Río de Janeiro – En el ochenta aniversario de su natalicio, músicos, funcionarios,
admiradores y medios locales recordaron esta semana al creador de la Bossa Nova brasileña, el
maestro Antonio Carlos ‘Tom’ Jobim, autor de incontables composiciones
como “Garota de Ipanema”, “Aguas de marzo” y “Chega de
saudade”.
La radio, la televisión y los medios gráficos de todo el país
dedicaron intensas páginas para recordar la vida y la obra del gran compositor carioca,
mientras las autoridades, los centros culturales e infinidad de músicos –principalmente de la
“ciudad maravillosa”– se aprontaban a realizar una seguidilla de eventos para
recordar al “Gran Tom”, uno de los máximos exponentes de la música popular
brasileña.
Jobim, quien nació el 25 de enero de 1927 en Río de Janeiro, está considerado como
una de las cartas de presentación de los cariocas, donde tenía como fuente de descanso e
inspiración al Jardín Botánico, en la zona sur de la ciudad, y que ahora se transformó en
centro de conmemoración de todos los homenajes.
Allí precisamente funciona desde abril de 2006 el denominado
Centro Tom Jobim de Cultura y Medio Ambiente que agrupa al menos unas
9 mil obras, 20 mil documentos, 30 mil fotos y recuerdos del cantante, compositor,
pianista, guitarrista y flautista, además de un novedoso acervo digital con material
inédito.
En el centro, todos los días
se celebran shows y conciertos y además funciona una exposición que muestra desde cuentas
de bar del músico hasta manuscritos y partituras firmadas por él mismo. A la par,
librerías y bares del área realizan sus propias conmemoraciones.
El proyecto de ese centro fue planificado durante
casi doce años por los familiares y amigos de Jobim. La idea era agrupar y
preservar todos los materiales del autor, pero además permitir a músicos o historiadores acceder a
un acervo digitalizado con sus 27 álbumes,
grabaciones inéditas, 700 partituras, videos con entrevistas, fotos personales y de
carrera, cartas, anotaciones y diversos documentos.
El material comenzó a ser organizado en 1994, antes de la muerte de Jobim –
quien falleció por paro cardíaco el 8 de diciembre de ese año en Nueva York–, a los
67 años. Para montar el centro fueron necesarios más de 500 mil dólares. También se está
organizando
la divulgación de materiales inéditos, incluidos miles de documentos, que están en manos de
admiradores, parientes y allegados.
El centro Tom Jobim también oficia como ambiente por el interés y estrecho lazo de Jobim con
la naturaleza, como lo demostró en su velorio, organizado en el mismo Jardín
Botánico de Río, donde se realizan cursos y debates de organizaciones defensoras del medio
ambiente.
Además, en el aniversario, fueron publicados
dos discos compactos con relecturas de su obra, que también son temas de dos documentales
del director Nelson Pereira dos Santos a estrenarse en 2008,
Un hombre iluminado y
La música de Tom Jobim, y tendrá en mercado una nueva caja de tres DVDs bautizada
Maestro Soberano. Mientras, el Instituto Tom Jobim está abocado a la restauración y
organización de materiales.
Jobim es considerado como uno de los mayores genios de la música popular brasileña, uno de
los fundadores de la Bossa Nova y autor de clásicos contemporáneos que trascendieron las fronteras
de su país natal. Sin dudas
en la cumbre de sus éxitos está “Garota de Ipanema”, que incluso ha recibido
versiones en otros idiomas y de astros como el fallecido cantante norteamericano Frank Sinatra.
Fuente: AFP