Marco Antonio Solís inauguró anoche la primera de sus tres presentaciones en el Movistar Arena, en el marco de su tour internacional "Más Cerca de Ti", donde ofreció un concierto que combinó autobiografía musical, reflexión espiritual y una puesta escénica de gran impacto. El artista mexicano regresó a Buenos Aires para un reencuentro con su público, que agotó las funciones del 20, 21 y 24 de noviembre y confirmó la vigencia de una obra que atraviesa generaciones.
Marco Antonio Solís regresa a Buenos Aires con tres conciertos de su tour “Más cerca de ti”
El espectáculo comenzó con un relato audiovisual que repasó sus inicios en la música, acompañado por una voz en off que recuperó una de sus frases emblemáticas. “Era el destino. Era joven, terco y lleno de fuego, pero sobre todo lleno de amor por lo que hacía. Porque cantar no era solo cantar, era sanar y cada canción que llevé a ustedes también me salvó a mí”. Esa introducción dio paso a la apertura musical con “Tu Cárcel”, recibida con una ovación que marcó la temperatura emocional de la noche.

Antes de interpretarla, Solís hizo una pausa y señaló: “Llueve en Buenos Aires, la lluvia es purificante. Que llueva siempre porque el agua es vida. Gracias por esta bienvenida una vez más”. Su comentario se integró al clima general del concierto, que avanzó entre la nostalgia, el agradecimiento y un sostenido deseo de conexión profunda con su audiencia.
El músico planteó desde el inicio la naturaleza emocional del encuentro. “Esta noche hay que expresar lo que hay en nuestro corazón. Se vale cantar, se vale llorar, se vale recordar, se vale gritar”. Esas palabras funcionaron como manifiesto del concierto, que avanzó por distintas etapas de su repertorio con un tono cercano y reflexivo.
“Cuando te acuerdes de mí” y “Tú me vuelves loco” formaron parte del bloque inicial. En esta última, Solís dedicó unas palabras a las nuevas generaciones que asistieron al Movistar Arena. “A todas las almas viejas y a la juventud romántica. Llegó el tiempo de movernos un poquito. La vida es movimiento hermanitos”. El pedido derivó en un momento festivo que contrastó con pasajes más íntimos del recital.
Uno de los discursos más destacados precedió a “El peor de tus fracasos”, donde reflexionó sobre la culpa y el aprendizaje. “Equivocarnos no es tan grave. Dios pone obstáculos para crecer y reflexionar. También nos da la fortaleza para superar los desafíos”. El público respondió con un silencio atento que reforzó el carácter confesional del tramo.

La secuencia continuó con “O me voy o te vas”, introducida por un mensaje sobre vínculos que se deterioran con el tiempo. “A veces caemos en cosas que no nos ayudan. Donde no hay amor no hay nada que hacer”. La frase sintetizó uno de los temas recurrentes en su obra: la fragilidad de las relaciones y la necesidad de encontrar armonía fuera del conflicto.
Otro de los relatos más celebrados llegó antes de “El milagrito”, un clásico que Solís presentó por primera vez en Buenos Aires durante un show en el Luna Park. En esta ocasión, recordó la historia personal que dio origen a la canción, vinculada a los celos y a un reencuentro inesperado con un amor del pasado. Según contó, todo comenzó con un mensaje que decía “Te extraño más que nunca mi amor del corazón”. La anécdota, narrada con humor, generó una respuesta cálida y cómplice por parte del estadio.

La atmósfera se volvió más íntima con “Mi eterno amor secreto”. Antes de interpretarla, Solís habló del sentido de la canción y de esa dimensión emocional que atraviesa su obra. “Hay cosas que no es necesario compartir con todo el mundo. A veces basta con guardarlas para uno mismo o confiarlas solo a alguien que es nuestro confidente. Alguien que nos acompaña en los momentos hermosos y en los difíciles. Ese alguien es lo que nos permite nunca estar solos”. La ejecución de la balada generó una de las ovaciones más profundas de la noche.
“A donde vamos a parar” marcó uno de los puntos altos del coro colectivo, mientras que “Coleccionando heridas”, su colaboración reciente con Karol G, introdujo un elemento actual en la lista, atractivo para el público más joven. La canción, estrenada hace pocos meses, funciona como un puente entre su tradición romántica y la nueva escena latina.

El paso hacia “Si no te hubieras ido” confirmó la centralidad de los clásicos en la relación del público argentino con su obra. Las luces descendieron y miles de voces acompañaron la interpretación, reafirmando el lugar de la canción como uno de los himnos regionales más reconocibles de las últimas décadas.
La puesta en escena sostuvo un nivel internacional. Una banda numerosa, una sección de cuerdas ampliada, coristas y bailarinas formaron parte del dispositivo visual y sonoro que acompañó a Solís. Las pantallas combinaron imágenes de archivo, paisajes y fragmentos documentales que reforzaron el carácter retrospectivo del concierto.
La primera noche mostró la amplitud de su trayectoria, desde los ecos de Los Bukis hasta su repertorio solista más reciente. Esa diversidad explica la presencia de distintas generaciones en el recinto, desde seguidores históricos hasta jóvenes que se acercan a su música a través de colaboraciones contemporáneas.

El tramo final derivó en un clima de celebración general. “Más que tu amigo” cerró el recital entre luces brillantes, un estadio de pie y una ovación prolongada. Solís recorrió el escenario mientras el público acompañaba la última estrofa con una energía festiva que coronó la noche.
Cinco décadas de música que explican el fenómeno Marco Antonio Solís
Con más de cinco décadas de trayectoria, Solís es una de las figuras más influyentes de la música latina. Su carrera comenzó a comienzos de los años setenta con Los Bukis, el grupo que fundó junto a su primo Joel Solís y con el que alcanzó una popularidad continental que marcó a toda una generación.
Desde su debut solista en 1995, consolidó un repertorio de más de 300 canciones interpretadas por él y por artistas como Rocío Dúrcal, Enrique Iglesias, Ana Bárbara y Paulina Rubio. A lo largo de su carrera, obtuvo múltiples premios —incluidos Latin Grammy y Billboard— y logró hitos únicos, como llenar el Hollywood Bowl, el Madison Square Garden y la Arena Ciudad de México. Ese recorrido explica el peso emocional de su regreso y la diversidad generacional que colmó el Movistar Arena.
La apertura de la serie porteña reafirmó la relación sostenida entre Marco Antonio Solís y la audiencia argentina, que volvió a responder con una fidelidad inalterable. El ciclo continuará este jueves 21 y el lunes 24 de noviembre, fechas en las que el artista completará sus tres presentaciones en el Movistar Arena.
LV/fl