La devaluación del peso, el incremento en el valor del barril, la suba de impuestos y de costos internos, son los cuatro motores que dan inercia a la presión para el aumento permanente que muestran las naftas. En lo que va del año hubo nueve aumentos y los precios se encarecieron un 38%, en promedio. Desde el sector se estima que el atraso de los precios aún es del 14%. Ese atraso es el que está modificando el mapa y el share de mercado entre los principales jugadores. Paralelamente, el incremento que ya hubo también modificó sustancialmente la conducta de los consumidores.
YPF, ganadora sin querer. El atraso que aún acumulan los precios activó distintas estrategias entre las petroleras. Firmas como Shell, Axion o Trafigura (la dueña de Puma, que compró las estaciones Petrobras) decidieron replegarse y retacear la comercialización a la espera de los precios que consideran más competitivos. Así, aplicaron un sistema de cupos a las estaciones de servicio. ¿El resultado? YPF tuvo que hacerse cargo de la demanda no atendida por sus competidoras, no aplicó cupos y ganó entre cuatro y cinco puntos de share de mercado. “Hace unos meses YPF tenía el 50% de la torta, hoy tiene el 56% a nivel país y el 54% en Córdoba. Vendió a pesar de que no le convenía. Está vendiendo más, pero a pérdida. Si YPF hacía lo que hacen las otras petroleras hubiera habido desabastecimiento total y se venía una catástrofe nacional”, advierte Gabriel Bornoroni, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles de Córdoba (Fecac).
Cambió el producto. El otro dato que aporta el ejecutivo es que el aumento de precios que soportan los consumidores, más allá de los atrasos que afirma contener el sector, empezó a modificar los hábitos de compras. Uno de esos aspectos es el pasaje masivo de los compradores habituales de naftas de octanaje alto o Premium a combustibles más económicos. “Hoy hay muchos autos alta gama, Premium y muy caros, pero en los últimos meses notamos un pase masivo a las naftas súper, más baratas. El 95% de los autos que vemos en la calle están comprando nafta súper. El tema es que se incrementó la brecha de aumentos entre uno y otro producto. Si la súper subía 4,5%, la Premium subía 7,5% y los bolsillos de la gente lo notan”, dice Bornoroni.
Aumentos que faltan. Ayer, la Fecac difundió un nuevo trabajo sobre su Sistema Estadístico del Expendio de Combustibles que elabora la consultora Economic Trends. Allí se destaca que, en Córdoba en dos años (de julio de 2016 a julio de 2018) el aumento de las naftas Premium fue del 76,9% y en un año el aumento fue del 53,7%, 22,5 puntos porcentuales por encima de la inflación. Según ese trabajo, el atraso estimado de los precios de los combustibles en la provincia de Córdoba es de 14.5% en el caso del gasoil grado 2, 10.1% en el caso del gasoil grado 3, 15.7% en el caso de la nafta súper y 11.3% en el caso de la nafta Premium. Y se cree que en septiembre los precios volverán a subir por el atraso existente y porque se verán reflejados los aumentos que se dieron del ajuste por inflación del Impuesto a los Combustibles Líquidos y del Impuesto al Dióxido de Carbono.
Ventas. En relación al volumen de las ventas el informe de Fecac destaca que durante julio de este año el volumen total de ventas al público de combustibles líquidos (gasoil más naftas) en estaciones de servicio en la provincia de Córdoba aumentó un 0.6% en comparación con julio de 2017, con incremento del 1.2% en el caso de las naftas y un incremento del 0.1% en el caso del gasoil. Las ventas de GNC se redujeron 5.1% en igual periodo.
Blancas complicadas. Otro punto del informe destaca la complicada ecuación de rentabilidad que viven las estaciones blancas. Se destaca que durante julio, mientras el volumen total de combustibles líquidos vendidos por las estaciones de servicio en la provincia fue mayor que durante el mes previo, en el caso de las estaciones de bandera blanca, el volumen se redujo un 14.1%. Este dato es consistente con planteos sobre problemas de racionamiento en estaciones de bandera blanca
