Luca Singerman, el joven de 22 años que volvió en Buquebus con un resultado de coronavirus positivo informado por las autoridades médicas uruguayas, será indagado esta tarde por la justicia federal. La medida se concretará vía videoconferencia ya que Singerman está internado bajo cuarentena en el Sanatorio Agote de la ciudad de Buenos Aires. La indagatoria fue ordenada el sábado por el juez federal Luis Rodríguez, quien está de turno e interviene en el caso con la fiscal Alejandra Mángano. Singerman volvió el jueves desde Colonia, Uruguay, y cuando estaba por llegar al puerto de Buenos Aires alertó sobre su situación. Dijo haberse enterado en el barco sobre el test que, según aseguró, se había hecho por prevención.
Singerman está imputado desde el viernes por la justicia federal, con el requerimiento de instrucción de la fiscal Mángano. En tanto que los pasajeros y tripulantes de la embarcación Buque San Patricio de la empresa Buquebus debieron ser aislados y puestos en cuarentena en tres hoteles porteños.
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De los delitos que puede enfrentar Singerman, el más grave de los previstos en el Código Penal contra la salud pública, es el que prevé hasta 15 años de prisión. El delito está contemplado en el artículo 202 del actual Código Penal que dispone entre tres y 15 años de cárcel para las personas que propaguen “una enfermedad peligrosa y contagiosa".
En tanto que también se enfrenta a la posibilidad de que se le trabe embargo sobre su patrimonio, ante posibles demandas civiles por parte de los pasajeros y empleados de la firma que participaron del viaje .
Al tiempo que el gobierno porteño ya adelantó que reclamará los gastos del operativo, por un monto de alrededor de 700 mil dólares, para lo que deberá ser aceptado como querellante por la justicia.
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Por otro lado, desde su entorno sostiene que su actitud fue la correcta y que dio aviso a las autoridades cuando recibió los resultados del test que se habría hecho en Uruguay, según explicaron, de forma “preventiva”.
Los hechos:
En el anochecer del jueves, se recibió un llamado al 911 por una embarcación de Buquebus con pasajeros, uno de los cuales sería portador del virus COVID-19. Entonces, se organizó un operativo con el SAME y varios móviles policiales. Allí se lo aisló a Singerman, mientras que el resto de los pasajeros fueron trasladados en micros y con custodia policial al Hotel Panamericano, Escorial y Presidente.
Todos fueron acomodados y aislados en las habitaciones de los hoteles para que no mantuvieran contacto entre sí, mientras que efectivos de la Policía de la Ciudad quedaron de consigna para cumplimentar el aislamiento ordenado.