Londres.- Cuando mañana comience en Londres la primera gran semana de subastas del año, todo girará alrededor de tres cosas: arte, mujeres bellas y mucho dinero. El mercado de arte se encuentra en un auge inédito desde fines de la década de los 80.
Ante todo hay demanda de obras impresionistas y contemporáneas. Los expertos están seguros de que en las subastas de las casas de remates Christie's y Sotheby's se batirán algunos récords. En total se esperan ingresos por más de 500 millones de euros (650 millones de dólares).
En la primera de las dos semanas anuales de subastas con arte impresionista, moderno y contemporáneo se ofrecen prácticamente todos los grandes nombres desde fines del siglo XIX: obras maestras de Picasso, Dalí, Renoir, Monet, Gauguin o Modigliani, a lo que se agrega arte contemporáneo del artista de graffiti Banksy hasta el astro británico Damien Hirst.
También de Alemania y Austria se ofrecen cuadros de algunos artistas, desde Egon Schiele pasando por Emil Nolde hasta Gerhard Richter. En Christie's se esperan los mayores ingresos por una pintura de Francis Bacon: "Study for Portrait II" debe ser vendida por al menos 12 millones de libras esterlinas (18 millones de euros o 23,4 millones de dólares). El cuadro procede presumiblemente de los bienes de la actriz italiana Sophia Loren.
También otra obra expuesta por Christie's se relaciona con una ex "sex symbol" del cine europeo: un retrato de Brigitte Bardot, realizado por Andy Warhol poco después de su despedida de la pantalla en 1974.
La competencia de Sotheby's hizo colocar este año por primera vez una carpa, considerando el mayor interés en el arte. Allí se pueden observar imágenes tomadas por los fotógrafos alemanes Thomas Struth y Thomas Ruff, que actualmente son muy solicitados. El objetivo es quitarle al nuevo público algo del temor que causan a algunos los edificios más tradicionales en New Bond Street.
En los hechos, el estrato social de los compradores cambió bastante en comparación con años anteriores. En la actualidad, los acaudalados coleccionistas no proceden casi exclusivamente de Europa, Japón o Estados Unidos. La nueva clientela hizo su fortuna en países como Rusia, China o India. A esto se agregan los "City Boys" de Londres, que ganan gran cantidad de dinero en los negocios financieros y recibieron recientemente el pago de sus bonos anuales.
Desde hace tiempo en la escena del arte se habla de una nueva "fiebre del oro". El negocio ganó una velocidad que está un poco por delante del desarrollo económico. Por este motivo existe cierta preocupación de que el mercado vuelva a recalentarse. Pero en la actualidad todavía siguen dominando el campo los optimistas. "El mercado está extremadamente fuerte", dijo el experto en arte moderno Philip Hook. "Los propietarios son concientes de ello, y por ese motivo son lanzados al mercado cuadros verdaderamente buenos".
A la hora de comprar, la nueva clientela toma decisiones siguiendo una lógica que sorprende a los expertos. Justo en el arte contemporáneo las modas del mercado tienen vida efímera. Por lo demás, Hook sostiene la teoría de que los inviernos fríos y los veranos cálidos son particularmente buenos para los negocios: los inviernos fríos porque entonces mueren más propietarios de obras de arte que con frecuencia son viejos, y los veranos cálidos porque entonces los paisajes sureños se venden mejor, según la experiencia. "Cuanto más altas las temperaturas, mejor el precio", opinó Hook.
Muy solicitados son en la actualidad por ejemplo los cuadros de paisajes de Claude Monet, que fueron realizados cerca de fines del siglo XIX en la Cote d'Azur francesa. Allí cerca, en Mónaco, vive gran cantidad de nuevos ricos extranjeros. Y a ellos les gusta exhibir un cuadro conocido de la región en sus mansiones, cueste lo que cueste.