El arte contemporáneo vuelve a irrumpir en la vida cotidiana. En Patio Bullrich, el artista Mariano Ullúa presenta "Los visitantes", una muestra que transforma el tradicional centro comercial porteño en un recorrido escultórico de líneas, luces y metáforas urbanas. La exposición, abierta al público hasta el 9 de octubre, propone una nueva lectura del espacio comercial: un lugar donde el arte se exhibe como si fuera parte del consumo, pero invita a detenerse y mirar con otros ojos.
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La propuesta reúne esculturas creadas con hierro dulce y alambre, materiales que Ullúa moldea a mano hasta convertirlos en figuras que parecen dibujadas en el aire. La curaduría de Florencia Cherñajovsky y Belén Coluccio potencia esa sensación de liviandad y dialoga con el entorno del shopping, generando una atmósfera visual que combina lo poético con lo industrial.

“Me interesa que la gente que no suele ir a museos o galerías se cruce con mi obra mientras recorre el shopping. Que se sorprenda, que la disfrute sin prejuicios”, explicó Ullúa en diálogo con PERFIL, quien define su trabajo como “dibujos que respiran en el espacio”. En Los visitantes, el espectador no solo observa, también se convierte en parte del recorrido.
La instalación incluye esculturas de rostros y zapatos de gran tamaño, piezas que evocan el diseño y la moda, pero desde un lenguaje escultórico. “Estas obras dialogan con la lógica de la vidriera, pero no buscan vender. Buscan generar reflexión y curiosidad”, señaló el artista durante la apertura.
El hierro, material clave en su producción, funciona como hilo conductor de su universo visual. “El hierro dulce es fuerte y flexible a la vez; tiene poca cantidad de carbono, lo que lo hace maleable y permite que el dibujo se sostenga solo”, explicó Ullúa. Cada varilla se curva con precisión, logrando una tensión entre lo sólido y lo etéreo que define su estilo.

La obra más emblemática de la muestra, inspirada en un zapato de taco aguja, fue también la más desafiante de construir. “Le tengo cariño porque representa ese equilibrio entre técnica, forma y emoción. Es una pieza que sintetiza lo que busco con mi trabajo”, reconoció el artista.
El título "Los visitantes" surge de una idea compartida entre las curadoras: pensar el shopping como un espacio de extrañamiento, donde las personas —y las esculturas— se convierten en visitantes de una realidad paralela. En ese contexto, las obras de Ullúa habitan el lugar con naturalidad, pero también lo transforman.
El diseño lumínico y los filtros de color crean una atmósfera envolvente. La luz del atardecer, reinterpretada a través de un filtro tornasolado, baña las esculturas con un brillo que cambia según la hora del día. El resultado es una experiencia inmersiva que invita a recorrer y descubrir nuevas perspectivas.
La iniciativa forma parte del programa PATIOarts, que busca acercar el arte contemporáneo al público general e integrar la experiencia estética a la rutina urbana. La propuesta del Patio Bullrich combina elegancia y modernidad, consolidándose como uno de los espacios culturales más activos en Buenos Aires.

Para Ullúa, esta oportunidad representa una expansión de su obra más allá del circuito tradicional. “Sacar el arte del museo y llevarlo a un ámbito cotidiano me permite conectar con otros públicos. Creo que el arte también puede habitar los lugares donde la gente vive, compra o descansa”, sostuvo.
El artista, oriundo de Mar del Plata, ha desarrollado una trayectoria marcada por la exploración del espacio y la transparencia. Sus esculturas, livianas y abiertas, invitan al movimiento y al diálogo con la luz. En Los visitantes, esa búsqueda alcanza un nuevo nivel de interacción con el entorno.
La muestra puede visitarse de lunes a domingo, de 10 a 20 horas, con entrada libre y gratuita, en el Nivel 1 del Patio Bullrich, Posadas 1245.