacunas “en cuanto entren a venderles los laboratorios a los Estados provinciales”.
Esta semana, la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Gabriela Barbás manifestó que “en función de la adquisición de las vacunas anti Covid por parte de la Provincia de Córdoba, como todos sabemos, nuestro gobernador desde el momento cero indicó la intención de adquirirlas, sin embargo, a nivel mundial los distintos laboratorios están entregando sus compromisos que tienen con cada una de las naciones, de los distintos países. Es por ello que, por el momento, la Provincia de Córdoba, a pesar de la intención que tiene el gobierno provincial de adquirirlas no es factible debido a que, como todos sabemos, aún es un bien escaso a nivel mundial”. La ratificó luego el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, casi con las mismas palabras.
Los planteos contrafácticos no siempre son justos ni felices, pero es difícil no pensar si falló la comunicación entre Nación, provincias y municipios a la hora de plantear la estrategia de adquisición de vacunas y si los sub soberanos con buena capacidad económica y mejor perfil crediticio que el propio estado nacional –como los casos de CABA o Córdoba- podrían haber activado sus propias gestiones más tempranamente, en simultáneo con la Nación y a la vez descomprimir a la administración nacional de la necesidad de abastecer esos distritos para asistir al resto de las provincias.
A 100 días del inicio de vacunación Córdoba tiene 17% de inoculados
Desde que comenzó la vacunación en Córdoba, en las últimas horas del 2020 hasta estos primeros días de abril transcurrieron unos 100 días. En estos poco más de 3 meses la Nación transfirió a Córdoba, según datos del Monitor de Vacunación del ministerio de Salud de la Nación, 545 mil vacunas. De ese total, hasta el viernes se aplicaron 459.408 vacunas, 408.935 para la primera dosis y 50.473 para la segunda dosis. Es decir que ya recibieron al menos una dosis el 12,2% de la población total de Córdoba o el 17,6% de la población objetivo comprendida por el 70% que es prioridad para el gobierno.