CULTURA
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San Urbano V, el papa que intentó devolver la Iglesia a Roma en tiempos de crisis

El 19 de diciembre el santoral católico recuerda al pontífice reformador que buscó restaurar la vida espiritual y el equilibrio institucional de la Iglesia medieval.

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SANTORAL CATÓLICO | IA

El 19 de diciembre, el santoral católico conmemora a San Urbano V, papa entre 1362 y 1370, una figura clave en uno de los períodos más complejos de la historia de la Iglesia. Su pontificado estuvo marcado por la reforma moral del clero y el intento de poner fin al llamado “cautiverio de Aviñón”.

San Urbano V: reforma, exilio y un pontificado marcado por la incertidumbre

Nacido en Francia como Guillaume de Grimoard, Urbano V se formó como monje benedictino y destacó como jurista y hombre de vida austera. Según fuentes en inglés de la Catholic Encyclopedia, fue elegido papa por consenso debido a su reputación de integridad y disciplina en un contexto de fuerte descrédito eclesial.

Durante su pontificado impulsó reformas para elevar la formación del clero y combatir abusos dentro de la Iglesia. Textos italianos del Santi e Beati destacan su preocupación por la vida monástica, la educación teológica y la restauración de la autoridad moral del papado, seriamente dañada por disputas políticas y presiones externas.

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Uno de los actos más significativos de su papado fue el traslado de la sede pontificia desde Aviñón a Roma en 1367. Fuentes anglófonas señalan que esta decisión buscó reafirmar el vínculo histórico entre el papado y la ciudad eterna, aunque las dificultades políticas y sanitarias lo obligaron a regresar a Francia pocos años después.

San Urbano V también promovió la paz entre reinos cristianos y alentó la defensa de los territorios orientales. Sin embargo, su pontificado estuvo atravesado por conflictos constantes, lo que debilitó sus proyectos de reforma. Murió en Aviñón en 1370, dejando una imagen de pontífice honesto pero limitado por su tiempo.

Fue beatificado siglos después debido a su vida personal austera, su fidelidad al Evangelio y su esfuerzo por restaurar la dignidad del papado. En fuentes en inglés se lo presenta como un ejemplo de liderazgo espiritual ejercido con humildad en contextos adversos y sin garantías de éxito.

Las oraciones vinculadas a San Urbano V piden discernimiento para quienes gobiernan, fortaleza moral y coherencia entre fe y responsabilidad pública. Su figura es recordada especialmente en estudios históricos sobre el papado medieval y la reforma eclesial.

Además de San Urbano V, el 19 de diciembre el calendario recuerda a otros santos y beatos, entre ellos San Nemesio y mártires de los primeros siglos. La semana litúrgica continúa marcada por figuras como San Modesto, San Lázaro y Santa Adelaida, que acompañan el camino espiritual del Adviento.

En la Ciudad de Buenos Aires, la memoria de los papas y doctores de la Iglesia se honra especialmente en la Catedral Metropolitana, donde se reza por el discernimiento de los líderes eclesiales y por la unidad de la Iglesia, valores estrechamente ligados al legado de San Urbano V.