CULTURA
derechos humanos e integración cultural

Arrancó el festival de cine migrante

Hasta el miércoles que viene, un festival de cine combinará exhibiciones en cinco salas virtuales con acceso libre y gratuito, transmitiendo en vivo más de ochenta películas, con charlas, encuentros con directores y conferencias.

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Film. Juste un mouvement, de Vincent Meessen, combina la vida del senegalés Omar Diop, muerto en prisión en 1973, con La Chinoise, de Jean-Luc Godard, en la que Diop trabajó. | cedoc

Cine Migrante es una organización no gubernamental ocupada de la construcción de espacios de promoción de los derechos humanos y la integración cultural. Con un trabajo transversal, que involucra colectivos y organizaciones vinculados a la temática migratoria, se propone generar información y formación en pos del reconocimiento de las potencialidades individuales, como base para la transformación social, entendiendo que las sociedades son multiculturales y que sus prácticas apuntan a la necesidad de percibirnos como seres atravesados por diferentes historias, sueños, realidades y proyectos. Las personas “se mueven”, por eso no debe haber jerarquías de ningún tipo y todas/os somos merecedores de respeto. Es en esta línea que el festival se propone retratar, revivir y recuperar todas las identidades y derechos de los “cuerpos que se mueven” a través del “movimiento en las imágenes.”

El martes pasado a las 19 comenzó la 12ª edición del festival en la explanada del Cultural San Martín, al aire libre, con la proyección de la película de apertura, Juste un Mouvement, de Vincent Meessen, que tendrá première latinoamericana en el festival. Este film ensayo combina la vida del militante senegalés Omar Blondin Diop, muerto en prisión en 1973, con una relectura de La Chinoise, de Jean-Luc Godard, película en la que Diop actuó. 

El festival continuará hasta el 3 de noviembre y la nutrida programación de esta nueva edición combinará exhibiciones en cinco salas virtuales (que funcionarán online de 18 a 24), con acceso libre y gratuito, transmitiendo en vivo más de ochenta películas, con charlas, encuentros con directores y conferencias. A ello se sumarán exhibiciones presenciales todos los días al aire libre. Dicen los responsables: “Estos dos territorios –virtual y presencial– hablan de nosotros, tejen y construyen capas de sentido. Seguir el rastro de las implicancias será el desafío e ingresar en el tiempo será un modo. Tal como dice uno de nuestros directores invitados: ‘Un modo de afirmar lo que siempre fue nuestro y nunca se perdió’”.

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Esta nueva edición contará con una sección central denominada “Fabulación de archivo. Rastros de una opacidad”, curada por Almudena Escobar López (España), Vanja Milena Munjin Paiva (Chile) y Florencia Mazzadi (Argentina), que invita a “un recorrido que piensa el pasado desde el cuerpo, desde el cine, desde la poesía, desde el alma. Imágenes latentes, que respiran el aire de otro tiempo, pensando y fabulando sobre lo que no se ha vivido pero que está presente en las carnes”.

La sección “Panorama rabioso” será realizada junto al colectivo Rabia y presentará más de 19 películas de 12 países que “buscan formas de narrar por fuera del mandato de la rigidez de los cuerpos. Formas de ocupación del espacio que a partir de su desplazamiento crean nuevos diseños del territorio, recordándonos que las relaciones y reuniones entre los cuerpos en movimiento son las que crean territorialidad y no al revés”.

“Sky Hopinka - Una parte sin un todo” es la sección que hace foco sobre la obra del director Sky Hopinka, cuyo cine “propone formas de intervención visual que expanden el sentido de los cuerpos en relación con el espacio”.

A cargo de los directores del festival portugués: Joana Sousa y Miguel Ribeiro, la sección “Foco Doc Lisboa - Pasados Posibles” presentará nueve películas “en las cuales la violencia sistémica recorre las pantallas (…) en movimientos de fuerza, a menudo irónicos y satíricos, pero siempre llenos de un mañana que les pertenece. En un momento en el que los movimientos fascistas construyen sus fantasías mutiladoras mediante la mentira y el revisionismo, es sumamente importante crear imágenes de resistencia. Imágenes que nos ayudan a mirar”.

Finalmente en “La región más transparente” se reúnen trabajos del colectivo mexicano Los Ingrávidos, que prometen un “ritmo visual destilado por las propias imágenes (…) que da paso a la literatura corpórea como método de análisis forense que revela las huellas omnipresentes de la colonialidad”.

Es justo remarcar la importancia y oportuna realización del festival en este presente en el cual en Latinoamérica, en nuestro país y especialmente en la Patagonia, se viven conflictos culturales y raciales que escalan violentamente y que muestran la necesidad de tener una visión integradora y múltiple de lo que significa ser humano. Casi una obligación.