CULTURA
PROGRAMA "ARGENTINA PINTA BIEN"

Arte contemporáneo en Jujuy

La semana pasada se exhibió, en el Centro Cultural Culturarte de San Salvador de Jujuy, una muestra que reúne lo mejor de la producción artística de aquella provincia. Galería de fotos

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SAMILANTE. Fotografa de Pablo Canedi, residente en Tilcara. | Pablo Canedi
Mientras Capital Federal parece ser el centro ineludible para que el arte del país pase por los cánones necesarios para alcanzar cierta “proyección”, las provincias mantienen sus propios circuitos y redes de producción que, en general, resultan demasiado lejanas a los ojos de los porteños.

La semana pasada, Jujuy fue la sede del programa Argentina Pinta Bien, organizado por el Centro Cultural Recoleta y Repsol YPF. El objetivo es reunir, provincia por provincia, las obras seleccionadas por distintos curadores para luego reunirlas en una exposición en Buenos Aires; una forma de ampliar las fronteras fuera del centro; de abrir un espacio de interacción simbólico y fáctico.

La curadora de Arte de Jujuy, Florencia Battiti, afirma que, más allá de las contigencias, “las obras reunidas presentan un universo estético conceptual que guarda estrechos y explícitos lazos con su contexto específico de producción”. Las obras mantienen la coherencia del paisaje variado del lugar: el desierto, las quebradas, las yungas, los valles. Así, la muestra abarcó varias disciplinas: fotografía, instalaciones, pintura, objetos y video. Y, dentro de cada disciplina, el común denominador fue la diferencia entre los más de veinte artistas convocados, emergentes y de larga trayectoria. Desde tradiciones, en casos encontradas, todas las obras incorporan el paisaje natural y cultural de una manera personal.

Color local. Las fotografías de Pablo Canedi -residente en Tilcara- podrían entenderse desde la iconografía de lo local: los sujetos fotografiados son los nativos de la zona, a veces indígenas de la Puna y La Quiaca. Sin embargo, Canedi afirma que la transmisión de la identidad cultural está, para él, en un segundo plano: “Quiero más bien retratar la cotidideaneidad. Entiendo a la fotografía como un puente; y en este sentido quiero generar algo íntimo, entrar en la vida cotidiana; en este caso, con la gente del lugar”.

Collage. En conflicto con la categoría del “buen gusto” y con la categoría de arte mismo, la serie de collages Glamorosas desafían también la disyuntiva femenino-masculino, y al cuadro como soporte. “Me gusta la investigación de materiales”, afirma Daniel Armella, que fue miembro del performático Grupo 13 y participó del espectáculo Madonnas paganas recientemente. “No me interesa la pared, me gusta cuando el cuadro se camufla, cuando se vuelve instalación”. Y, a pesar de admitir la ayuda que significa la muestra, afirma: “que esto se vea en otro lado es una oportunidad para algo más para muchos...no para mí específicamente...yo sigo produciendo aquí, en Jujuy”. También dice notar un aumento del circuito de teatro alternativo de la región: “Y hemos creado un público que sigue la movida independiente”

Si bien no hay escuelas, ni estéticas homogéneas, las redes se extienden y crecen los circuitos autogestionados de artistas que se relacionan para seguir produciendo.

Producción audiovisual. Resulta llamativa la presencia de varios cortometrajes –de ficción y documental-, obras que no se acomodan a la estética del video arte, que conviven con piezas de artes plásticas.
Con temática y planteos disímeles – la memoria de la última dictadura en El apagón de Diego Ricciardi; la muerte del Correcaminos en manos del Coyote en The Revenge, de Carlos Ramírez; el encuentro de copleros en Purmamarca, en Tierra de coplas, de Adrián Ogando; entre otros– los discursos se cruzan pero son posibles gracias a una gestión en común.

Los realizadores jujeños, crearon el grupo Red Andina de video, conformada para cooperar, intercambiando trabajo y recursos. “Si alguien compra un steady cam, lo comparte con el grupo, si uno edita el corto luego el otro le hace la cámara”, explica Diego Ricciardi.
Así, el grupo llega a producir entre 15 y 20 cortos anuales. “La clave de nuestros logros está en nuestra “pasión militante” por la realización. No nos sentimos artistas sino trabajadores del video”, asegura Adrián Ogando.

El grupo afirma que lograron tener un lugar de difusión, a pesar de que “en Buenos Aires hay una concentración de recursos” porque “trabajan colectivamente”, según afirma Ariel Ogando. Hace unos años, comezaron con el festival Jujuy Cortos, cuya convocatoria hoy ronda los 100 cortometrajes de todo el mundo.

Los porteños tendrán la oportunidad de apreciar lo que se produce en el país en breve: “Arte de Jujuy” es la quinta de las seis muestras provinciales –las anteriores fueron Corrientes, Salta, Tierra del Fuego y San Juan- y como cierre del programa se realizará durante el primer semestre de 2007 una gran exhibición en el Centro Cultural Recoleta, que incluirá las obras expuestas en las provincias visitadas.