CULTURA
buenos aires rojo sangre

Nueva edición del Festival Internacional de cine de terror, fantástico y bizarro

Se realiza en la nueva sede del Multiplex Belgrano, con entradas a 100 pesos. Como cada año, el BARS ofrecerá un panorama de la producción de cine independiente de todo el mundo.

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Carmen Yazalde. La actriz, conocida en los ‘70 como Britt Nichols. Arriba, en Los demonios (1973). | cedoc

Se dice –la frase es adjudicada a los más diversos personajes– que “la verdad suele hospedarse en los peores hoteles”. Nada es más cierto, pero adquiere particular relevancia cuando nos percibimos sentados cómodamente frente a una pantalla de cine en confortables butacas, en salas prolijas, que ofrecen proyecciones nítidas y de extraordinaria calidad sonora, mirando un cine repetitivo, tedioso y carente de cualquier tipo, no ya de arte, sino mínimamente de riesgo o apuesta a algo que aunque más no sea nos moje un poco la oreja, nos divierta distinto, nos escandalice y/o nos haga decir, en medio del silencio de la sala: “¡Noooo, como podés ser tan…!”. Es que –salvo muy honrosas excepciones– en estos últimos años, cualquier propuesta cinematográfica que se aventure a ampliar un poco el espectro sensitivo del humano mass media  –es decir: los pequeño burgueses que vamos al cine– lisa y llanamente: no se estrena. Ni se estrenará. No es este el lugar para analizar causas, ni mucho menos buscar culpables, pero podemos sospechar que, si bien la maquinaria estadounidense lo “abarca, aprieta y devora” todo, es poca la resistencia que encuentra en un público acostumbrado y adormecido que, lejos de sentirse defraudado, pide más de lo mismo.

La situación no es nueva, aunque va agravándose, pero felizmente siempre hay quien abre un albergue transitorio para alojar a los que no se conforman con lo que la industria provee, y es así que desde hace ya veinte años existe el Buenos Aires Rojo Sangre, que se ha convertido en algo más que el único festival especializado en cine fantástico y bizarro que se hace en Argentina.

Si bien comenzó naturalmente, como una imperiosa necesidad de reunir bajo un mismo ámbito a producciones ultraindependientes y de bajo presupuesto, de un género considerado “menor” por la industria y con comunes problemas de distribución para acercarse a un público común, la cosa fue prosperando año a año y del pequeño grupillo de fans que se reunieron en el auditorio de la Facultad de Sociales de la UBA en el 2000, se pasó a los 600 tickets vendidos en la edición del 2001 en el Centro Cultural San Martín. Ya desde el 2003 hasta la fecha, los espectadores se cuentan de a miles y el festival adquirió mayor escala con más películas y cortos en varias salas, alcanzando proyección internacional.

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Esta última edición, inaugurada el jueves pasado en las seis salas del Multiplex Belgrano y que se extenderá hasta el 1 de diciembre, contará con las secciones competitivas Internacional, Iberoamericana, Bizarra, Invasión: Japón, Reposiciones y La Cripta (rescatando series de los ‘60 y ‘70), y se reiterará el concurso un Fin de Semana Sangriento, donde los participantes rodarán un cortometraje completo en pocos días, bajo consignas temáticas específicas

Como si esto fuera poco habrá charlas, talleres y actividades especiales tales como la entrevista pública a la modelo Carmen Yazalde, quien antes de radicarse en Argentina fuera diva del cine de horror usando el nombre de Britt Nichols, bajo la dirección de Jess Franco y  Amando de Ossorio; la presentación del libro celebrando los 20 años, con el raconto de todas las ediciones, y una fiesta de clausura multidisciplinaria con sorpresas.

Más de una semana con la oportunidad y la navaja en la mano para no morir de aburrimiento.