Como todos los años a mediados de abril, la Feria del Libro volvió a abrir sus puertas al público con una oferta cultural que traspasa la literatura. En su edición número 35, se eligió como lema “Pensar con libros” y el propósito vuelve a ser intentar acercar la lectura a los visitantes –a la sociedad– que se acercan con renovadas expectativas. Y suelen salir satisfechos.
Ayer, en el salón José Hernández y ante más de 300 personas, se desarrolló el evento más importante del día: Jorge Fontevecchia presentó el best seller Pobre patria mía, de Marcos Aguinis, que alcanzó los 200 mil ejemplares, con una entrevista abierta en la que se tocaron diversos tópicos de la literatura, la cultura y la actualidad.
“¿La Argentina es un país de novela?”, preguntó Fontevecchia. “Sí -respondió Aguinis-, estamos en constante suspenso. Siempre hay novedades, con capítulos rosas y negros.” Por qué siempre es best seller, inquirió Fontevecchia: “No todo el mundo está de acuerdo con lo que pienso, pero el lector descubrió que digo lo que pienso, a algunos los irrito, pero a otros los intereso”.Y agregó: “ Este es un país que padece el doble discurso y la falsedad, entonces los lectores agradecen que hable con franqueza”.
Más adelante, el escritor reveló que fue a la misma escuela que el Che Guevara, que tiene una obsesión artística que arrastra desde su niñez y que ama tocar el piano. Aguinis también confesó que cree en la relación entre psicoanálisis y literatura porque para él la palabra es un instrumento de cura, y sin ella tendríamos una espiritualidad muy pobre.
“¿Este país necesita psicoanálsis?”, disparó el director de PERFIL. “Claro, sí... lo que pasa es que el psicoanálisis no funciona muy bien, porque mirá cómo estamos.” Risas en el escenario y risas en entre el público, que escuchaba con atención.