CULTURA
conflictos y literatura

Los escritores y la guerra en el siglo XXI

En Francia convocan a unas jornadas de estudio particulares: los efectos de la ficción en los enfrentamientos bélicos. Los vínculos entre ambas disciplinas están justificados: “¿Qué sería de la literatura mundial sin La Ilíada?

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Estudiados. Arriba, James Stavridis y Elliot Ackerman (autores de 2034: A Novel of the Next World War). Abajo, Peter W. Singer y August Cole (autores de Ghost Fleet: A Novel of the Next World War). | cedoc

El próximo 25 de noviembre vence el plazo para presentar ponencias en las Jornadas de estudio Guerra y ficción, o los efectos de la ficción en la conducción de la guerra. Las mismas se realizarán el 14 de junio de 2022 en la Academia Militar Saint-Cyr Coëtquidan, Guer (Morbihan), quien organiza el evento junto al FoReLLIS (Formas y Representaciones en Lingüística, Literatura y en la Imagen y las Artes Escénicas, Universidad de Poitiers, Francia). En sí, el sistema de defensa francés y el ámbito universitario convocan a escritores, estudiosos y artistas a presentar tanto ensayos como ficciones que correspondan al período contemporáneo, tomando como punto de partida 1870, con la guerra franco-prusiana. La substancia de la propuesta es la que sigue: “¿Qué sería de toda la literatura occidental e incluso mundial sin La Ilíada? La guerra y la ficción tienen fuertes vínculos. La ficción alimenta la guerra y, a cambio, se alimenta de ella. La investigación se ocupó en medir la parte de veracidad y reconstrucción de las representaciones y en considerar los logros que pretenden ser trabajo propagandístico (difamar al enemigo, justificar la guerra). También nos centrarnos en las cuestiones estéticas, funcionales y morales de la representación ficticia de mujeres y hombres de guerra (del enemigo, el aliado, el héroe, el líder, la tropa, etc.), del tiempo (suspendido, momento acelerado) y del espacio de la guerra (territorios dañados, extranjeros, metrópolis), y de la guerra misma (como momento mortal, glorioso o conmovedor). Nuestro proyecto se centrará en comprender hasta qué punto las ficciones influyeron en la visión que podamos tener de cómo llevar a cabo una campaña y, a partir de ahí, en la propia conducción de las campañas por parte de los militares en particular.”

Esto se relaciona con el proyecto Red Team (redteamdefense.org), realizado por la Universidad PSL (Paris Sciences & Lettres) y el Ministerio de las Fuerzas Armadas francés, al que definen como un “trabajo parcialmente clasificado que tendrá como objetivo alimentar las reflexiones estratégicas, operativas, tecnológicas y organizativas de las Fuerzas Armadas”. En esta plataforma web se plantean distintos escenarios de ficción futurista respecto a los conflictos que puede enfrentar la república francesa, por caso, uno de ellos lleva por título Muerte cultural, y uno de sus capítulos remite al realismo mágico: Crónica de una muerte cultural anunciada. El lector puede consultar allí las hipótesis de dos “temporadas” fruto del imaginario entre escritores, científicos y estrategas, con notoria influencia del formato series que domina la difusión audiovisual actual.

Pero volvamos al anclaje literario, a esas huellas en la cultura que justifican la fusión del imaginario de los escritores con el conflicto bélico en ciernes. En el campo de la ficción reciente, la jornada en cuestión remite a dos novelas futuristas, sobre Tercera Guerra Mundial y con enemigo chino: 2034: A Novel of the Next World War de James Stavridis y Elliot Ackerman (Penguin Adult, 2021) y Ghost Fleet: A Novel of the Next World War de Peter W. Singer y August Cole (HMH, 2015); mientras que en lo histórico, señalan que la figura del “gran general” fue fijada de forma duradera en una obra muy leída por Napoleón bonaparte, Las vidas paralelas de Plutarco. Desde un aspecto de excesivo idealismo como influencia cultural, la lectura de Cyrano de Bergerac por parte de los jóvenes oficiales los llevó al asalto con guantes blancos en la guerra de 1914 donde fueron masacrados. Anticipo de tal caos en la batalla y un heroísmo imposible se encuentra en La cartuja de Parma de Stendhal. Sin dudas, el conjunto de la propuesta tiene por objeto la cooptación de intelectuales creativos, escritores o periodistas, cultores de la escritura, con imaginación o mejor: con ideas respecto a lo probable. 

Ahora, ¿se trata de escritores de literatura o de sujetos aptos para trabajar en la inteligencia francesa? Y aquí debemos preguntar sobre los principios éticos de un escritor, ya que su trabajo en tal ámbito puede formar parte de un corpus militar cuyo fin sea la destrucción de la población civil y no un enemigo concreto, como sería un ejército rival. Recordemos dos libros que inspiraron a los militares argentinos para cometer una masacre: Los Centuriones de Jean Larteguy y La guerra moderna de Roger Trinquier, este último un manual de “guerra antisubversiva” aplicado en Argelia por el ejército francés. Para más información acudan al documental (también en libro) de Marie-Monique Robin, Escuadrones de la muerte, la escuela francesa.