Entre la noche y la madrugada llegan los dos primeros Hércules con repatriados argentinos de Cusco, Perú. Pero estos dos vuelos, que traerán a 140 de 500 argentinos varados, generaron cortocircuitos entre el gobierno argentino y el peruano, que según dijeron fuentes de Cancillería a PERFIL a cargo del operativo, dificultaron bastante la tarea de extracción.
Los dos vuelos llegarán al aeropuerto de El Palomar. El primero está llegando ahora. Y el segundo a la una de la madrugada. Si Perú lo permite, el martes habrá otro vuelo de repatriación. “Fue todo muy complicado y lenta la aprobación”, dijeron a PERFIL fuentes de la cartera que conduce Felipe Solá.
El 22 de marzo, las Fuerzas Armadas Argentinas trajeron al país dos vuelos de repatriados pero desde Lima. A Cusco no pueden llegar las Fuerzas Armadas no pueden llegar. “Hay que traerlos de Cusco a Arequipa en charter peruano y recién de ahí intervienen las Fuerzas Armadas”, explicaron.
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“Llegó la policía con un vocal de la embajada peruana, y nos dijeron que no podíamos salir porque no nos garantizaban que en el camino los militares nos pararan, secuestraran el micro y nos detuvieran. Volvimos a los hospedajes y algunos se quedaron sin alojamiento”, explicó a PERFIL el miércoles pasado uno de los argentinos varados, Bruno Provenzano.
Y es que si bien llegar a Cusco tiene complicaciones técnicas, con un aeropuerto complicado, hubo fricciones políticas entre los dos gobiernos, según relataron las fuentes de Cancillería.
“Nos modificaron 3 veces los charters peruanos y 3 veces los micros a Arequipa. Y nos metían en cana gente en Cuzco y en Lima”, se quejaron altas fuentes de la Cancillería argentina directamente involucradas en la negociación.
MC
