Tras cuatro años sin tener noticias suyas, la escritora española Matilde Asensi está de regreso y nada menos que con una novela bajo el brazo: Sakura. Este nuevo trabajo estará disponible en Argentina a partir del 2 de mayo de 2019. En diálogo con PERFIL, la autora nos sumerge en una historia que traslada al lector de París a Japón al plantearnos la búsqueda del retrato del doctor Gachet,del pintor Vincent Van Gogh, hecho que marcará profundamente a los protagonistas del relato y que busca resolver uno de los enigmas más asombrosos del siglo XX. "Procuro basarme en historias reales y aprovecho los huecos para meter fantasía", cuenta.
Sakura nos sitúa en 1990, año en que se subastó en Christie’s el retrato del doctor Gachet de Van Gogh por la cifra récord de ochenta y dos millones y medio de dólares. Quien pagó tanto dinero fue el japonés Ryoei Saito, que luego enojado con el Gobierno de su país por los impuestos que le reclamaban por la obra, anunció en una rueda conferencia de prensa el lienzo del holandés desaparecería con él y es ahí donde comienza el misterio. Desde su muerte, en 1996, nada se supo de la obra en el mundo del arte. La autora propone entonces la aventura que emprenden cinco desconocidos para encontrar, o al menos develar, qué ocurrió con la pintura.
—¿A qué se debió este 'silencio literario' en el que no publicó nada?
—Es mi tiempo natural, siempre tardo tres años o un poco más en publicar porque cuando termino la promoción de la obra empiezo a pensar en otra pero la documentación me lleva dos años, eso sí cuando me siento a escribir ya se todo lo que va a pasar.
—Ahora lanza Sakura, ¿por qué eligió partir del caso del desconocimiento del paradero del cuadro de Vincent Van Gogh?
—En este caso estaba trabajando en una novela cuando de repente se me cruzo esta historia, estaba leyendo El subastador de Simon de Pury y el autor menciona la venta del Van Gogh al multimillonario japonés y la posibilidad de que se incinerara con él. Me pareció tremendo no podía concebir que alguien destruyera conscientemente una obra de arte. Me sobrepasa.
—En la historia se combinan un hecho real con una historia de ficción. ¿Qué le resultó más complejo, la recopilación de información sobre el hecho real, o el armado de la historia en torno a ese hecho?
—A mí lo que más me gusta del proceso creativo es la documentación, lo que descubro cuando investigo que me permite aprender y resolver misterios, esa pasión es la que intento transmitir a mis lectores. Procuro basarme en historias reales y aprovecho los huecos para meter fantasía, pero la arquitectura suele ser verdad por eso necesito leer y documentarme tanto
"Lo que más me gusta del proceso creativo es la documentación"
—¿Con qué aspecto se encontró al investigar sobre el pintor holandés por un lado, y sobre la cultura japonesa por el otro?
—Van Gogh es un personaje muy complejo y he conseguido, creo, llegar al equilibrio entre su vida personal y su obra. Por otra parte la cultura japonesa me fascina y unir esos dos mundos a través de la pintura está resultando muy interesante, por lo que me dicen mis lectores, no se conoce tanto la relación entre el ukiyo-e y los impresionistas y es fascinante. Escribir Sakura ha supuesto para mí una experiencia muy grata que espero llegue a muchas partes del mundo.
—¿Por qué eligió nuevamente temas históricos en sus relatos?
—Me interesa mucho el arte y está presente en varias de mis novelas, además yo mima pinto, bueno soy aficionada, pero disfruto ante un lienzo y me sirve para desconectar
—¿Qué es lo más gratificante que le ha dado la literatura?
—Soy una afortunada porque hago lo que me gusta que es leer, documentarme y escribir historias que llegan a los lectores que me siguen desde hace ya veinte años. Creo que no se puede pedir más. Para mí es un orgullo que al menos hasta ahora lo que hago encuentra lectores y pienso seguir porque ideas no me faltan nunca, tengo varios cuadernos en los que apunto y luego ya se verá.
"Soy una afortunada porque hago lo que me gusta que es leer, documentarme y escribir historias que llegan a los lectores"
—¿Qué consejo o recomendación le daría a aquellos jóvenes amantes de la literatura que por algún motivo no se animan a explorar la faceta de escritores?
—Mi abuelo fue periodista y quiso ser escritor pero no pudo porque tuvo que mantener a su familia. Mi madre, su primera hija nació en la época en la que las mujeres no contaban y tampoco pudo ser escritora. Yo nací con una marca en la frente, tenía que cumplir ese sueño. Si alguien cree en lo que hace y necesita escribir tiene que intentarlo ese es el consejo que yo daría.
FeL
