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CóRDOBA
CONCEJO DELIBERTANTE

Virtualidad o presencialidad: por qué los representantes debemos dar la cara

Desde el Bloque UCR venimos sosteniendo desde el día que asumimos la necesidad de levantar la virtualidad para que los concejales se sienten en sus bancas y le pongan cuerpo y cabeza al debate público.

13-4-2024-Concejo Delibertante Córdoba
. | CEDOC PERFIL

Nos hemos visto envueltos en el Concejo Deliberante de Córdoba en una discusión que para el sentido común de la mayoría de los cordobeses ya está saldada hace tiempo. Desde el Bloque UCR venimos sosteniendo desde el día que asumimos la necesidad de levantar la virtualidad para que los concejales se sienten en sus bancas y le pongan cuerpo y cabeza al debate público. Lo hicimos en cada reunión de los bloques y lo formalizamos por escrito.

En la vereda del frente se paró Javier Pretto, viceintendente y presidente del Concejo: al principio nos contestó con evasivas; luego, en el programa Con el diario del lunes, que se emite por Canal 10, pasó a la negativa rotunda a nuestra solicitud y a menospreciar nuestra propuesta. Vale señalar que es él quien tiene la potestad (y el deber, a nuestro juicio) de emitir la resolución administrativa que disponga el cambio.

¿Por qué esta iniciativa, compartida por el ciudadano de a pie, por los periodistas, entre otros, es atacada por Pretto? Siempre resulta difícil tener que demostrar lo que es evidente para el sentido común. Son obvias las diferencias de calidad (lo vemos en cualquier trabajo) de un grupo que interactúa personalmente de uno que lo hace sólo de manera remota. Además, poco tiene que ver el Concejo con una multinacional que no se debe a sus votantes, o los ediles con un médico que atiende por videollamada, tal como manifestó Pretto.

¿Esta idea responde a una visión de la política como algo plástico, sin vida, alejada de la gente? Si lo que quiere es la modernización, claramente no dio ningún argumento que tenga siquiera un mínimo de peso. ¿O será que la virtualidad le trae beneficios a este peronismo que manda en Córdoba hace 25 años?

Empiezo por lo primero. La emergencia declarada a nivel nacional por el Covid-19 ya no existe más, por eso todos los cuerpos legislativos del país retomaron el trabajo presencial, salvo Córdoba. Es más: en los mismos considerandos del decreto que estableció el régimen de virtualidad para el Concejo en el 2020 se vinculó la medida a esa circunstancia. Es decir que, de pleno derecho, caída la emergencia, se cae la virtualidad.

¿Pero por qué es sano y necesario que los representantes abandonen el Zoom de la computadora de sus casas? Porque es un precepto básico el que manda que los servidores públicos de las repúblicas democráticas tengan que dar constantemente la cara. Más aún en los cuerpos legislativos, donde la riqueza del debate depende de la calidad de las expresiones de cada uno de sus integrantes, quienes afrontan el desafío de hablar ante el pueblo que observa y ante sus pares que habrán de trabajar con él o ella para conseguir las mejores normas.

Este ejercicio es el más elemental de la política: tomar la palabra ante una asamblea implica un esfuerzo y un proceso complejo que, para atravesarlos con éxito, requiere de preparación, estudio, discernimiento. Si se carece de todo eso, la exposición no aportará luz o verdad, sino todo lo contrario. Y ahí estarán sus pares y el pueblo para contestar debidamente. Así progresan, de manera siempre colectiva, las fuerzas de la razón.

Esto no debería ser desconocido por ningún político que sienta el deber de empinar las instituciones de la democracia. Especialmente en un tiempo histórico que tanto necesita de los actores públicos para defender las estructuras orgánicas del pueblo.

¿Por qué, entonces, el peronismo de la capital cordobesa socava al Concejo? ¿Tendrá temor de dar los debates ante una oposición que crece a la par de los desastres que vemos en su administración? ¿No puede convencer con razones a sus pares y a la gente que los ve, y por eso se oculta detrás de la anticuada mayoría automática que le da la Carta Orgánica, garantizada mecánicamente con la virtualidad?

Son preguntas que cada vez se pronuncian con más fuerza frente a la burla que significan posturas como la de Pretto. Ante la mirada de los cientos de miles de trabajadores de nuestra ciudad, que recorren todos los puntos del ejido municipal más grande de América en un sistema de transporte bochornoso, enfrentando en cientos de paradas los golpes de la inseguridad, para laburar mal pagados durante gran parte de sus jornadas; ante la mirada de todos ellos, entonces, es una vergüenza que se mantenga la virtualidad para los que debieran dar la cara en representación suya.

Así lo entendemos desde el Bloque UCR y esperamos que el peronismo recapacite y se ponga a trabajar para darle calidad a la democracia de Córdoba.

Concejal Bloque Unión Cívica Radical